viernes, 30 de abril de 2021

Los tres filtros cormoránicos

 A casi 33 años ya es hora de replantear a escrito los filtros y expectativas sobre la mujer que me gustaría de pareja. 

El primer filtro es biológico. Los ojos para mí comunican más que las palabras y reflejan el carácter; en mi escala biológica están por encima de todo, incluso de los atributos sexuales. En escala de 5 unos ojos tiernos, soñadores o sonrientes tienen un 2. Luego vienen los atributos sexuales de a 1 cada uno. Luego lo más cercano a un fetiche que poseo, que es el cabello oscuro 0.5 y finalmente con apenas un 0.1 las fijaciones que llamo erróneamente fetiches: cola de caballo alta, busto extraordinario, aroma dulce, botas, calcetas, trenza gruesa, cabello corto, calzas grises, incisivos sobresalientes, nariz estrecha... 

Una chica de 2.2 llama mi atención, a una de 2.8 no puedo dejar de mirarla. 

El segundo filtro es de compatibilidad. No soy muy exigente. Como mi vida es sencilla busco a alguien de gustos sencillos. No me interesa su dieta, ni si pasa medio día en el gimnasio o en el trabajo, o si siquiera tiene uno, no me interesa si tiene estudios, siempre y cuando sea de mente abierta, incluso en aspectos conservadores, y que le guste descubrir cosas nuevas, ya sea leyendo, mirando documentales o asistiendo a museos. Es decir, que no esté casada con una ideología o religión.

También es sumamente importante que seamos sexualmente compatibles. La moral relajada en ese aspecto es totalmente incompatible conmigo. Tampoco le entro al sexting ni al sexo casual de una noche. Sí a un sado ligero, que me domine y maltrate y sí a los juegos pre.

Sobre proyecto a futuro, no tengo intenciones de tener hijos pero no descarto la posibilidad si la relación funciona y ella lo desea.

Finalmente, tener un humor compatible es básico. En las nuevas generaciones detecto incompatibilidad por el uso desmesurado de los medios de comunicación, que trae consigo toda una cultura de memes que se van volviendo obsoletos en cuestión de semanas. Es un tanto fastidioso tener que estar al tanto de el top 5 de cosas graciosas en las redes para ser gracioso. Me gusta la ironía más que el sarcasmo. Y el humor negro y lo políticamente incorrecto mientras no se convierta en bandera o marca de personalidad. También las situaciones estúpidas me revientan de risa, pero en exceso aburren. Los accidentes, los juegos de palabras y los lenguajes ofensivos vagamente me sueltan una carcajada.

El tercer filtro es ético. Tres valores: Responsabilidad, sinceridad y empatía. Si es responsable y sincera con aquello que piensa y con sus actos, entonces no tendrá conflicto consigo misma y por ende no tendrá conflicto con el mundo, si acaso discrepancias. Y como yo seré parte de su mundo tendremos pocos conflictos. Si a esto le sumas la empatía, entonces tienes como resultado a alguien humilde, capaz de disculparse por sus errores, y a alguien fiel, que nunca te hará nada que te lastime. Claro que para esperar tanto también he adoptado esas virtudes como mías.

Ahora me pregunto, cuál será el filtro biológico de ellas. Juguemos un poco: 2 por estabilidad económica, 1 por la seguridad que él demuestre con su físico y atuendo respectivamente, 0.5 por altura y posición social, es decir que haya alcanzado cierto reconocimiento dentro de su círculo social. Los 0.1 serían habilidades, como ser buen bailarín, cantante, dibujante, escritor; o físicas como tener manos sexys, hombros amplios, ojos dulces, músculos, abdomen, pene grande, trasero... o de carácter, como ser educado, hacendoso, trabajador, atento, pulcro o rebelde. 

Son demasiadas cosas y seguramente en la mente de cada mujer los parámetros cambien de acuerdo a su edad o experiencias. Siendo para una adolescente los 0.1 más como 1 o hasta 2. Pero supongamos que es así tal cual ¿Qué puntaje obtengo? 2.5 Como dijo alguna vez una amiga "no estás ni guapo ni feo". Me faltan tres décimas para ser considerado, lo bueno es que son parte de mis metas, si algún día logro que se reconozca mi trabajo o bien, que este me dé para una vida estable. Por ahora soy  como el culo gordo y las caderas amplias de la versión masculina. Quiero ser los ojos y la cabellera oscura. 

martes, 20 de abril de 2021

Ando en celo

 Ayer tuve fiebre pantanosa, me hundí en ese lodo erótico de tu existencia, atenué la violencia psicológica que padecí hace 3 años, no le dí importancia, y aceptando que no llegaría alguien mejor me animé a proclamar un culto religioso a ti que sustituyera mi nula vida sexual. Por regla general este año tendría que llegar la indicada, ya pasaron los 3 años correspondientes. Tal vez eso explica mi desesperación.

Hoy me abandoné y literalmente soy un asco. Apenas unas horas atrás me puse a leer entradas anteriores del blog y me dio rabia haber sucumbido a la nostalgia como afrodisíaco. No la invoques. Porque invocas la confusión, la paranoia, la humillación, la indiferencia... era más el caos que los momentos lindos. No la invoques, no invoques esa tormenta. Las primeras gotas de atención y germinaban en mí nobles sentimientos, el agua arreciaba, florecían en mí intensas pasiones, llegaba la tormenta, me arrancaba del suelo y me proyectaba a la muerte.

Te amo porque acepto quién eres y entiendo el por qué eres así, respeto tu forma de existir. Me gustaría compartir mi vida con una cebra, pero una cebra necesita la pradera entera, yo siendo bosque obstaculizo sus instintos de hembra. 

¿Qué haré ahora? De verdad necesito una pareja, no soy como los alienados que se facilitan una prostituta y vuelven a sus tareas cotidianas. Necesito alguien que piense en mí, alguien en quien pensar, y que cuando lo haga me sienta fuerte, seguro, vivo. Que la visite al trabajo de sorpresa y se emocione al verme. Que quiera pasar tiempo de calidad a mi lado.

Me falta mucho. Como todo ser humano, necesito mi nicho de seguridad. Tener facciones armónicas no basta cuando eres varón. Y no funciona a través de valores porque son solo palabras si no hay con quien ponerlos en práctica, además, sentirte seguro por tener valores es una seguridad muy moralista que puede desviarse fácilmente a narcisismo, como el político o sacerdote que se siente ejemplo de rectitud. Algo sólido es sacar mi taller adelante, es como si mi talento se transformara en medios de subsistencia, reconocimiento social y tener un lugar en este mundo. También quiero ser independiente, porque representa la dignidad del hombre adulto. 

¿Qué por mientras? Puedo seguir buscando chicas compatibles en tinder; mañana me arreglo y me saco una foto reciente para promocionarme y a ver si hay suerte. O puedo ir con la chica hermosa de los churros y preguntarle por el cuervo que resultó apocalíptico. 

¿Cuánto falta para mi nicho de seguridad? Calculo que a lo menos, a finales de este año se consolida. Siempre calculo mal. No sé si pueda aguantar tanto. Pero si ya he aguantado tantos años hasta ahora, ¿cómo no será uno más?... me siento rebasado emocionalmente, agotado. Las veces en tinder son una mezcla de frustración y decepción. Frustración porque las que creo indicadas tienen una vida funcional en marcha, con sus nichos de seguridad bien cimentados, aunque ciertamente para las mujeres la belleza es nicho suficiente, pero la alienación las ha vuelto unas maestras en nichos de estatus. Y hay que estar a su altura para ser considerados, lo que es una weba porque es como si quisieras gustarle a un bato. Decepción porque las que me suelen gustar mucho ni siquiera contestan o terminan siendo incompatibles, o no sé, son personas complicadas, te descartan porque buscan algo fuera de lo ordinario, pero que luzca ordinariamente atractivo; ya sabes, con nichos de seguridad como una esposa, un auto, una casa, un trabajo, u holgura económica para viajar. 

Se me ocurrió una idea. Es que también las formas dan weba, que whattsapp rutinario, que face del diablo con mensajes sorpresa de histeria, que instagram de poliamor narcisista, pues no, mejor las clásicas cartitas de amor por e-mail.

lunes, 19 de abril de 2021

Acepto

 Han pasado años desde la última vez que te vi. Quería terminar el ciclo en aquel entonces, mi vida estaba muy deteriorada porque no podía pensar en nada que no fueras tú y sabía que no podíamos ser amigos ni nada intermedio. No dormía bien, ni configuraba mis metas pensando en mí, sino en ti; me sentía mal de no volver a la escuela para que me valoraras igual o más. Pero para qué necesita un artesano escritor estudios universitarios. Probablemente leo más que muchos universitarios y tengo proyectos más ambiciosos, pero esto no me otorga ningún estatus y por ello no me hace más atractivo. Cosas pendejas de humanos. 

Poco a poco voy ganando más seguridad, y me siento atractivo. Espero estés viviendo levemente esta pandemia y que te sientas tranquila.

Pensé que podría olvidarte con el tiempo, porque con las chicas anteriores a ti así ha sido; en su momento pienso que jamás las superaré y luego las vuelvo a topar y ya no siento nada por ellas, quizá una profunda ternura y nostalgia, como con cualquier viejo amigo. Supongo que la diferencia es que tú me correspondiste desde el principio, aunque no explicitamente; tus ojos y tu cuerpo eran muy elocuentes, así que de verdad estaba convencido que llegaríamos a estar juntos, sin importar me dijeras que era imposible. Quizá instintivamente lo digería como un reto. Como si pusieras a prueba al destino, como si quisieras nadar a contra corriente.

No me enamoré del trastorno. En parte sí, por lo intenso de aquellas emociones que tratabas de contener, pero la elocuencia de tus ojos no está en cualquiera. Me enamoré de la exclusividad que me dabas, de la mezcla de rudeza y ternura que despedías, te apodaba La chica ruda. Aún se me agolpa la sangre al recordarte. Teníamos cierta complicidad, eso me hacía tan feliz. Por supuesto que físicamente estás muy por encima de la mayoría, siempre pensé en ello más como una desventaja, porque tendrías a muchos hombres y mujeres merodeandote y no soy nada competitivo. Gente tratando de agradarte y disponible para cuando la necesitaras. A mí me gusta ser claro: me gustas, te lo dije desde el principio ¿recuerdas? a veces siento que destripo la magia pero es que ya viví el estar de amigo con quien te enamoras y es una puta tortura que juré jamás repetir. Así que cuando de repente me veía mirando tus fotos y todos los elogios que recibías, me negaba a ser uno de tantos, de incluso no ser tan elocuente para superarlos. Le decía a Reyna, ojalá ella no fuera tan bonita. Con tantas opciones a tu rededor y mi vida tan jodida mermando mi seguridad, siempre habría algún buen batman disponible aunque fuera simplemente para una noche.

Intenté conocer a otras chicas luego de ti, el proceso para olvidarte requiere enamorarme de alguien más, lo sigo requiriendo. Mi seguridad quedó destrozada tras nuestro último encuentro. Tuve que juntar los pedacitos y unirlos e ir comprendiendo la sexualidad mamifera-humana, en qué se fijan ustedes, ya no quiero ser descartado, me decía. Me olvidé del mundo y trabajé en mí personalidad y metas laborales, cero relaciones interpersonales. El problema es que eres irreemplazable. He conocido a otras trastornadas y sí, debe haber algo genético que las hace irresistibles, y alguien en mi infancia que me atrae a ustedes en mi vida adulta. Pero todas han sido incompatibles, o en todo caso renuncio al menor signo de maltrato psicológico. Me cuido, amor. Tú me diste indirectamente eso.

Estoy muy solo, pero sé vivir con ello, tengo rasgos esquizoides (no confundir con esquizofrénicos). Sé que no puedo tener sexo hasta tener un vínculo afectivo con cualquier chica que me resulte atractiva. Es una cúspide lejana, lejanísima, ojalá tú estuvieras ahí arriba, esperándome. Tengo que trabajar en mi seguridad para salir con chicas que me gusten, lo que implica sacar mi taller adelante y ser independiente a nivel que mi edad corresponde, estoy en ello. Luego encontrar compatibilidad, probé en tinder y es muy baja, no soy muy compatible, amor. Luego tengo que confiar en esta chica hipotética y eso lleva tiempo. Así que casi toda mi sexualidad actual se basa en imaginar mundos alternativos. Fantaseo en un harén con todos mis fracasos amorosos reunidos, recurro al hubiera o al futuro lejano absurdo en que nos reencontramos. Es probable que mi vida sexual haya terminado entonces.

El ciclo sigue abierto acá conmigo, o entreabierto. Sé que una relación es imposible, pero eso no impide que te ame, en realidad amo tu fantasma, porque no sé cómo eres ahora y me aterra echar un vistazo que me parta el corazón. Pero acepto eso, estoy bien con eso. Gracias por ser parte de mi vida, por enseñarme aunque fuera indirectamente a ser mejor persona. Aunque para ser honesto, estoy bien enfermo, estoy elaborando figuras de nosotros juntos. No te preocupes, soy malo haciendo rostros y probablemente no se parecen a nosotros, nadie nos reconocerá.

Un abrazo, y un beso en tu cuello. Así será mi primera pieza.

viernes, 16 de abril de 2021

Consejo para autoempleados, trabajadores libres o freelancers

 Si eres freelancer, autoempleado, trabajador libre o vas a ser parte de una cooperativa, te recomiendo establecer un código laboral para asociarte a otros trabajadores en tu misma condición o para exponer a tu clientela tus límites y requisitos. Lamentablemente muchas de estas reglas las implementarás una vez que los contratiempos, accidentes, malentendidos, fricciones y pérdidas se vuelvan parte de tu historial de experiencia. Malos momentos que preferirías no repetir. Si debido a uno de estos, partes nuevamente de cero, mayor razón para darte un tiempo de reflexión y entender aquello que ocasionó la ruina de tu proyecto e ir apuntando las pautas para que no vuelva a suceder.

Lo más básico son los horarios y tus honorarios. 


Apunta lo que puedes hacer y sobre todo lo que no puedes hacer; preferible evitar retos que te mantengan estancado en general, y si ya de plano lo quieres intentar, cobralo caro, establece un plazo máximo de entrega, mantén a los interesados informados del progreso y si el plazo ha terminado, reconsidera seguir intentándolo o aborta.

Hace poco, estaba seguro que si volvía a una cooperativa sería en términos de excluir todo tipo de ideologías en el proceso productivo, pero una amiga me dijo que las ideologías eran parte de ser humano, no me lo dijo exactamente así, y que ahí donde hay conflicto podemos encontrar acuerdos. De otro modo solo estaríamos aceptando todo lo que se nos dice como robots.

Sin embargo ¿qué ocurre con puntos de vista irreconciliables? Por ejemplo, si en las relaciones laborales masculinas tendemos a ridiculizarnos unos a otros, sin tomárnoslo personal, señalando lo poco hombre que es este o aquel o hasta uno mismo, y en función de cooperación solemos ser directos al solicitar ayuda y omitir frases de cordialidad y respeto como "podrías" o "por favor", porque se supone que todos estamos en el mismo barro, con los objetivos apuntando a una misma dirección y nos gusta lo práctico, sin miramientos. Y de repente hay una activista de género, que se ofende y claramente no puede entrar en esa dinámica y trata de deconstruir a los miembros para hacerlos masculinamente sanos o femenizarlos y mutilarles el léxico porque no siguen los términos que su ideología plantea como correctos. Tendremos aquí una docena de conflictos listos para florecer.

Es interesante. Una buena activista te dará todo un discurso de por qué su manera es mejor para todes, y la mayoría de hombres, que solo quieren sacar el trabajo adelante, lo aceptará sin rezongar, pero si existe una dinámica funcional para la mayoría, si es que son la mayoría, me parece que quien tiene que guardar silencio, salirse o adaptarse es el integrante que se siente excluido. De igual manera, en una dinámica femenina en donde el dialogo las salva de la monotonía y el humor es anecdótico, no vas a llegar a imponer tus maneras. O ponle tú que sea un trato no binario, protocolario de oficina, probablemente con humor random de la cultura pop, si la mayoría se entiende así, o lo tomas o lo dejas, así de simple, desentiendete de los roles de luminaria e inquisidor.

 


Pero qué hacer si no eres tú el reformador, si no un compañero. 

Lo más sano es el dialogo, el problema es que las ideologías tejen argumentos de justicia y libertad tan bien, que si no son ciertos pueden llegar a parecerlo. Y es difícil hacer entender al otro que le vendieron una mentira cuando éste ya la metió hasta lo más hondo de su ser y de su alcoba. El recurso de una mayoría me resulta bastante contundente, pero también se puede negociar e instalarse en zonas grises, nadie pierde, nadie gana. ¿Y qué pasa si el conflicto solo incumbe a dos y tú eres uno de ambos?

Para estos casos recomiendo que dentro de tu código laboral excluyas el trato de socios cuya ideología entre en conflicto irreconciliable contigo:

Si eres de tez oscura, nada de supremacistas

Si eres judio, padeces alguna enfermedad hereditaria o eres gitano, nada de fascistas.

Si eres inmigrante, nada de nacionalistas.

Si eres socialista, nada de capitalistas.

Si eres carnicero, nada de animalistas.

Si eres religioso, nada de abortistas.

Si eres mujer, nada de machistas (a menos que desempeñes un rol doméstico o sea indispensable el cosificarte).

Si eres hombre, nada de feministas radicales (a menos que disfrutes ser humillado y tratado como ciudadano de segunda (a lo dominatrix pero sin lo sexual)).

No es necesario que escribas NO TRATO CON FEMINISTAS, con un Cero tolerancia a actitudes misándricas bastará. Pero cumple, no seas la esposa que piensa que él va a cambiar o que igual se merecía la bofetada.

Ahora ¿Y si el problema en cuanto a relación laboral es a causa de un trastorno de la personalidad? ¿Qué tan raro sería un Cero tolerancia a manipulaciones? para dar la escusa perfecta de abandonar cuando sin darte cuenta te metiste en las fauces de un narcisista, porque obviamente no vas a hacer un test psicológico a tus socios antes de enrollarte en un proyecto en conjunto. La clave aquí es detectar la conducta mas perniciosa que en los datos sobre trastornos se enumera y que realmente afecte la relación laboral. Para el trastorno histriónico de la personalidad puedes elegir no un síntoma sino el efecto que genera el trato con una mujer histriónica, que en este caso sería despertar tu libido para luego ignorarte; podrías poner Terminaré la colaboración si me involucro íntimamente con mi socio. En caso que te involucres íntimamente con tu socio pero que este no de muestras de la sintomatología histriónica, y todo marche bien para ambas partes, puedes ignorar tu compromiso, no seas obsesivo. 

Y bueno, no olvides impedir el acoso sexual. Quizá eres hombre y te da igual si una mujer no cesa de buscarte o meterse en tu vida privada, pero recuerda que no solo eres acosable para las mujeres y que los varones tanto en la violencia como en lo sexual tendemos en lo general a ser más físicos.