viernes, 28 de septiembre de 2018

Vilezas o... algo así

Soy vulgar y pervertido. A veces no siento nada, y recurro a la tristeza y a las ilusiones abortadas para volver. Soy muy distraido y paso por alto detalles de galantería o cortesía. Le doy muchas vueltas a mis objetivos, a mis problemas, y a mi vida en general. Es lo que se llama rumiar. Me saboteo porque temo a exigencias externas que me impidan seguir mis metas. Exhibo todo lo enfermo que estoy y a veces no me mido exhibiendo a los demás, pienso que como humanos nadie escapa a la vileza y la concideración sobra. Soy muy severo conmigo mismo. Se me dificulta demostrar afecto. Por eso creo que es muy significativo cuando lo hago, y atesoro lo que me dan. Mi estilo es uno solo, aunque en mi interior hay niveles de aprecio. Soy rencoroso. Ante alguna ofensa, puedo dejarla pasar en el momento, pero en una mejor oportunidad devolveré el golpe, con veneno acumulado. Me encanta dormir: no hacer nada, olvidarme de todo, descansar, el calor, suavidad y lo mullido de todos los elementos que conforman mi cama. Es el lugar más íntimo luego del baño. Me fastidia tener una conducta estereotipada y seguir reglas o fórmulas para relacionarme con los demás. Detesto que me busquen para relaciones digitales por cómo escribo. Es como hacerlos parte de esta soledad, donde interactúo con las ideas y las palabras, pero no con ellos realmente, así que no puedo conectarme emocionalmente, que ya de por sí, tan difícil se me hace.

No hay comentarios: