lunes, 5 de diciembre de 2022

El libro del desasosiego

Pasada la faceta laboral, continúa con la social. Ahora sí hay coincidencias. Un testimonio de los primeros casos de drenaje conductual: preferir el artificio, corresponderle, evitar los encuentros sociales que ocasionan un malestar desconocido, aún cuando no ocurra en estos algo extraño o violento, nada fuera de lo ordinario. 

viernes, 25 de noviembre de 2022

Mi primera impresión de Bernardo Soares

Siempre pensé que en Pessoa y su Libro del desasosiego encontraría a un alma afín, y voy avanzando en los devaneos de Bernardo Soares sin un descubrimiento que me haga estrechar su mano como signo de una verdad compartida o una verdad secreta a la que aún no he llegado por mis propios pensamientos. Hay incluso una que otra fricción. Ese Soares se aproxima a mí, pero luego se desvía en el amor a la resignación, o algo parecido, algo que ni siquiera cuaja en resignación porque nunca pasó por la negación, por la lucha o el conflicto de lo establecido, y su diario es tan solo una negociación en que testifica ceder sus aspiraciones a ser o hacer algo más de lo que ya es y hace, y reclama la felicidad del trabajador promedio. Está bien, yo respeto eso, lo respeto en cada uno de mis amigos, quienes han alcanzado ese estado como quien alcanza el nirvana, y respeto también a los que no tuvieron más remedio que ser parte de la gran rueda y que aunque la detestan y reniegan de ella, desprecian aún con más fuerza a quienes tratan de vivir fuera de su maquinaria, quizá a razón de ese odio primordial. 

Respetarlo no me satisface, porque esperaba comunión. La encontré fragmentariamente, sí, yo tampoco creo en dios ni en la humanidad, pero mi duda se ampara en el lado oscuro de la realidad, más cerca de la negación, más cerca del conflicto, más participe al rechazo y a la construcción de algo distinto. Soares cree un poquito en los dos cadáveres. Y sin saberlo entra al culto del dios dinero. En donde las oraciones se resuelven con matemáticas. No goza con los favores más altos de esta religión, sino que se contenta con ser un súbdito leal y rendir pleitesía.     

Su patrón es su guía laboral, y en lo laboral consigue la felicidad espiritual, por tanto, es igualmente su guía espiritual. Hay una especie de sosiego en acatar sus ordenes, pues por orden de eliminación, él terminó siendo la mejor opción en un mundo donde es imposible no ser explotado; podría haber sido uno de esos jefes que acata ordenes de una mesa directiva y cuyas obligaciones pesan como un tronco en llamas, y que por ese temor a ser despedido se comporta déspota e intransigente; podrían ser muchas cosas quienes asumieran ser sus patrones de explotación,; nombra algunos ideales. No sale enumerada la libertad, pero en parte es también esta suya, porque ha elegido esa vida. 

Entonces pensé ¿cómo podría explotarte la libertad? siempre hay más de esta de que disponer, pero está resguardada, para acceder hay que sacrificar otras cosas, cosas valiosas: un empleo, una casa, un hijo, mascotas, lujos, estabilidad, una pareja. Tanto el tiempo como el dinero son el combustible para la libertad. Uno es para disponer de él, el otro para disponer con amplitud. Yo bien puedo agarrar mis cosas e irme de viaje, sin un centavo encima, porque el tiempo está a mi disposición para alejarme de aquí, pero si tuviera un auto, un jet, una avioneta...


¿Y cómo podrías ser explotado por la libertad entonces? Renunciando un poco, cada vez más, a todo aquello que te ata, puede ser algo que amas, puede ser algo que te ha costado mucho conseguir, pero también es generando el suficiente dinero para que tu libertad dure más o alcance mayor potencia. La libertad siempre es más asequible cuanto menos se requiera.

 Yo anhelo poder vivir en diferentes lugares, ser mi propia empresa y no requerir convencer a nadie de mis capacidades o desempeño, equivocarme y solo perder plata sin mayor perjuicio, disponer de mi tiempo para generar dinero o, si quiero, leer, ver el mundial, escribir o simplemente no levantarme de la cama. Hasta ahora he sacrificado mi buena fama (si alguna vez la tuve), mi dignidad y a mis amigos, con quienes no comparto una visión del mundo, no por ello dejo de respetarlos, simplemente terminó la conexión que en nuestra juventud establecimos. 


jueves, 18 de agosto de 2022

Todo mis proyectos literarios

Terminé Entre tus fauces, una pequeña novelilla, la registré, la mandé a concursos (creo), luego pensé en venderla, pero es complicado... ciertamente es de esos primeros ensayos introductorios para probarte en este género, por lo que no me enorgullece demasiado, solo lo básico, solo el hecho de poderla haberla traído al mundo. Eso significa que mis ánimos para promocionarla son inexistentes. Es como esos diplomas con los que puedes justificar que ejerzas alguna profesión o consultar las estrellas sobre el porvenir. Así puedo decir y decirme que soy capaz de escribir una novela y que soy novelista. 

Terminé al falanx, la bestia que daría fin al Ciclo del Cormorán negro, pero no. Hubo un dictado en mi mente, un pensamiento autoritario me decía que el fin del ciclo sería cuando todo estuviera en su punto álgido para comenzar una nueva bestia. Desistí de hacer al falanx en barro y lo mismo en papel. Creo que me cansé de él. Es razonable; fueron muchos años aprendiendo de roedores, visualizando su lado poético. Tengo muchas ganas de pasar página sin dedicar estatuillas. ¿Entonces? Lo que pasa es que puedo compartirlo, pero si el falanx puede ser compartido, lo justo es que comparta al resto de bestias concluidas con anterioridad. Faltan dos vueltas; una para las hadas, y otra para el datakandra. 

La idea es compartirlo en una página web, donde también compartiré mis cuentos y venderé Entre tus fauces. Pero las donaciones están siendo una reverenda patada en los huevos; las tarifas que PayPal ejecuta son altas para cualquier gesto de buena voluntad hacia el escritor. No estoy dispuesto al engaño, porque tu puedes dar 5 pesos con franca solidaridad de que de 5 en 5 algo puede servirme para comer, pero es que 5 pesos es la cuota, así que las donaciones son para PayPal en realidad. No me parece justo, incluso si condicionara las donaciones a un mínimo, como 10 pesos ¿cómo diablos la plataforma justifica que merece la mitad y sin previo aviso al donante los toma, más un 3% extra del monto total? 

Estoy viendo de introducir ko-fi, que es una manera creativa de donar invitándole un café a tu escritor, el equivalente monetario, claro, no va llegar a mi casa un repartidor con un café. El lado negativo es que Wix, que es donde tengo alojada mi página web, requiere te conviertas a su credo premium para poder insertar códigos tan convenientes para mí, como un botón de donativos que no te robe. Está bien, algún día. No me molesta porque incluye un dominio durante un año por el mismo precio que otras páginas de dominios ofrecen. Además de que puedo hacerme visible en el buscador de google. 

Por el momento no tengo contemplado ese gasto; primero mi horno.

El lado negativo de Ko-fi es que no acepta pesos, solo dolares o euros. Pequeño inconveniente.  


Tengo empezada una novela erótica, la hice porque de repente me quedaba atascado en la lectura del Capital de Marx (que me impuse leer por razones que en seguida les relato), y sentía que desperdiciaba mis ganas de escribir en lecturas que drenaban todo tipo de energías, incluyendo la libido. Aunque no lo crean Marx no es nada afrodisíaco, ni produce estimulantes reflexiones eróticas. Y sin verlo venir, ni saber cómo, conseguí el ritmo adecuado para que su análisis fluyera sin convertirse en grillete o una madeja de estambre sin cabo. Dentro de mi ogro obsesivo compulsivo vive un alivianado vagabundo que se permite cambiar las reglas y abandonar la escalada de cumbres por un rato; que la escalada no se convierta en pre requisito para muchas otras actividades que no estén ligadas a llegar a la cumbre, como examinar bichos, explorar cuevas o jugar con las flamas dentro de una fogata. 

Me impuse leer El Capital porque quería entender este sistema económico, que funciona parcialmente, quiero decir tiene elementos acertadísimos y otros que parecen formas intrincadas de esclavismo, incluso peores, porque dejan al individuo solo a merced de sus más ínfimos recursos, que en un mundo capitalista suelen ser encausados al aprovechamiento a cambio de la mera supervivencia para este, y otro tanto de ganancia para quien tiene los medios para aprovechar esos recursos, que con frecuencia suele ser fuerza de trabajo. Comprendiendo quizá pueda encontrar alguna clave, alguna acción compensatoria que equilibre la balanza de oportunidades. Y esto para utopizar un sistema económico para mi universo y desarrollar mi novela principal. Me faltan 700 páginas. 

Quiero escribir algo sobre mi vida como artesano, pero aún no sé bien qué. Puede ser un poemario o un diario, o ambas.Lo que estoy absolutamente seguro es que debo prohibirme usar la palabra alquimia o todos los derivados de esta palabra. 

martes, 9 de agosto de 2022

Una vez en la vida corta

 Cuando me dicen que solo se vive una vez, me envuelve el ruido del mundo; una fiesta... a mí no me gustan las fiestas;  mucha gente, música desagradable para bailar, algo para aturdirte y no pensar, pero a mí me gusta pensar. Cuidado, si piensas demasiado fuerte lástimas a los demás.

 Solo se vive una vez, para fracasar renuentemente hasta la muerte, para quedarte sin amigos porque te hablan de su felicidad y placeres y quisieras eso para ti, pero nunca, jamás, a su modo, así que a escondidas refutas sus leyes, en secreto cuestionas sus métodos, te guardas el resentimiento de que tu forma de ser no aplique para conseguir felicidad y placeres. Solo se vive una vez para resignarte a la anhedonia de tu autenticidad. 

Solo se vive una vez, así que mejor no seas tú. La vida es corta... ojalá fuera más corta. Tuve amigos en la juventud, luego me esforcé por ser adulto funcional como ellos y fallé irremediablemente; nos hicimos de dialectos incomprensibles y eso que yo ya había renunciado a la poesía hace años. La vida independiente para unos, la vida de sacrificar tu vida por tu familia para otros... sí, me digo, será en otro momento, todavía no. Primero déjame escapar, déjame crear un mundo para refugiarme, para que me importe menos seguir fracasando en la vida real, porque en mi mundo siempre habrá comida exótica, y problemas extraños que involucren a la humanidad, no como nuestros problemas individuales, indivisibles, personales, en los que nos ahogamos. Déjame conocer a mujeres ideales, como todos dicen que es mi problema, es decir, que sean tan tontas y amargadas como yo, que tampoco puedan conseguir sexo, a menos que sea con alguien compatible. Mujeres para las que el sexo no sea solo sexo.

"El sexo solo es sexo". Lo más increíble que tuve en mi vida, probablemente mi primera y última pareja, y para la gente normal es como comer; es rico pero lo olvidarás con el próximo pan de elote que caiga a tu paladar. Los oigo como sacrílegos. Podría escupir o rallar sus bienes más preciados para igualar el insulto; sus autos, sus figuritas de colección, sus obras de arte, sus libros. El sexo no solo es sexo, implica a alguien en quien confiaste y que confió en ti, implica complicidad, sonrisas, caricias, abrazos, mordidas, juegos, palabras, aparte de lo obvio. Implica la historia de dos personas (dos para la gente sencilla). 

La promiscuidad me da repulsión, no tolero ser uno del montón, ser un mero saco roto donde alguien, cualquiera, se abandone. Pero bueno, ya habrá momento de integrar esa filosofía basura del "sexo solo es sexo" en mí, con terapia. 

La vida es corta, pero ¿qué me hace falta por vivir? Sí, solo hacer ese mundo y ver si puedo vivir de mis monos... por cierto, nuevamente, en los últimos esfuerzos de híbrido de artista-artesano y vaya coincidencia que los tiempos cuadren con el fin del ciclo del cormorán.

jueves, 4 de agosto de 2022

 ¿Cómo pudiste contarle? Ya no volveré a hablar con ningún hombre en mi puta vida.

NO PUEDO SER COMO ELLOS, SOLO ME HACEN SENTIR DEFECTUOSO. 

Bien, bien, iré al psicólogo, para que me diga lo que todos me dicen, lo que es ser normal y que me pase trucos para serlo, para que me trague esa mierda sin darme cuenta, para que la integre a mi sistema, para que a pesar de tener una vida social, afectiva e intima como siempre he querido, no me odie por ser como ellos.

sábado, 30 de julio de 2022

Mi lista de personalidad atractiva

Hasta el cansancio me han dicho que idealizo lo que es una relación de pareja, que por eso no consigo una.

Vamos por partes.

Este es mi ideal de relación de pareja:

Primero el enamoramiento; como soy reciprorromántico, si no noto que ella se emocione conmigo entonces paso. Si se emociona trato de conocerla mejor. Si a pesar de conocernos mejor no terminamos decepcionados, es decir, sopesando virtudes y  atributos versus defectos y manías, la balanza se inclina a favor, pues intento llegar a otro nivel, a uno más de exclusividad y sin tantos miedos a ser descartado, entonces los vínculos afectivos crecen, así como la confianza y las interacciones se vuelven más íntimas. 

A lo que tuve miedo de llegar más allá cuando pude, a esa parte en que el sexo disminuye, pero hay mucha más confianza, una relación más estable, sin tantas sorpresas, pero con muchas experiencias inolvidables, la construcción de una vida juntos.  

En esa parte te vuelves más atractivo para cierto tipo de mujeres, lo que es un problema por la tendencia masculina a la poligamia. Las mujeres tienen opciones, los hombres solo oportunidades... hasta que tienes una relación estable que sube tu estatus social. Los hombres, la mayoría, no estamos acostumbrados a tener opciones, no sabemos cómo manejarlo.

Ahora, quieres las mieles de la soltería, pero al serlo dejas de ser atractivo. Entonces ¿qué sería lo ideal? En las relaciones abiertas no estás ganando ese estatus de pareja importante para la competencia intersexual, así que tus oportunidades para andarte a tus anchas y explotar tu lado polígamo no van a surgir; Ella en todo caso sí aprovechará las opciones que siempre ha tenido y que antes no se atrevía a usar por consideración a ti, siendo esta la versión más amable posible.

A menos claro que hayas esperado la estabilidad en tu relación, hayas acumulado opciones, para entonces decidir con Ella abrir la relación, pero sin divulgarlo, manteniendolo con la mayor secrecía posible. 

De todos modos no funciona para mí desde que no puedo separar el sexo del plano afectivo y este de la exclusividad. 

Estas son mis opciones 

a) conocer a la indicada, la que no me riña por tonterías (religión, ideologías, fiestas, detalles románticos) y quedarme ahí el resto de mi vida. Al mismo tiempo rechazar  la abundancia de oportunidades que se me presentarán. Por ese motivo es demasiado importante para mí el enamoramiento, para comenzar con mucho empuje, y que reúna muchísimo de lo que me gusta del físico, y la personalidad, para que sea casi imposible de superar, incomparable e insustituible, para estar seguro que es a quien siempre deseé tener a mi lado. 

b) Renunciar a una relación de pareja. Pasan los años y deja de ser opción para convertirse en la única realidad.

El problema también surge desde la hipergamia femenina. Aquella mujer de ensueño no solo lo será para ti, si no para alguien mejor posicionado que tú, con más lujos, con más tiempo para ella, con más estatus. Por eso es importante que entre sus virtudes se encuentre el ser desinteresada, y que no separe el sexo del afecto. A menos que de verdad estés muy bien posicionado, muy arriba entre los peces gordos, o muy en boca de todo mundo, cosa irreal. 

Casi por medio de sus virtudes puedes saber cuánto durará la relación. Hice una lista:

2 puntos para la química (conversación fluida, atracción reciproca, familiaridad en formas y costumbres)

1 punto
x atea/ agnóstica o deísta (porque quiero que me consuele y apoye dentro de sus posibilidades, no que me encomiende a un dios todopoderoso, al mismo tiempo entenderá mejor mi perspectiva)
x semiarromántica (porque me gustan los gestos románticos, pero no soy romántico, se me hace algo falso todo el show del tipo romántico... pero es bonito de vez en cuando un regalo, una comida especial, una cita, un viaje juntos... además hace más complicado el que otro la corteje sin mostrar señales)
x madura (porque ¿quién querría a alguien que no asume sus responsabilidades y sus errores? la madurez hará que piense lo que hace dos veces, que no se deje engatuzar por patanes.
x demisexual (porque hará que nuestra relación sea más especial y dificultará que otros la destruyan)
x empática (porque podremos llegar a acuerdos, preocuparnos sinceramente el uno por el otro y evitar hacernos daño)
x desinteresada (para contrarrestar la hipergamia y porque es probable que me vaya a morir de hambre)

0.5
x solitaria (porque suelen ser las personas más originales, las que piensan distinto, las raras, las que no cuadran con el resto)
x ecléctica (porque no quiero sermones ideológicos en mi vida)
x selectiva (porque me habrá elegido a mí)
x dark (porque es una actitud ante la depresión, los tabús y la muerte, muy compatible con la mía)
x valiente (porque odio cuando no pasa nada por miedos ridículos a qué dirán y amo la sinceridad, y la sinceridad solo puede surgir de la valentía, y me dan flojera las mujeres sumisas)

0.1
x ensimosa (qué puedo decir, me hace falta mucho afecto)
x buen humor (para divertirnos)
x celosa (porque entenderé que no solo siente algo afectivo por mí, sino instintivo, me encanta el instinto)
x ruda (qué puedo decir, me hace falta muchísimo afecto, tanto, que vale doble caricia una cachetada juguetona, una mordida, un golpe en el brazo, unas rasguñadas... me encanta el instinto)
x expresiva (porque soy un chico artístico y sensible, y me desborda la natural expresividad, pero ojo, no hablo de palabras, hablo de gestos y movimientos)

Según mis calculos, 4.5 puntos son suficientes para garantizar la pareja con la que podría convivir el resto de mi vida. Y son 3.8 en cuanto a físico ¿Qué tan negociables son? Entre menos sean, mayor fuerza de voluntad hay que asumir ante las adversidades y los malditos y deliciosos instintos.


sábado, 18 de junio de 2022

Ventanas

 Siempre vengo a escribir en alta crisis. Hoy vamos a variar. 

Parece que cerrar puertas es realmente difícil, sobretodo por aferrarnos a planes que creemos solo necesitan más tiempo, o más esfuerzo, o más paciencia, o más inversión. Y pasa en todos los aspectos. En el amor, en el trabajo... ¿en qué más podemos planear que no sean esos dos? Bueno, todos los aspectos entonces son solo dos.

Al cerrar dejamos parte de nosotros dentro, y duele. Pensamos en toda la complejidad que nos llevó abrirlas y pareciera un derroche de oportunidades cerrarlas, un fracaso, una tontería. Por lo tanto creemos ser fracasados o tontos. 

A lo mejor si hubiera ido a un psicólogo lo hubiera resuelto más rápido. Fue un mes de azotarme, de apatía, de buscar desesperadamente una salida de emergencia. Vale la pena ir aún así. La pregunta sería, ¿qué tanto de trastorno hay en mi personalidad? se supone que cuando tu calidad de vida está deteriorada por ciertos comportamientos acudes. Tengo anotadas mis ideas y aquello que sé es extraño en mí. Lo último ha sido husmear en mi conducta cuando salía con amigos. A veces parecía tener cierto éxito con alguna chica, pero si no me gustaba mucho perdía el interés, o si me gustaba mucho me desilusionaba algún detalle; el aliento, su sexualidad, que tenía novio (porque con tanto fracaso uno no piensa en el instante, en una noche de placer, si no más bien en la perpetuidad, en conservar el milagro que te hace feliz). En el amor he cerrado infinidad de puertas buscando la perpetuidad. 

Hasta el cansancio el análisis de para qué tipo de relación cuadro, no voy a darle otra vuelta.

El punto es que hay ventanas a las que solo traspasando una puerta podemos acceder, y no sé cuál sea la realidad detrás de esa metáfora. Algunos lo llaman dios, otros metafísica ¿tendrá qué ver con nuestras mentes? pero pasa que esas ventanas no son descubrimientos, si no oportunidades que llegan. A veces en reconocida paranoia imagino toda una conspiración detrás, amigos permitiéndome un poco de su gloria, compartiendo la fortuna. 

Pero ¿y si no hubiera cerrado la puerta del ciclo de mediocridad, aún así las oportunidades hubieran llegado? Ah, es que ese es el asunto. Todo lo que soy, toda la receta que me hace ser quien soy, mi temperamento, mi sensibilidad, mis traumas, mis virtudes y defectos, todo, llegó a su punto culminante. La puerta no era una opción, salir no era una opción. El peso de lo que soy venció la puerta que tenía debajo, la escotilla, el soporte que me mantenía ahí. Y no podía haber sido de otra manera. ¿De qué eran las tablas que componían esa escotilla? De mis compañeros, de la alza de precios, del historial, de pruebas, de clientes y gente que veía en mí una ventana. No podía haber sido de otra manera.

Y quizá por estas ventanas abiertas no podré pasar, quizá todavía no son para mí... sería terrible, pero habría que continuar. Por lo menos hay planes en marcha, aunque ya saben que mis planes no son ninguna llave a la riqueza, en específico al dinero. Así que ahí están las ventanas y yo estoy aquí calculando mi espacio con cautela. 

Quizá todos somos ventanas, pero son nuestras posibilidades las que nos abren, entre más posibilidades más abiertos. Cuando eres grande y quieres entrar por una ventana pequeña eres un abusivo; por eso hay que saber a quien dejamos entrar en nuestras vidas o en nuestros proyectos...  Y hay ventanas que te quieren dentro, que lucen como ese refugio anhelado, ventanas que pueden de un día a otro hacerse de barrotes, ventanas que te llevan a laberintos, ventanas que resultan ser bocas de pozo. Hay que mirar el interior, cerciorarnos que todo concuerde, que nuestra presencia enriquezca y expanda, que exista una puerta por dónde salir, porque cuando creces dentro ya no hay manera de volver por donde entraste. Y eso, ahora lo reflexiono, me pasó. Crecí, y no estoy regresando a ese principio, a ese joven de 28 años un tanto ingenuo que cargaba unos tablones de madera para hacer su mesa bamboleante.

Estoy profundamente agradecido. Esa ventana, la gente que me la puso enfrente, la gente que me permitió entrar, la gente dentro, la gente que me hizo entender (con otra intención), que mi estadía ahí ya no era compatible con mi búsqueda, los amo. A veces ellos fueron el mal ejemplo, o el ejemplo exacto, o me pusieron a prueba. Soy afortunado por ser reflexivo, aunque mis reflexiones desaten todo el peso de quien soy y venzan escotillas y me hagan caer en la oscuridad más corrosiva. 


martes, 31 de mayo de 2022

Cumplo 34

 Hoy cumplo 34 años. Llegué a la conclusión de que no sirvo para vivir, eso en este mundo significa hacer dinero. Sé toda la teoría, pero no embona en ninguna de las aristas que conforma mi personalidad. 

1. Relacionarse con gente del medio.

No soporto a la gente superficial que se ocupa en banalidades como su imagen, marcas, artistas, escritores o famosos.

2. Subir grados académicos.

La escuela no es para mí, soy demasiado lento y aún peor; conciso. Siempre quería entregar lo máximo y los resultados eran mediocres, a veces prefería no hacer nada cuando solo era para demostrar que había entendido la clase o el tema. Cuando se trataba de cosas que no me interesaban procrastinaba al punto en que entraba en crisis pensando si cualquier otra actividad era más fructífera. Y sé lo importante que es un título, pero no resuena en mi interior esa importancia, es como si en mi interior se invirtiera y me sonara ridículo, a cosas de una sociedad pendeja.

3. Vender.

Es lo más sencillo del mundo. Inviertes en mercancía al por mayor y la vendes al menudeo. Cuando haga calor, algo que refresque, cuando haga frío algo que caliente. O cosas utilitarias. O el vicio: sexo y drogas. Luego hay que pensar constantemente dónde vender. Pero ni vender, ni hacer dinero me hacen sentir pleno, como sí lo hace el terminar una pieza artística o artesanal.

4. Ser artesano.

Pensé que esto sería lo mio, que había por fin encontrado mi lugar. Pero soy demasiado lento y no puedo malbaratar mi tiempo sabiendo que por más habilidad que haya adquirido, no puedo rebasar ciertos límites sin restar calidad a mi trabajo, y como soy obsesivo compulsivo, no restaré calidad a mi trabajo. Me da la impresión que en las artesanías lo estético es pretexto para lo utilitario, que es lo que se vende. Y para mí es al revés, lo utilitario es pretexto para lo estético, es decir, si puedo prescindir de lo utilitario lo hago... y sí, lo hago con frecuencia, por lo que no consigo tantas ventas como me gustaría. 

Ahora bien, hay artesanos quienes no son nada utilitarios pero han conseguido hacerse de clientela y de espacios propicios para la venta de sus decoraciones. Bueno ahora pretendo eso. Parece que hasta en las artesanías hay clases. Aunque probablemente me lo estoy inventando para excusar mi fracaso. Será cosa de probar.


Al final, si no soy capaz de soportar la escuela, ni los inconvenientes de una empresa (a veces el jefe, otras las reglas de explotación), y si mis piezas artesanales decorativas no resultan para una circulación efectiva, que me de ingresos constantes, entonces seré repartidor de medio tiempo. Hay pocas chances de crecer, no tienes seguro contra accidentes, y con la edad llegará el momento en que el cuerpo ya no rinda, pero por lo menos puedes controlar el horario y no tienes jefe.

La verdad, a veces quisiera no tener familia para poder suicidarme sin el remordimiento del sufrimiento y cataclismo que provocaría. Porque, digo, conseguir la estabilidad económica es una cosa, pero saber que jamás me haré del estatus necesario para una relación sexo afectiva con una mujer que salga, aunque sea por poco, del promedio en cuanto atractivo, y que si llegara a tener ese estatus, sentiría comezón de toda mujer que se interesara en mí, porque de no tenerlo, jamás se fijarían... es decir, saber que estaré solo el tiempo que me queda, me deprime. Gira una y otra vez en mis recuerdos, esa sensación, de cuando a mis 21 conocí a Paulina; estaba convencido de que la vida me recompensaba de tantas decepciones afectivas. Y duré quizá siete años con esa sensación, a intervalos interrumpidos, porque cerraba el ciclo y ella lo volvía a abrir. También giran recuerdos hermosos de mi único noviazgo. Abro el cofre en la mañana y ya no me quiero levantar. La vida es tan plana, y no sirvo para vivirla, así que preferiría no hacerlo, pero tengo que, así que la vivo lo menos que se pueda.

Sería bonito que alguien que me gustara se fijara en mi trabajo, se olvidara del estatus y me correspondiera, y que mi trabajo fuera suficiente para darme techo y comida. Seguiré intentando. Además de todo lo difícil que sé es llegar a vivir del arte, a estas alturas, si no están casadas o con hijos, entonces son del tipo promiscuas. Pero tengo esperanza en encontrar a alguna autista, artista o alguna artesana cuya carrera haya absorbido su vida, una demisexual que no pueda coger hasta llegar a sentirse en confianza, una semirromántica que solo coja con su pareja, el que en teoría fuese el correcto, o una alienada biológica (drenada conductual) que toda aproximación de cortejo le resultara aberrante... mejor no porque esas son las que cuando están calientes van directo y sin escrúpulos por cualquier soquete de gimnasio y se lo tiran. 

miércoles, 25 de mayo de 2022

El show debe continuar

 Estábamos en un show de televisión. No. Antes de eso, te reías de mí con tus amigos, pero era tan tonta la gracia que solo tú reías, ellos solo seguían al director de orquesta forzosamente. Me dieron lástima. La tropa de arrastrados. Me vinieron destellos de la actitud que tomaste en nuestro último encuentro. Se terminó la musa de pantano en el panorama del pájaro tuerto. 

Luego estábamos en un show de televisión chileno. Muy seria. Te pidieron que nombraras un cantautor y lo hiciste. Entonces yo tenía que cantarte y lo hice. Tus pupilas dilatadísimas y la actitud torpe de cuando nos conocimos. Me dijiste, no me voy a divorciar, no puedo. Pasó por mi mente asesinar a tu esposo, luego como toda tontería, me dio risa. Pensé, has lo que quieras. Cuánta farsa. 

Cuando entiendes cómo funciona el universo, ya no quieres ser parte del show. 

 Yo, no soy feo físicamente, y proyecto neutralidad, sencillez, visto una playera y un pantalón casi por lo general, sin tatuajes, ni piercings, ni collares, pulseras o anillos, ni un solo signo de estatus, ni uno solo que me defina. No estoy interesado en volverme proveedor, y aunque sí en encontrar estabilidad, me cuestiono el fin de poseer esa estabilidad. Bueno, sería candidato para que te animaras a divorciarte... si el sueño fuera premonición, lo que con nuestros años y tu atractivo es más cuestión de probabilidad. No sé, me da flojera ser apto para una mujer solo por ser apto para el juego de la sociedad. En el mejor de los casos, una persona apta es el que supo su rumbo desde muy joven y si no, que siguió las reglas sin titubear; terminar una carrera y conseguir un empleo concerniente. No te cuestiones si eso es lo que te gusta, si es lo que quieres, si es lo que te llena, no tengas más metas, sacrifica tus valores si es necesario; son mandamientos que una sociedad sincera propagaría. 

Ser inestable me hace apto para aventuras de una noche, aunque no para Tinder, porque hay más y mejores candidatos para aventuras de una noche ahí, tipos que se toman el papel muy en serio; se enfocan en ejercitarse y ataviarse de signos de estatus. Fuera de Tinder no hay espacios para conocer personas donde me guste pasar el tiempo. 

Siempre termino haciendo esto, analizando por qué estoy solo. Sí, es por ser inestable y por buscar un vínculo antes de tener sexo y por reconocer los rituales de apareamiento y no dejarme envolver en su flujo instintivo.  Y sí, una artista es lo más conveniente como pareja, porque me va entender. La mayoría tienen algún trastorno, así que no borderlines, no esquizofrenicas, no narcisistas. Ahora, entenderlo no es aceptarlo, las más atractivas se quedan con maestros, directores o autores de renombre, por no mencionar a gente fuera de ese ámbito bien estable, no importando que tanto ganen. Y ni siquiera estoy contando con que me tocaría una artista marginal... no lo cuento porque no existe. Es decir, bonita, con talento artístico y marginal, esa combinación es imposible. Si es bonita ya le han abierto muchas puertas para desarrollarse y no padecer pobreza.  

Cuando sea estable no podré aceptar tener una pareja, me dará repulsión saber que me elige solo por esto. ¿Qué buscaré entonces? Yo sé que... o a quien. 

martes, 17 de mayo de 2022

Sueño

 Vacacionaba con la familia. Pero más con mis hermanos. También estaba mi tía. Era un hotel viejo y grande, de paredes blancas. Me fijaba mucho en los espacios dónde dormir. No recuerdo cama, pero había sillones amplios, gordos, que te podías acostar perfectamente en la parte superior del respaldo. El de la sala estaba destrozado. 

Me fijé que había una puerta trasera que conectaba a un campo verde, centro de reunión para los inquilinos. La vecina salió y me oculté, cerrando lentamente la puerta, y pensé "¿qué hago? puede que sea una mujer atractiva" así que salí un poco y me dijo "llegó la hora de los borrachos". Me di cuenta que no era atractiva y que llevaba una botella en la mano. Miré al campo y muchos se sentaban en sillas de jardín con sus botellas respectivas. 

Salí. Había una brecha sin pasto. Ya no recuerdo bien. Encontré algo. Les avisé a mis hermanos y salimos a desenterrarlo. La escena me recordó a cuando enterramos a Dublín. Regresé a la sala. En el comedor había una escalera que llevaba a un sótano, desde ahí mi tía peleaba con alguien. Cuando salió se veía contenta, como si nada hubiera pasado.

Supe que era un sueño. Oí ruidos en la casa así que sin abrir los ojos me levanté y empujé las puertas de mi habitación, sabía que era esta feminista que conocí cuando aprendí de alfarería en Tonalá y venía acompañada. Me levanté de nuevo con los ojos cerrados, caminé el tramo de mi cama a las puertas y las cerré, así con los ojos cerrados. Entonces desde afuera las empujaron y forcejeamos, ellos tratando de abrir y yo impidiendolo con todas mis fuerzas. En efecto era ella. Se le escuchaba divertida al irme venciendo en fuerza.

Desperté pero no abrí los ojos, fingí un rato que tenía parálisis de sueño. 


Sé que esto de desenterrar, de encontrar y de sótanos, son niveles de mi psique más inaccesibles. Mi tía cumple un papel muy importante, ya sea siendo parte de estos niveles o evitando que salgan los extraños agentes invasores. 

Sé que escuché algo en la casa porque en la realidad iba a comenzar a llover y el viento soplaba basura o tumbaba cosas en el patio o en la calle. Saber que es un sueño es alejarme del subconsciente. Ahora, dentro de muchas personas que han intentado hacerme daño, mi psique la toma a ella como la amenaza más inmediata y factible. ¿A ella o lo que ella representa? Narcisismo, hembrismo y misandria. 

No sé si mi habitación es la forma realista en que yo estaba representado la lucidez o mi estado de vigilia, ya no de sueño, o si simboliza mi intimidad. También desconozco cuál es el vínculo que une a los agentes amenazantes que aguardaban en lo profundo de mi psique y a esta horda de feministas desquiciadas que se agolpaban en mis puertas. 

Cuando abrí los ojos el viento entreabrió las puertas y sentí un poco de miedo.

lunes, 25 de abril de 2022

¿Qué es ser hombre?

 Ser hombre es sacrificar tu vida por tu familia, no necesariamente muriendo, sino destinar tus energías, tiempo y recursos a esta. Pero así como me pasa con el creer en un dios; eso no me nace. Debe ser la alienación. 

Últimamente he pensado en otra teoría, aparte de la de la alienación. La de la transición de un patriarcado a un matriarcado, el feminismo. Se dice ingenuamente que tener mujeres en el poder sería evidencia de un matriarcado. No necesariamente. Las mujeres ya controlan el sexo, el tesoro que mueve al mundo a la par del dinero. No es necesario controlar la economía si puedes controlar las voluntades. Y como pasa con el sistema monetario, que unos pocos gocen del tesoro violenta a las mayorías.

Un hombre, antes, necesitaba diferenciarse de lo que no era para entender su identidad masculina; y esa diferencia la encontrábamos en las mujeres. Pero nos hicieron entender que todo lo que podía ser (y hacer) un hombre podía ser una mujer. Lo único que dejaron intacto fue nuestra libido y lo imbéciles que nos pone, supongo que aparte de no quererla, no estaba activa en su ADN. Entonces ser hombre significa tener un monstruo dormido y tener el sexo expuesto, tener barba y bigote y ser en general más grotescos, o asumir que vales según tu sacrificio.

¿Cómo diablos no deprimirse al ser hombre? ver lo imbéciles que se comportan los más machos, y lo impostores e hipócritas que lo hacen los más neo masculinos. Me digo, ok, no soy nada. Pero me excitan ciertas mujeres, me vuelven loco otras, cargo con mis genitales y me sale bello facial, no tengo de otra, soy hombre. Soy uno fuera del ámbito sexual y otro dentro. El feminismo no ayuda en nada en esa cuestión identitaria: si adoptas el feminismo radical te identificas como el monstruo (por eso los hombres repudiamos esa rama), si adoptas el feminismo liberal reprimes al monstruo y evades una parte esencial de tu personalidad.

Es ridículo que exista una rama feminista que plantee abolir los géneros sin desentenderse del título identitario "feminista"; para empezar tendrían que renunciar al nombre del movimiento, para que al decir abolir el género no parezcan querer abolir el género con el que no se identifican. 

Además las feministas convenientemente buscan a perpetuidad la igualdad entre géneros, mientras las "otras feministas" encuentran diferencias, adquieren privilegios, segregan, se victimizan, cancelan y desprestigian a las voces disidentes, las tachan de conservadoras, de machistas, invisibilizan las problemáticas masculinas, satanisan semanticamente lo masculino, persiguen lo que durante milenios los varones han perseguido, despreciando lo femenino. Contradictoriamente todo cabe en lo que el feminismo es, porque el feminismo se desentiende del "otro feminismo", pero jamás deja de serlo; sería un suicidio identitario, por más justas, solidarias y empáticas que sean en lo individual, necesitan la validación en colectivo.

Si habría destacar algo del movimiento es su atención a las victimas femeninas. 

miércoles, 20 de abril de 2022

La monstruosa libido masculina

 Estoy siendo incómodo para machistas, como también para señorites deconstruides, es un tema tabú que el feminismo y el masculinismo temen abordar, y si lo hacen, como en el caso del radical, es desde una perspectiva de trastorno límite de la personalidad, es decir, en blanco y negro; ellas dicen que el problema somos nosotros porque llevamos interiorizada una supuesta misoginia y una cultura de la violación.

Como PAS, persona altamente sensible, he aprendido a gestionar mis emociones y estoy convencido que gestionar la libido es el camino correcto para todo hombre que se enorgullezca de serlo. 

Cuando hablo de la monstruosa libido masculina, no hablo de que todos los hombres somos violadores en potencia, no. Estoy hablando de que las circunstancias pueden llevarte a un momento incómodo, y que la tormenta perfecta a lo largo de una vida puede crear a un depredador sexual. Tampoco es misoginia, desde siempre ha sido el hombre el de la iniciativa, es él el cazador, el que penetra y que da más valor a las acciones que a las palabras.

Hablo de enfermos y hablo de hombres sanos. Pienso en la enfermedad como un agente silencioso que puede ir desde un catarro, que con un correcto tratamiento desaparece, a un cuadro avanzado de cáncer prostático. 

Pero la libido no es una enfermedad. Tenemos que verla como un mecanismo instintivo integrado en nuestros cerebros, y no es tanto que la libido enferme, sino que carece de un correcto desarrollo. Al ser un tema tabú nada se menciona sobre ella en la escuela y mucho menos en la familia; apenas unas cuantas normas sociales que cumplir para no ser un degenerado, o dentro de la cultura machista, una especie de iniciación en un club nudista, o la pornografía como tutora sexual. 

La libido es como un perro, la domesticación puede mantenerla a raya, pero con o sin entrenamiento, si las circunstancias son propicias, un perro muerde. A lo mejor es verdad que depende del tipo de perro, no es lo mismo un caniche a un pastor alemán o un pit bull. Así que como primer ejercicio yo propondría "conoce tu libido". Por un lado, reconoce tus fantasías sexuales, no las escondas, son solo eso, fantasías. Por otro lado ¿qué opciones tengo para hacerlas realidad sin afectar a otros si es que implican a otros? Me imagino que habrá desde fetiches inocentes, hasta maquinaciones que repugnarían al Marqués de Sade. 

Ahora, ¿cuáles son las circunstancias propicias que vulneran la intimidad y pueden provocar una serie de malentendidos hasta escalar en abusos? Una vez resuelta el tipo de libido, podremos entender lo qué debemos evitar. Y es probable que existan ocasiones en que pecando de inocentes nos adentremos "sin querer queriendo" en esas circunstancias, porque el instinto es cabrón. Por eso es fundamental poder gestionar nuestras fantasías sexuales de la mejor manera desde los primeros albores de la adolescencia, para que no se conviertan en una carga que hay que reprimir y que estallen a la primera oportunidad. 

Y no existe un apoyo verdadero al respecto, lo que tenemos a la mano son psicólogos que figuran más como correctores que como guías. Hay tabús y guiños conductuales machistas, que toleran ciertas cosas y miran para otro lado cuando se escala más allá. Como pasa con el robo a ciertas tiendas de conveniencia, asociadas al capitalismo, por parte de algunos anarquistas y socialistas, pero al final del día, el acto acometido sigue siendo el robo. Y claro que en sociedades donde la justicia está sobrepasada, es ineficiente, favoritista, o puede ser fácilmente comprada, la escalada no tiene más límite que el que el individuo esté dispuesto a llegar por una cuestión moral. 

Es falso decir que las violaciones sexuales solo son demostraciones de poder por parte del perpetrador, porque el sexo siempre ha sido un juego de poder, el problema es que en una violación deja de haber un juego, porque uno de los participantes no está dispuesto a jugar. Y es posible que esa negación sea la fuente de placer real del agresor, porque ya no solo estaría ganando dentro del acto, sino fuera de este, en la vida, donde, como ya se sabe, el depredador suele ser un tipo sin poder, aún si este posee un cargo alto, no sabe negociar, convencer, seducir, persuadir... en fin, como el poder realmente se ejerce. Entonces busca esa descarga de placer y adrenalina que lo hace sentir poderoso durante quién sabe cuántos segundos.

Otro componente muy peligroso es la complicidad entre hombres, que no ocurre tanto entre mujeres, porque entre ellas la competencia intersexual es más aguda, al ser pocos los candidatos de alto estatus que destacan en cierto estrato social donde ellas pueden conocerse e interactuar amistosamente. Es peligrosa porque entre hombres, sobre todo en edades tempranas, pueden alentarse a escalar de la fanfarronería al abuso o la violación. Esta complicidad masculina tiene su potencial positivo cuando se trata de investigación, inventiva, exploración y experimentación. Entonces ¿cómo evitar que suceda para el esparcimiento y el ocio y solo permitirlo para el ámbito constructivo? no es posible. Pero supongo que hacer entender a jóvenes y adolescentes sobre esta característica dual es un paso que no se debe omitir.

Entonces eso, más el conocimiento de la libido personal, más un desarrollo sano de esa libido, más habilidades que te hagan un hombre poderoso, no solo que te den tal sensación, más la atención a grupos sociales del más bajo estrato social, para ayudarlos a destacar en jerarquías fuera del ámbito socio económico. Y afrontar la libido masculina con conocimiento; qué sí, tú no te lanzas sobre la única mujer que expresa su sensualidad en tu cara, ¿pero qué pasaría si esa misma mujer se ve comprometida a invitarte a pasar a su casa, a un espacio mucho más íntimo? ¿Cuánto a que ya has asumido que tendrían sexo? ¿Qué pasa si ella no da muestras de querer que suceda algo más y se desentiende de ti? ¿Qué haces? No veo ninguna escuela creando estos escenarios hipotéticos para su alumnado.  

Pasa algo muy curioso en estos tiempos de destrucción patriarcal y un nuevo modelo de sexualidad matriarcal. La sexualidad patriarcal constaba de la monogamia, en donde cada varón había de encontrar a una compañera para lo que se suponía tendría que ser toda una vida. En el modelo matriarcal la sexualidad es fortuita y sin compromisos afectivos, lo que puede llegar a desconcertar a varones inexpertos que buscan relaciones de largo a mediano plazo que les garanticen una vida sexual y afectiva plena, lo que puede provocar frustración y por ende agresividad. Hablemos claro entonces, hagamoslos entender este nuevo modelo, con todos sus pros y sus contras, así ellos al menos tendrán el poder de elegir si entran al juego o se excluyen del mercado amoroso. 

En este punto la llamada "píldora roja" ya ha dado avances. Una vez excluidos de este mercado pueden ser célibes y centrar su vida en proyectos personales, o buscar formas más directas para tener sexo suprimiendo la parte afectiva, a manera de contrato, como ocurre en la prostitución.

Fantaseando, a mí me encantaría que se inventaran robots femeninos para llenar esos vacíos en la sexualidad masculina que el modelo matriarcal está imposibilitado a cubrir.

jueves, 7 de abril de 2022

Qué tipo de hombre soy

 La teoría conspirativa de la extinción vía alienación humana marca este episodio: los machos se dedican a acicalarse o a pelear entre sí, las hembras absorben los roles de los machos. Con lo complejos que somos, teníamos que inventarnos todo un movimiento social y totalitario (porque si no eres parte estás en contra), para cumplir este momento. 

No encontré un modelo sano de masculinidad en mi familia, aún teniendo padre, tíos, un hermano y primos mayores. Entre mis maestros lo encuentro en mi adolescencia y más tarde en una etapa ya avanzada de mi juventud. Tipos estoicos, que gustan de reflexionar y cuestionar el mundo, desconozco sus vidas intimas, al contrario mio lucen muy formales. Quizá debieron llegar tales modelos antes en mi infancia, porque a pesar de profesarles admiración, sé que no puedo ser como ellos. Me faltaría disciplina y responsabilidad con la sociedad, me faltaría no solo encontrar el equilibrio sino renunciar al caos y a la asimetría. Y estos dos últimos conceptos me confieren un rasgo identitario que no encuentro en ellos, y que me hace sentir orgulloso de ser como soy: la creatividad o el ingenio. 

Así que emprendo un viaje solitario para explotar este rasgo. Encuentro en mí el arquetipo del mago, del loco o tonto que se lanza a lo desconocido, del ahorcado al sacrificar el estatus y una vida benévolamente aceptada como adulto por alcanzar una lejana autonomía y libertad y finalmente el ermitaño, porque me hace extraño ante amigos, familiares y conocidos, me aísla y me enfrenta contra mi ego. 

Puedo ser hombre sigma u hombre omega. Todo dependerá del resultado de mi esfuerzo. Por el momento es cierto que soy más omega.  

Los hombres somos buenos creadores. Como ya lo decía Esther Villar y Arreola, me extraña que todavía no hayamos creado fembots o androides feminas programadas para que tengamos una vida sexual y afectiva plena los menos afortunados, en mi caso, por preferir instintivamente mujeres un tanto más "bonitas" que el promedio y no poder ofrecer estabilidad económica para una relación de mediano a largo plazo, sumado a la incapacidad de entablar relaciones intimas sin involucrarme afectivamente.

De repente pienso, quizá debo meterme a robótica e informática y hacer del sueño la realidad. Pero reconozco que mi centro, dónde yo me siento más pleno, es en la escritura, y ahí puedo vivir en el sueño e inspirar a quienes puedan a transformar la realidad.

Espero que ninguna mujer quiera nulificar mi masculinidad esforzándose por ser como yo, ejecutando la receta que he escrito aquí, o que quiera entrenar a su hija a mi ejemplo. Pero habrá de pasar, si la teoría es correcta.

lunes, 28 de marzo de 2022

Monogamia o poligamia


No me importa que la poligamia sea natural en el ser humano, comprobado científicamente y todo. La poligamia nulifica mi sexualidad. Así como algunos no soportan el romance, así yo no soporto la conquista. Qué desgastante estar en una búsqueda nueva cada que tengas ganas de sexo. Me repugnan los que ya tienen todo un guión para acceder a aquello, como si la interacción afectiva fuera un obstáculo que se puede evitar con la correcta manipulación de las emociones. Un detalle por aquí, un alago por acá, indiferencia para volverme deseable y un poco de conversación para ser aprobado dentro de los hombres que sí pueden entrar a su alcoba. 

Un youtuber llamado Roman dice que la exclusividad es posesión, yo digo que la exclusividad es responsabilidad afectiva, es entregar nuestra confianza y hacerlo evidente en actos, es ese pacto implícito al que tienen miedo algunos porque sienten que ya no podrán interactuar eróticamente con más mujeres u hombres. Inseguridad, dice él. ¿Qué acaso la seguridad es tener una pared emocional que no te permita sentir un vínculo más profundo de lo que una amistad permite? Quizá deberíamos conocer el nivel de enamoramiento al que podemos llegar y si es compatible con nuestra pareja. Para Roman dura poco, evidentemente, y la poligamia le favorece. Para mí dura tres años y luego de siete años regresa. Pero no hay pactos implícitos para relaciones de 3 años con intervalos de 7.

Y sobre la posesión está equivocado. No poseemos a la pareja, poseemos una relación, algo que juntos vamos construyendo, algo que es difícil de mantener en pie y sacar adelante. Es lógico que nos dé miedo perder eso, pero no por eso vamos a dejar de intentarlo. Si no hay confianza, sinceridad y respeto, como personas maduras que somos, entendemos que no va a funcionar y debemos soltar esa relación. También aceptar que el vínculo se ha desprendido y ser honestos con nuestra pareja, es un acto de amor. Ahí está la diferencia de una persona tóxica a una sana, y ni siquiera hace falta una relación para vivirlo. Me ha pasado en enamoramientos que no culminan en absolutamente nada.

El amor, que es aceptar al otro con todos sus defectos e imperfecciones, es aún mejor para las relaciones monógamas. Ojalá todas pudieran incluirlo, pero es complicado, sobre todo por los tiempos en los que nos tocó vivir, en el reino del ego.

jueves, 10 de marzo de 2022

Una buena razón para ir a terapia

 Una buena razón para ir a terapia es revivir afectivamente. Liberarme. Me cuesta dar afecto. Veo en mi familia una barrera. No es que no los quiera, es que no siento que quieran mi cariño. Cuando era niño lo poco que recibí de afecto me daba mucha felicidad. Pero conforme fui creciendo el afecto que yo demostraba parecía contraproducente. Si de por sí, en mi núcleo familiar es escaso; solo en los cumpleaños nos abrazamos y a veces lo siento más un compromiso que un gesto sincero.

Tengo la fantasía de que encontrando a la mujer indicada encontraré liberarme afectivamente. Ya no me importará que en mi familia me vean como un tímpano de hielo, pues habrá alguien que siempre desee que yo la abrace y acaricie. 

También es todo un problema para mí separar el cariño de lo erótico. Algo me habrán hecho o algo no habré hecho, para desarrollar un límite claro. Mi adolescencia fue un lapso carente de afecto, todo era resolver el morbo que crecía en mi interior. En mi infancia recuerdo algunos episodios de desprecio. Mi tía de un día a otro dejó de sentarme en su regazo; luego a una edad adulta descubrí que era un poco misándrica. Tal vez por eso al enamorarme me siento como un niño, libre de la barrera que se me impuso por haberme transformado en hombre, y por eso creo en el enamoramiento como vehículo de salvación.

Pasó lo mismo con el piojito que me hacía mi prima; entré a la adolescencia y olí diferente, mi cabello también cambió, se volvió rizado y duro. Ahora era un ser repulsivo o para ser más justo y bondadoso, era un ser sin encanto. 

Recuerdo que intenté cambiar el ánimo de la perra de mi tía, irónicamente llamada Dulce, con un abrazo. Supongo que inconscientemente reflejaba mi necesidad. Era un ser que no me lastimaría emocionalmente... bueno, no me lastimó emocionalmente, sino físicamente cuando me mordió la cara y mi experimento no funcionó. Aunque en la juventud repetí el experimento ingenuamente con una musa de pantano. Y poco después de haber sido mordido, en la primaria también intenté acercarme a la niña de mis sueños y fui repelido enérgicamente contra el piso; nos habían colocado juntos en la misma mesa y ella trazó una línea imaginaria que yo desafié juguetonamente. 

Recuerdo que cuando me entrenaban para la primera comunión, había una catequista joven y bonita que me quería mucho y me demostraba afecto. No creo haber estado enamorado de ella, pero mira que hasta de recordarla se me alegra el corazón. Siempre fui consciente que yo no le interesaba, solo me tenía ternura, como se le tiene a un bonito perro. Y es justo porque si hubiera sido algo diferente habría abusado de mí. Terminó el adoctrinamiento y terminó el cariño.

Realmente no recuerdo ningún abuso en mi infancia, solo el abandono afectivo. 

Y ahora en mi vida adulta, mi familia me dice que yo no soy muy cariñoso. De inicio me dio mucha tristeza, luego me dio coraje, porque ellos debieron enseñarme a serlo a no desterrarme de afecto por no cumplir sus parámetros de ternura. Ya quisiera encontrar a aquella mujer que me permita ser el hombre cariñoso que seguramente si soy. La novia que tuve podría saberlo, podría ser juez y emitir un veredicto y entonces estar seguro que encontrar a la indicada me liberará.

Y ahora resuena en mi cabeza "eres el chico más lindo entre mis contactos" y "me gusta tu forma de ser" de mi musa de pantano. Y todo se vuelve a repetir. Nuevamente el abandono. "No te debería importar que te rechacen". La publicación inmediata de lo más lindo que le han dicho, por supuesto que otro tipo y ser tratado como acosador por ir a verla al trabajo para cerrar el ciclo y poder conciliar el sueño. 

Ayer, antes de llegar a la reunión familiar, una mujer, madre soltera, ojos preciosos, cabello oscuro, delgada, a la altura de un beso, me miró como a un hombre atractivo, y eso fue lo mejor del día. Soy afortunado porque una mujer hermosa me miró como a un hombre atractivo y lo atesoraré en mi corazón como una dulce y tierna caricia, aunque claro, caducará.

El afecto que acumulo será para la indicada... a menos que no tenga más opción que intercambiar quien lo acepte por dinero.

Por supuesto, tengo que ver al psicólogo, aunque no quiero que todo se centre en mi trabajo y cómo lo elegí para tener algo seguro, donde no me maltraten y orillen a renunciar por mi forma de ser (desafiante, cuestionadora, reflexiva, distímica, existencialista)  y en dónde poder expresar mi creatividad a mi ritmo y sin condiciones.

domingo, 6 de marzo de 2022

Romantifóbicos

 Antes de hablar sobre el tema quería compartirles un tip, que me dio mi hermano, para relajarse un chingo y aminorar las inseguridades de la comparación. Hay muchas buenas tácticas que me compartieron mis amigos, pero esta en particular me ayudó muchísimo. En el original se trata de agradecer detalles en tu día a día o experiencias  que te han formado para ser mejor. Como soy agnóstico casi ateo, me resultó un poco hipócrita agradecer a algo y preferí usar el considerarme afortunado. No funciona como una receta de cocina en que repites aquello en lo que se supone te deberías sentir afortunado porque otros dicen. Cada quien tiene sus propias prioridades en su sentir y en su esquema de valores. En mi caso, haber conocido a ciertas personas, tener a mis padres, amigos que se preocupan por mí, con quien comparto maneras de pensar, mascotas que me hicieron suavizar mi trato, etcétera. 

 Ahora sí. 

La romantifobia se da mucho en grupos de clase media y alta, de alta escolaridad. No por eso significa que sea una cualidad de inteligencia. Más bien es una reacción extrema de raciocinio simple. Si bien es cierto que el pensamiento romántico puede degenerar en prácticas tóxicas, posesivas y pasionales. Como en Un mundo feliz, me niego a vertirme al extremo opuesto, a ser un romantifóbico. 

Los romantifóbicos evitan enamorarse; para ellos es un sentimiento pérfido, instintivo, que te hace cometer locuras. Hay razón en ello, sí, es que en razón no escatiman. Y es que enamorarte no es de a poco, es un caudal que te arrastra entero. De repente existe el cielo, el cielo de la serotonina. No quieres que termine. Lo peor es que cuanto más dure más necesitarás de sus efectos y temes termine. Pero por ahí he oído decir, que es de cuerdos tener un vicio en un mundo como este, en donde friccionar con conocidos y ajenos se vuelve parte de la norma, y no una excepción; el estrés por la inestabilidad económica; las carencias afectivas con sus traumas y trastornos que heredamos de una crianza en donde nuestros padres sacrificaron su paternidad o maternidad para que no nos faltara techo, medicinas, educación y comida. A lo mejor es por eso que la romántifobia se da más en clases acomodadas. 

Entendamos el enamoramiento como un vicio, pero a diferencia de cualquier vicio, este no lo puedes comprar clandestinamente. Quizá lo mejor sea dejarse llevar y aprovecharlo conociendo su escasez. Y me pregunto si esta escasez no deriva de las olas feministas, que derivan, según mi teoría conspiranóica en que todo movimiento social tiene una maquinaria biológica detrás, de la cual, sacan sus fortunas los políticos y empresarios, pues conociendo el molino, solo falta poseerlo. Y cuando hablo de biológico me refiero a alienación conductual, que es lo que venimos padeciendo debido a la sobrepoblación. No, yo no tengo la solución, los estudios sugieren que la extinción es inevitable. Si decreces la población no cambias su conducta, si cambias su conducta a ese estado "normal" de reproducción, no cambias la sobrepoblación, crece. Es complicado. Un joven muy educado me dio la mejor respuesta: "Está bien, ya hicimos mucho daño". La resignación es el último paso.

...eso o Un mundo feliz. 

A algunos les gusta ese mundo prometido; drogas por aquí y sexualidad por allá, sin vínculos afectivos, o vínculos que se limitan a una relación sencilla, de confianza, como la amistad. ¿Pero cómo es que la amistad forme parejas si se puede ser amigo de casi todo el mundo? Y en el extremo romantifóbico habrá quien reniegue de los individuos ideales. ¿Y por qué no personas indicadas? Ni solo amigos, ni dioses a los cuales adorar. Habría que aceptar que nadie tiene todo lo que buscamos en una pareja, y que el enamoramiento termina, así que por qué evitarlo.

Es bueno saber que el enamoramiento en las mujeres no dura demasiado. Suelen tener estándares demasiado elevados y su enamoramiento dura hasta que conocen al sujeto mejor, en aspectos menos glamorosos y los bajan del pedestal... eso o dar pie al amor. A veces hay mucho estatus para absorber seguridad y dura un poco más el enamoramiento. Es bueno saberlo para aprovechar el instante. Pero las cuestiones éticas fastidian e incluso romantizar en que la indicada ha llegado y una época de felicidad se aproxima, que solo falta conocerse mejor y bla bla bla. Hay que bajarle un tanto a los desibeles, sin volvernos romantifóbicos y reprimir la fantasía. Claro que como hombres esas fantasías culminan en sexo. Entonces ¿menos volumen? A lo mejor menos volumen significa una bonita amistad, perfecto para un romantifóbico, realista. Pero no para mí. De menos rozar su mano en complicidad, y rezar por que mañana me mire como hoy, un día a la vez, maldito adicto. 

Luego sigue vivir el micro duelo estoicamente. No señalizarnos como que no lo merecemos, o que algo nos falta, o echarnos los defectos a la cara. Saber que son los tiempos que vivimos, que es la naturaleza la que juega en contra nuestra. Cuánto dolor me hubiera evitado de entenderlo, cuánto tiempo perdido. Pero el duelo es el duelo, ese tramite no se puede omitir. Dedicarle un día a despedir las posibilidades que merodeaban, hacerles algo lindo, una comida, una salida, una visita a un buen amigo.

También es gacho saber que la vejez va agotando los episodios de enamoramiento. Y los duelos son más largos, porque implican renunciar más en definitivo a posibilidades que en otras épocas el romance hubiera cumplido; tener hijos, que alguien esté a tu lado al enfermar, que te cuide, la sensación de compañía sin importar lo arrugado y arruinado que estés. Cosas que son parte del amor, más que del enamoramiento. Ese día a día, en espera de que el enamoramiento continúe, es también la espera por que el descubrimiento no termine en decepción y descarte, sino en amor romántico, como es amor, te hace feliz que el otro lo sea, aunque eso implique apartarse de su camino. ¿Pero qué edad será adecuada para un último enamoramiento?

  

lunes, 28 de febrero de 2022

Te extraño

 ¿Qué nos faltó por vivir? 

A mí me faltó amarte con las recamaras del corazón vacío, sin quimeras. 

Me queda el consuelo, de que no podía ocurrir de otra manera, como (ejemplo tonto) cuando aposté un empate de alto momio, me arrepentí, vendí el boleto y resultó ganador (antier). Puro aprendizaje. El consuelo de que había que aprender. 

Luego de ti, me atiborré de autoconocimiento. Soy otro. Soy un hombre más feliz, menos estresado. Hago lo que me gusta. Sí, me siento perdido, pero leyendo entradas anteriores, creo que elegí correctamente. Es mejor vivir perdido que vivir atado a un mundo en que no funcionas. Tú lo hubieras entendido, nadie más. Pero fue un proceso largo para que yo lo entendiera y aceptara. Necesitaba esa soledad, necesitaba soltar lo que no era para mí. Me sorprende que sean años, y no uno, o dos, sino hasta 5 o 7 los que requiero para procesar lo ya vivido. 

Todo el lapso de soledad; una montaña rusa de inseguridades. 

Amo lo que fuimos. Jamás te había valorado más de lo que ahora lo hago. Había mucho cariño y comprensión en nuestras conversaciones, de repente me salía  lo huraño, pero verte y estar contigo me ablandaba. 

Me faltó decirte te amo, justo en momentos como este. En momentos en que me apoyabas o cuando te entregabas a mí con convicción y sin miedos. Cuando tenías detalles y te mostrabas tierna, era buen momento para decírtelo. 

Me faltó tener detalles para ti. Pero siendo justo conmigo, mi forma de amar es más de dar tiempo de calidad. 

Ahora me preocupa convertirte inconscientemente en mi nueva quimera. Buscar absurdamente a alguien como tú. No hay nadie como tú; creativa, compasiva, tierna, aunque dura por fuera para los desconocidos, justa, inteligente, linda, bonita, risueña, sabia, femenina, sensual, comprensiva, orgullosa. Ay, Uriel, que imbécil. Al parecer sí eras una suerte de divinidad, y yo sí tengo algo de indigente. 

¿Qué hago ahora? ¿Un altar?

Aún conservo un montón de cosas tuyas que nunca quisiste quedarte, porque el plan era olvidarme. Las calcetas, los condones no porque caducaron, la libreta, los dibujos, la carta, el conejo se quebró, a lo mejor los zorros eran más nuestro animal. Hago muchos zorros, son un éxito. Tan independientes... pero en manada se ven mejor. Ese desde ahora y para siempre, será mi tributo en tu honor, por lo que fuimos.

Ya ves, ahora te extraño más. 

Hay hombres muy seguros allá afuera, deseo que hayas encontrado alguno, uno valiente, que te cuide, que te trate lindo y te haga reír. Y si no, es porque ningún patán te merece.  

En mi honor, dejaré de buscar. Estoy cansado. No tiene sentido. Quimeras, quimeras, quimeras, ¿qué hago con las quimeras? Personajes y figuras tótem, eso hago. 

Un dulce abrazo sensualoso para ti. 

domingo, 20 de febrero de 2022

 La obstinada desfragmentación de la seguridad  por vía de comparación. Por supuesto que tenía que suceder al visualizar un campo estéril en materia de sexo, amor y afecto. Una necesidad básica para todo ser humano. 

La primera comparación es fácil de superar: "Ellos tienen sexo, amor o afecto y yo no". Antídoto: No ha llegado la indicada.

Es en el segundo nivel donde se complica: "¿Qué tienen ellos que yo no? Estabilidad unos, los que tienen amor y afecto; seguridad los otros, los que tienen sexo." ¿Qué antídoto me recomiendan para esta? 

¿De dónde proviene mi seguridad cuando la tengo? Bueno, de que me salgan bien las cosas, de que me traten como un hombre atractivo, de algún alago sobre mis valores o mi forma de ser, de contemplar aquello que he logrado y reconocer las posibilidades que tengo para hacer más y mejores obras, de tener estabilidad, de algunos rasgos físicos que me gustan en mí y trabajar los que tienen potencial, como mi abdomen, por ejemplo. Para muchos funciona el poseer ciertos signos de estatus: una pareja, bienes materiales, riqueza. Aunque poco, también me funciona ser sincero conmigo mismo, no engañarme, es una forma de quererme. Estoy pensando hacer mantras de las virtudes que me hacen atractivo para no necesitar esperar recibir cumplidos. Son pocas: ser amable, sincero y justo. ¿Y qué en esta lista entra en terrenos narcisistas para no hacerle mucho caso y no acabar trastornado? Precisamente el alago (si por eso lo decía), los rasgos físicos y lo de los signos de estatus que igual eso no se me da. 

 ¿Y la estabilidad en dónde se consigue? esa posiblemente no llegue o tarde años en llegar. ¿Entonces sí tengo que renunciar a una relación de pareja? Eso parece...

Qué mal, porque se me hace muy difícil una vida sexual sin ese componente, por no decir imposible... ya saben, hacerlo con quien te sientas amado, con quien confíes ¿se puede eso fuera del amor?

La reacción de ayer

 Una tontería.

Una por una mis opciones de pareja desaparecieron, las descarté, me descartaron, o no había manera. Y en un día aparecen en el mundo virtual dos deslumbrantes especímenes femeninos sacados de mis más profundas fantasías. Dudaba de su materialidad ¿alguien quería fastidiarme? 

Harto de las conversaciones que no llevan a nada; cansado de explicar más o menos qué me gusta, lo que hago y todo eso; aguijoneado por la amenaza de una gran oportunidad desperdiciada, quizá mi última dentro de quién sabe cuántos años, decido invitar a una a salir, luego me arrepiento, me entra una gran inseguridad al ver su edad y su calidad de vida; compararla con la mía. Pero también saco de la memoria una cita fracasada muchos años atrás por esta idea de que podría estar con cualquier mujer, siempre y cuando me guste. Aquella vez no había nada en común. Esta vez  podría ser igual... y reculo. 

No sé qué necesito saber de ella para sentirme seguro. Experiencia artística, resuelvo. Porque quienes me han correspondido por más tiempo han tenido dotes artísticos o tendencias artísticas. En vez de preguntarle sobre esa cuestión, cambio mi perfil advirtiendo de este detalle para que podamos salir y entonces hago match con una chica bellisima, muy mi tipo, y le pregunto de su día. No hay respuesta así que al día siguiente le planteo mi oferta de salir a caminar. No hay respuesta. 

Me consume bruscamente la idea de que soy pésimo tratando con mujeres que me gustan. Trato de dilucidar por qué. De lo poco que conozco sobre atracción femenina le doy un peso enorme al estatus. Ver parejas mayores (los jovenes son aparte) en mi ambiente laboral de ventas, donde los hombres siempre son pudientes y las consienten comprándoles detalles, me pone mal. Pensar en mis amigos y conocidos con pareja, en donde ambos comparten el mismo nivel académico, me pone mal. Saco conclusiones. Atracción femenina = estatus (incluido nivel académico). Si por conseguir mis sueños he renunciado a esos caminos, por lo tanto he renunciado colateralmente a estas dos chicas virtuales que por ahora representan mi única y última oportunidad. Esto se volverá a repetir en toda mi vida, me digo, ya no quiero sufrir, así que debo renunciar a encontrar a alguien con quien compartir mi tiempo y brindar cariño recíprocamente.

Renuncio. No sé si he renunciado. Estoy muy cansado y adolorido por semejante conclusión. 

viernes, 18 de febrero de 2022

¿Para qué?

 Renunciar ha sido una constante en este rumbo ebrio. Porque para qué, ¿para qué el título académico? si me hubieran dicho en aquellos tiempos estudiantiles que ya la mayoría de mujeres estudian y que estas se emparejan con chicos de su mismo nivel socioacadémico o más altos, quizá hubiera tomado más dedicación en completar los cursos. Pero ciertamente habría de trabajar en algo no creativo, o creativo bajo la dirección de alguien más... y entonces para qué hacerlo. Tener pareja y ahuyentarla con un pesar del diablo porque no soportas tu trabajo. Afortunados los que aman su profesión, porque de ellos es el reino del amor.

Incluso cualquier empleo, por más simple y que sirva solo para manutención, hay que dedicarle la vida, la vida que es tiempo, el tiempo que cuaja en dinero. Son más de ocho horas diarias. Si fuera por mí, algo que no te aporta para desarrollarte intelectual y psiquicamente, que solo te da lo necesario para sobrevivir, le daría cinco horas máximas al día. Es cuestión de prioridades, lo que hay ahora es que sobrevivimos y utilizamos ciertas actividades espirituales como sustitutos del verdadero crecimiento. Es difícil dar un ejemplo cuando todo ejemplo es una realidad. Un artista les da unos botes de pintura a unos niños y los hace sentir lo que es expresarse por medio del color y los contornos, pero no son niños. El yoga, la lectura, los talleres artísticos, los videojuegos, la turisteada, pueblear... el triunfo de la experiencia, pero ¿para qué?

Debe haber algo más significativo que la pura experiencia. Un vinculo religioso para los afortunados que conservan la fe y los procesos mentales mágicos de nuestros ancestros, porque de ellos es el reino espiritual. 

¿A dónde tengo que encaminar mi rumbo? Tengo que intentar ser un adulto funcional a mi manera ¿para qué? para sentir que sirvo siquiera para algo tan básico como eso. Y es aquí donde te digo, que no te maltrates. Si las renuncias de las que hacías mención anteriormente eran para eso, ¿cómo esperas acceder a ese mundo así de fácil?

No sé por qué soy así. Me corto el cabello porque detesto cómo me lo dejan las estilistas. Pero hay veces que noto mi sombra ante la sociedad, esa sombra de locura, de informalidad, y me siento mal, me siento un chiste, una ofensa. Pero en serio no soporto verme cuadrado y simétrico, como un maldito hombre del montón, una figura de la época, lista para conducirse como se espera de un hombre; todo un caballero, chambeador, optimista, con ambiciones de estatus. 

¿A qué más debo renunciar entonces? Mejor sería enfocarme en lo que me importa. Sí, el horno es importante porque es bien jodido los límites y desgaste físico de la quema al carbón. Ser artesano es importante porque me permite conectar el adentro con el afuera. 

Me cuesta mucho renunciar a la esperanza de un enamoramiento recíproco, de encontrar una mujer con quien haya química y hacer una bonita relación de pareja. De repente, recurro a mis recuerdos y encuentro un par de enamoramientos recíprocos, pero ¿por qué no sucede nada? resulta que ya tenían un compromiso, resulta que son demasiado maduras para no dejarse llevar por las emociones, lo que significa que no soy suficiente para ser un digno candidato sin las emociones. Renuncié al camino que te hace ser un digno candidato. AAAAAAAAAAHHHHHHHHH NO LO SOPORTO!!!!  NO LO SOPORTO, NO LO SOPORTO, NO LO SOPORTO  AYUDENME.


domingo, 23 de enero de 2022

¿De dónde viene este sentimiento de incompatibilidad?

 Quizá sea esta tolerancia a todo, que acoge todas las formas de expresión, pero que no tolera la intolerancia. Y en verdad creo que hay que ser respetuosos con el prójimo, pero en ocasiones algo me desagrada de alguien; una actitud, un tipo de mentalidad, una conducta sexual, el fanatismo, la tolerancia a todo, algún pensamiento mágico que se cuela en las creencias de la mayoría, desde las clases bajas hasta las élites. Y me quiero dar la libertad de expresarlo y de explicar por qué, pero a la vez es como si hubiera una desaprobación general, ya no cuando piensas de manera distinta, sino cuando manifiestas tu desagrado a todo aquello con lo que no te sientes identificado. Es como si estuvieras incitando la violencia desde su etapa más germinal. Aunque parte de aceptar nuestra humanidad es conceder que podemos sentir repugnancia, odio, fastidio e incomodidad ante aquello que en apariencia resulta contrario a nosotros. Y a veces el camino para asimilar al otro es entenderlo, y a veces ni así, porque hay fibras más profundas amenazadas, porque hay estructuras sagradas en juego (entiéndase desde un punto de vista antropológico, no religioso). 

Otra cosa es no traspasar ciertos límites. Evitar caer en criticas superficiales, reconocer si lo que siento es personal, por ejemplo, si de repente hubo un ataque de indirectas (pues así es como manifiestan su desagrado hoy en día), asumirlo personal y tomar medidas para distanciarme de quien me violenta. No emprender acciones para erradicar al otro, ni siquiera tratar de cambiarlo, sobre todo si tienes algún puesto de poder o injerencia política. Y no tomar una postura de superioridad moral, cultural o intelectual. 

Luego pasa que a pesar de tanta tolerancia, existe un código de vida moderna que todos acogen y que margina a quienes no. Si por ejemplo, busco en la vida dejar algo de trascendencia, o cambiar algún fallo del sistema, seré visto como un megalómano. Porque siendo tantos, es ilógico que una sola persona transforme un sistema, aunque solo a unos pocos beneficie dicho sistema, no nos guste dicho sistema, no creamos en dicho sistema... pero como la alternativa conocida resulta igual o peor, preferimos olvidarnos del tema y votar por los menos malos, votar, ser ninguneados, echar la culpa a la clase élite, que asume su rol de villano, sobrepasado en responsabilidades, y disfruta del poder y los privilegios.

El código de vida moderna está hecho para personas que crecieron en familias funcionales, o si no fue así, que lucharon para ser como aquellos que crecieron en familias funcionales. Sin trastornos y sin inseguridades. Un camino académico profesional y laboral que si se logra cursar sin disrupciones sociales te brindará una pareja con quien conformar una familia, techo, estabilidad, o la posibilidad de vivir experiencias de éxito moderno, como viajar por el mundo, conseguir un cuerpo de revista, en cuanto a vestimenta estrenar conjuntos por estación y objetos de estatus: autos, relojes, joyas, mascotas... y compartir todo eso en redes sociales.

Lo único que me afecta realmente de haberme perdido esos logros es la parte de conseguir una pareja. Lo demás no me importa. ¿A qué tipo de pareja potencial aspiro fuera de ese camino? hippies, punks y madres solteras cuyas vidas modernas se han visto truncadas por un hijo no esperado. De las hippies me desagrada lo que hablaba en un principio sobre la tolerancia, de las punks que suelen ser fanáticas de alguna ideología, y solo de las madres solteras me hace un ligero ruido el ser parte de esos hombres que han sido descartados como material reproductivo en su juventud, porque además no me interesa la paternidad, que es lo más irónico, pero el hecho de ni siquiera haber sido considerado como potencial padre de sus hijos hiere mi orgullo masculino, y es una tontería, no hay nada personal, cuando ciertamente pude haber actuado muchas veces como el patán embarazador y me contuve por querer iniciar mi vida sexual con alguien en quien confiara, luego me enamoré de ese proceder y lo adopté como parte de mi sexualidad. Conseguir por lo menos estabilidad económica es mi última esperanza para ser minimamente atractivo como potencial pareja.

Todo el sistema que conforma mi vida cotidiana, enfocada en alcanzar mis metas literarias y artesanales, ha sido un logro para compaginar el adentro (la distimia que merma mi calidad de desarrollo para ser un adulto funcional, mi espiritualidad creadora y mis valores) con el afuera (que es el sistema económico y social) pero que aún así no llega a ser compatible con el código de éxitos de la vida moderna. Yo no funciono fuera de mi propio sistema; caigo en apatía, desidia, abandono, las tareas que me asignan no cuajan con los parámetros de tiempos y extensión esperados, incluso intencionalmente me saboteo, no soy competitivo, la frustración erosiona mi autoestima, porque no soy capaz de conseguir lo que otros sí. Quizá por esto decidí hacer lo que otros no hacen, para ser capaz de conseguir lo que otros no. 

Me he aislado para no ver el camino del éxito moderno, pero teniendo tantos amigos y conocidos que lo transitan, suelo estrellarme con sus modos y costumbres, como un aborigen se estrella con la civilización.