jueves, 20 de junio de 2013

Las niñas y sus cometas

Lo primero es saberse cometa, lo que en mi nación también se conoce como papalote. Luego a razón de tu función, anticipar.

Lo segundo es conocer a tu dueña o propietaria. Esto para luego, a razón de tu función, anticipar.

Lo tercero es encontrar los tiempos propicios. Antes y después de la tormenta o aquellas temporadas que los vientos les traen el buen humor.

Una vez que conoces tu función y anticipas, es más fácil brindar un mayor entretenimiento y diversión; atravesar las estepas sin inconvenientes y no sufrir cuando el mal trato o las pésimas condiciones turbulen el juego.

Si la infanta se preocupa mucho en no hacerte daño, puede que te dé poco cordón para elevarte y eso significa que la tienes más cerca de ti, ella correrá adelante así que planea sin tapujos.

Hay niñas que les encanta ver volar sus cometas alto. Es una mala señal. Entre más cordón te suelten, más elevación y más probabilidad de accidente. Nadie niega que estos vuelos, tan cerca del cielo, se sienten de lo mejor, pero no hay que dejarse llevar. La mocosa puede disfrutar incluso más cuando desciendas, puede cortar la cuerda y dejarte ser arrastrado por una fatídica corriente, o abandonar el juego sin intención de devolverte a sus brazos, aburrida, cansada de lo mismo.

Mi dueña es mamona. A veces me pone alto para divertirse, otras corre a mi lado. Depende siempre del temporal, no creo que sea su intención mandarme a las alturas, ella necesita verme ahí, sentir que tiene el control de mis impulsos, suelta el hilo sin pensarlo. Luego teme una próxima tormenta y me mantiene en tierra. Se divierte arrastrándome y no puedo negar que yo también me complazco con sus maltratos. Sé que luego correrá nuevamente a mi lado y si las condiciones lo permiten me dejará volar alto.

Quien sabe, quizá algún día, el encanto del juego la convierta en el juguete y eso nos pondrá al mismo nivel de correspondencias. Tampoco niego que de vez en cuando, gozo provocándola. Recordándole que el control no es exclusivamente suyo, que el encanto está hecho.

lunes, 10 de junio de 2013

Cambio de planes

Algunos nacemos con las capacidades desequilibradas, ni siquiera sé qué habilidades son esas de las que hablo, nunca encontraré mi lugar; definitivamente la licenciatura en letras hispánicas me sobrepasó, ni hablar. Qué sigue. Hacer todo lo que siempre he querido, lo posible... ahora terminar la escuela no está de ese lado. He de armar mi lista. Realista. La autosuficiencia económica tendré que dejársela al destino. Ya había quedado claro que afectivamente sólo aspiraría a un poco de compañía y atención de aquella persona a quien deseo. Oh, ya, algún día tendré relaciones sexuales, lo pondré cerca del final; probablemente será con una prostituta. Qué más... más. Viajar a Concepción. Ahorrar lo suficiente para el viaje con pocas aspiraciones de retorno, si logro sobrevivir a la vida allá, los planes volverán a cambiar, y el regreso llegará a ser nuevamente una alternativa. Montar un caballo puedo hacerlo aquí.  Qué otra cosa. Los librillos, claro, nunca he dejado de pensarlos mis queridos. Pues ya, es todo y no es mucho, cuanto gusto :) Este es el nuevo curso del camino, lejos de las certezas. Trabajos temporales y de poco a poco conseguir lo que quiero. Al azhar dejo el amor, la estabilidad y el confort. La vida dura, sí, se aproxima. Tendré que acostumbrarme a salmonear (nadar contra corriente); en las aguas de la familia, de lo razonable, de las costumbres sociales y como siempre, sólo queda ver qué pasa con esta nueva dirección.