martes, 20 de abril de 2021

Ando en celo

 Ayer tuve fiebre pantanosa, me hundí en ese lodo erótico de tu existencia, atenué la violencia psicológica que padecí hace 3 años, no le dí importancia, y aceptando que no llegaría alguien mejor me animé a proclamar un culto religioso a ti que sustituyera mi nula vida sexual. Por regla general este año tendría que llegar la indicada, ya pasaron los 3 años correspondientes. Tal vez eso explica mi desesperación.

Hoy me abandoné y literalmente soy un asco. Apenas unas horas atrás me puse a leer entradas anteriores del blog y me dio rabia haber sucumbido a la nostalgia como afrodisíaco. No la invoques. Porque invocas la confusión, la paranoia, la humillación, la indiferencia... era más el caos que los momentos lindos. No la invoques, no invoques esa tormenta. Las primeras gotas de atención y germinaban en mí nobles sentimientos, el agua arreciaba, florecían en mí intensas pasiones, llegaba la tormenta, me arrancaba del suelo y me proyectaba a la muerte.

Te amo porque acepto quién eres y entiendo el por qué eres así, respeto tu forma de existir. Me gustaría compartir mi vida con una cebra, pero una cebra necesita la pradera entera, yo siendo bosque obstaculizo sus instintos de hembra. 

¿Qué haré ahora? De verdad necesito una pareja, no soy como los alienados que se facilitan una prostituta y vuelven a sus tareas cotidianas. Necesito alguien que piense en mí, alguien en quien pensar, y que cuando lo haga me sienta fuerte, seguro, vivo. Que la visite al trabajo de sorpresa y se emocione al verme. Que quiera pasar tiempo de calidad a mi lado.

Me falta mucho. Como todo ser humano, necesito mi nicho de seguridad. Tener facciones armónicas no basta cuando eres varón. Y no funciona a través de valores porque son solo palabras si no hay con quien ponerlos en práctica, además, sentirte seguro por tener valores es una seguridad muy moralista que puede desviarse fácilmente a narcisismo, como el político o sacerdote que se siente ejemplo de rectitud. Algo sólido es sacar mi taller adelante, es como si mi talento se transformara en medios de subsistencia, reconocimiento social y tener un lugar en este mundo. También quiero ser independiente, porque representa la dignidad del hombre adulto. 

¿Qué por mientras? Puedo seguir buscando chicas compatibles en tinder; mañana me arreglo y me saco una foto reciente para promocionarme y a ver si hay suerte. O puedo ir con la chica hermosa de los churros y preguntarle por el cuervo que resultó apocalíptico. 

¿Cuánto falta para mi nicho de seguridad? Calculo que a lo menos, a finales de este año se consolida. Siempre calculo mal. No sé si pueda aguantar tanto. Pero si ya he aguantado tantos años hasta ahora, ¿cómo no será uno más?... me siento rebasado emocionalmente, agotado. Las veces en tinder son una mezcla de frustración y decepción. Frustración porque las que creo indicadas tienen una vida funcional en marcha, con sus nichos de seguridad bien cimentados, aunque ciertamente para las mujeres la belleza es nicho suficiente, pero la alienación las ha vuelto unas maestras en nichos de estatus. Y hay que estar a su altura para ser considerados, lo que es una weba porque es como si quisieras gustarle a un bato. Decepción porque las que me suelen gustar mucho ni siquiera contestan o terminan siendo incompatibles, o no sé, son personas complicadas, te descartan porque buscan algo fuera de lo ordinario, pero que luzca ordinariamente atractivo; ya sabes, con nichos de seguridad como una esposa, un auto, una casa, un trabajo, u holgura económica para viajar. 

Se me ocurrió una idea. Es que también las formas dan weba, que whattsapp rutinario, que face del diablo con mensajes sorpresa de histeria, que instagram de poliamor narcisista, pues no, mejor las clásicas cartitas de amor por e-mail.

No hay comentarios: