viernes, 26 de noviembre de 2010

Grizzly bear - Two weeks

Escritor y critico es oficio que se le acomoda a cualquier lomo de bacalao. Por eso hoy me doy a la tarea de ser uno de tantos tontos que se pone el saco. Ya en el papel de critico, tomaré cartas en el asunto, quiero decir, tomaré la canción a criticar, al azar, la radio la ha elegido ya, escuchen:


Grizzly Bear - Two Weeks

Podemos saltarnos la parte en que declaro lo repugnante de éste vídeo, porque es posible que esas caras descompuestas sean realmente el objetivo del autor... y sí, son repulsivas, pero al mismo tiempo dan ganas de una risa incomoda. Sobre el aspecto técnico... bien, es cierto que no hubo horas de ardua producción.

La letra es de lo más simple y el corito no ayuda mucho a la voz principal, en lo particular ese tipo de voces al estilo Beirut me dan flojera. Lo único que se salva, es el piano, la bateria y el sintetizador, que le dan a la canción un armónico tono infantil-religioso de nueva generación. Lo siguiente pueden omitirlo, datos de la banda que ni a mi me interesan.

Grizzly bear es una banda neoyorquina de folk rock pop psicodelico experimental que gusta de utilizar la voz de sus integrantes, además de guitarras, teclados, omnichord (juguete electrónico similar a una guitarra, pero también a un teclado), batería, entre otros. Integrantes: Daniel Rossen, Christopher Bear, Ed Droste y Chris Taylor. 

 Por cierto, no los detesto; Ready, Able es muy buena rola, aunque tampoco su vídeo se salva de ser abucheado. Cada vez estoy más convencido que la intención primordial de estos músicos es la de materializar pesadillas en un matiz solemne, lo cual les da la etiqueta de tétricos. Puntuación en una escala donde el 1 es intolerancia y el 10 orgasmo; les doy un 5 de mediocres. Y les daría un seis por originalidad, pero resulta que su estilo me recuerda mucho a Fleet foxes.

martes, 16 de noviembre de 2010

De Humanoides


De humanoides es la estética estéril,
las cartas tibias,
una leve ceguera invernal;
de ellos vienen los despojos de amargura
actuar naturales ante "los verdaderos"
y ya inmersos dentro de sus propias soledades, escocerse los huesos
recurrir inútilmente al abrigo descarnado

...a imaginarse...

De humanoides son los dolores de uña
por vacíos que amplían sus radios de agresión
y no hay abrigo descarnado que cobije,
porque ellos se alejan
¿por qué se alejan, si se entienden?

Es porque entre humanoides hay compasión...
hay compasión.

Y de ellos vienen teatro y circo
por una sed de ser y terminar no siendo
de querer con el buche lleno y terminar sin ser queridos
o ser queridos y terminar grotescos por tanto cariño mal traducido.


Es de humanoides terminar por fastidio lo que empezó luchando por ser algo más que un simple borrador;
y mandar a la horca sus anomalías, frases faltas de sangre, para una deficiente publicación.