domingo, 30 de octubre de 2016

Masculinidad

Estoy preparando mi blog para segmentarlo en varios blogs, hacerle la mitosis; Taquigrafía grajica se quedará con el material creativo: composiciones poéticas, cuentos y relatos; habrá uno exclusivo para textos como éste, ciclos, críticas, y demás miscelanea; y otro para asuntos políticos y para la organización social civil que estoy gestando.

Ahora vamos al tema de esta entrada.

La masculinidad se genera en el cómo integras en ti los roles que la cultura y la sociedad te ofrecen, o te imponen, dependiendo del ambiente en que te desenvuelvas, ofrecen o imponen. Hay cuatro variantes constantes en esta ecuación; el cómo te ven los demás, el cómo te ves tú, el cómo es que deseas ser visto y el cómo ves tú a los demás. Me saltaré explicaciones detalladas sobre cada una y expondré mi situación con aquellos roles altamente significativos.

 El padre

Considero que el papel del padre primordialmente es el de proveedor, pero este mismo ha venido decayendo a medida que las mujeres consiguen independizarse económicamente y pueden compartir los gastos de sus bolsillos. En este camino, y sabiendo de antemano que no tengo un trabajo fijo o mejor dicho, formal, sino que actualmente me hallo en la búsqueda de la subsistencia desde la labor artística, a la que me aferro seguir hasta sus últimas consecuencias, he determinado que debo destinar mis ganancias, en altas dosis, a mi propia manutención y proyectos. Para pronto y como consecuencia diré que no me figuro en un futuro con hijos. Pero en dado caso que las ganancias logren cubrir mis necesidades y se mantengan constantes y equilibradas, no me desagrada la idea de destinar parte a un ser querido. 

Por el lado emocional si me agrada pensarme como padre, pero sólo de uno, porque soy demasiado egoísta para dedicar mucho tiempo a la crianza.

¿Qué tipo de padre sería? no lo sé, pero pienso que no uno estricto; trataría de demostrarle afecto, aunque a un nivel mediano. Pondría normas, ya saben, mis sistemas, con sus partes de individualidad y de conjunto, de tareas y de esparcimiento. Me interesará sobre todo el aspecto de su formación; así que lo pondré a probar de todo antes de quedarse con algo. Apoyaré todos sus proyectos y condicionaré sus abandonos a aspectos racionales. Fomentaré los aspectos culturales a mi alcance, ya sea por mi propio gusto o su interés. 

La pareja

Antes estaba interesado en conocerme como pareja y lo descubrí no hace tanto. No soy muy buen novio y definitivamente no quiero ser esposo de nadie. Soy inclinado más al enamoramiento que al amor. Quizá deba conocer a la persona indicada pero tampoco me interesa estar buscándola. Como novio me frustraba tener que ver e interactuar con las demás mujeres como individuos asexuados. No soy un coqueto acérrimo ni mucho menos, pero me gusta fantasear, y también, aunque no ocurra con frecuencia, las pequeñas cargas de tensión sexual. Cuando tienes pareja, las fantasías con otras mujeres adquieren una connotación de infidelidad e hijoputez y las interacciones pierden su carga erótica, si es que la hay, al suprimir la posibilidad, por mínima que sea. Supongo que soy considerado con mi pareja al suprimir la posibilidad, pero el caso es que lo detesto y prefiero mil veces no tener pareja.

 No descarto que una vez enamorado o amando me importe un comino las demás. Entonces eso: pareja sólo enamorado o amando, pero para boda, mejor esperar más de tres años, más experimentos de convivencia para una vida en común. 

Aunque igual no creo en el matrimonio, la unión libre es una buena manera de compañía.

El amigo

Creo la amistad es mi mejor faceta. Para con otros varones me siento libre de hablar sin tapujos de todo lo que me plazca y de comportarme como se me dé la gana. Sin embargo, me es difícil depositar mi confianza en hombres que te ponen a prueba o no te respetan hasta que te lo ganes. Esos hombres deben ganarse mi confianza aunque tengan mi incondicional respeto. 

 Para con las féminas. Me gusta su compañía y atención. La mayoría son excelentes conversadoras sobre temas serios. Y con pocas se puede tener la tensión sexual o las fantasías de las que hablaba antes, pero se puede, lo que es fabuloso. Además su amistad, en ocasiones, trae consigo muestras de afecto, lo que con otros hombres sucede, pero de una manera que tiene que ver más en actos de lealtad y confianza que en abrazos.

El familiar

Hijo y hermano. Para mí significa cumplir con responsabilidades. No soy muy afectivo, así que entenderán que en mi familia cada quien se ocupa de sus asuntos. Pero de esto solo hasta un plano de acción, porque existe gran confianza entre todos para hablar de nuestros problemas, metas y logros. Cuando no hay ni problemas, ni metas, ni logros, o son los mismos de siempre, no solemos mencionarlos. Y eso sucede casi todo el tiempo. El silencio. 

El ciudadano

Soy un ciudadano difícil que va en contra de muchas tradiciones. Me fastidia saludar a mis vecinos porque no es raro encontrarlos fuera y eso equivale a muchos hola, bueno días, hola, buenas tardes, hola, buenas noches, qué tal. También es algo incomodo que entre ellos se lleven tan bien y embonen a la perfección. En la cuadra tendríamos el papel de los amargados, que no gustan de participar en los eventos religiosos o hablar de autos, futbol, y todas esas cosas intrascendentes; deben sospechar que varios de nosotros somos ateos, no sé. 

Por otro lado, quiero modificar lo obsoleto de nuestro sistema político para ayudar a mi ciudad a prosperar, a sus habitantes a mejorar sus condiciones de vida, y por ello formo una organización social. 

Resumen

  • Preferiría no tener hijos pero si llegasen espero que sea solo uno, luego con todo gusto me haré la vasectomía. Condicionado a solvencia e independencia económica.
  • La base de mi paternidad sería el equilibrio, y la libertad en base al equilibrio.
  • No pienso casarme, pero no descarto la unión libre.
  • Noviazgo únicamente enamorado o amando.
  • Soy fetichista, y tiendo a objetificar e idealizar a ciertas mujeres, pero también soy capaz de encariñarme con aspectos de su personalidad. 
  • Amigo respetuoso pero desconfiado.
  •  Hijo responsable de sus deberes, pero solo los hechos rutina.
  • Hermano abierto al intercambio de opiniones.
  • Persona poco afectiva.
  • Sentimentaloide unas veces, otras demasiado racional. 
  • Feminista (aunque no me guste el término) del feminismo moderado que busca la igualdad a razón de lo justo y merecido, y no por caprichos ideológicos.
  • Selectivo; de todas las maneras posibles: afectiva, sexual, estética, etcétera.
  • Vanidoso: me gusta proyectar mi personalidad en mí y en lo que hago y objetificarme.
  • Poco social.
  • De gusto excéntrico.
  • De agresividad pasiva.
  • Me gusta la animalidad, en mí y en los demás.