Soy un animal hueco de lomo curvado.
miércoles, 27 de julio de 2016
lunes, 11 de julio de 2016
Mandrágora y otras bulbosidades
Creatividad. Es la raíz tuberculosa a la cual he decidido agarrarme para todas las formas de vida en las que me siento cómodo y satisfecho para realizarme. Me aplaudo el salir de Letras porque era una raíz analítica, y lo poco que tenía de creativo era una creatividad artesanal, de fórmula para producir según las exigencias del mercado. Ahí la gente se emocionaba por descubrir autores o lo que los autores escondían tras sus palabras, pero también tenía otras vertientes, como la lingüística, y la gente se emocionaba por lo que en realidad había oculto tras las palabras y enunciaciones de uso común. Datos curiosos, nada más. Como terminar la carrera y tener un título no me producía la suficiente motivación como para terminar la carrera y tener un título, entendí que habría que mirar un poquito más allá del muro: el futuro profesional de bulbosidad analítica al que estaba entregando mi vida, que no es cualquier cosa, lo es todo.
Luego miré hacia la profundidad del origen, del heme aquí por, y no me satisfizo lo que vi. Siempre he querido encontrar una fuente laboral que se adapte a mis necesidades de tiempo (que me de espacio para hacer mis otras actividades de esparcimiento, creativas a largo plazo y responsabilidades hogareñas), de ingresos (que me dé lo suficiente para subsistir de manera holgada e independiente económicamente), de potencial (que me haga sobresalir del resto) y de personalidad (de tubérculo creativo, desde ahora llamado mandrágora). En apariencia, la vida de letrado me las daría. Por lo menos dos de cuatro. Ahora bien, sentía una exigencia social (el elixir al problema del futuro según mis padres, y por cómo en general me perciben mis familiares y amigos; suficientemente inteligente para ello) el alcanzar un título universitario. Así que creí que sólo tendría que encontrar algo que se adaptara a mis gustos. Y pensé tontamente que como me gustaba la lectura y era un estupendo redactor, estar en Letras sería como nadar en un caudal turbulento siendo pez.
Me di cuenta, observando a mis profesores letrados, que la actividad profesional de esta índole, requeriría un horario parecido, si no es que igual, al de un jornalero promedio. Entonces, ya no podría cubrir ni la mitad de mis necesidades. Quizá fuese esto lo que me impedía nadar en esa corriente, por lo que subía a tomar aire y abandonar las aguas muy a menudo. Resulté cormorán y no pez. Y con incomodidad me apreté las gónadas para abandonar las expectativas sociales.
¿Y por qué artesano y no escritor? para mí la literatura no es un proceso artesanal, sino artístico. Requiere de un esfuerzo y un proceso más riguroso, y hasta excéntrico, lo que significa otorgar un tiempo ideal para trabajar la obra, y un ritual que no se apega a las reglas laborales. En estos tiempos y con el sistema que tenemos, ser escritor implica dar cursos de redacción, talleres de creación, ser conferencista, autopromotor, cazarrecompensas de premios, redactor en periódicos, porque de otra forma, eres escritor a medias. Sin embargo no hay escritores a medias, lo que ocurre es que un escritor que escribe literatura, no uno de entregas quincenales, también debe considerar su sustentabilidad, y la creación literaria, por sí sola, no es rentable... a menos que seas un autor consagrado y tengas por lo menos una obra cumbre que te dé de comer. Si no es así, hay que ser algo más.

¿Pero por qué artesano? hay escritores artesanos, de esos que escriben por cumplir con un público, yo quiero ser artesano y además escritor; uno es trabajo, lo otro es arte, y para mí eso es incompatible. Enumeraré los beneficios de ser artesano:
- Cumple con las 4 necesidades básicas.
- Me da el tiempo que necesito al yo establecer un horario de trabajo.
- Soy remunerado tanto económica, como personalmente por ello.
- Tengo la oportunidad de ser creativo.
- Puedo sobresalir por mi creatividad en un mercado en el que no es requisito indispensable.
2. Aún cuando requiere un proceso maquinal, los resultados nunca son iguales.
3. Cada artesanía te hace sentir orgulloso.
4. No se requiere demasiado tiempo para lograr resultados en cada etapa del proceso.
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sábado, 18 de junio de 2016
Decifrando criptología básica sobre "la creación"
Opino que ver inteligencia en un proceso complejo, es una hipótesis basada en un simple reflejo de nuestras capacidades como especie. Estás antropotizando para explicar lo que no sabes. Oyes al grillo y dices, él canta. Pero el grillo está frotando sus alas, para producir un sonido. Así también pasa con la inteligencia, viene de las conexiones e interacciones entre células que almacenan información. El ADN también interactúa e intercambia información ¿Acaso es inteligente? Yo no sé lo qué hay detrás, pero dudo que necesite nuestra devoción. Saludos :) lamento no aclarar nada, es sólo mi punto de vista.
martes, 10 de mayo de 2016
El machismo y el romance
El romance es una forma de vida con la que el machismo se disfraza de manera casi natural.
El romance es la idealización de una relación, o de cómo debe ser la pareja perfecta, o del ideal de amor mismo. Se nutre principalmente de todo el material ya constituido en un vasto universo cultural de historias en las que parejas se unen y se separan, pero que siempre están adheridas al vértigo y a la adrenalina del amor y la pasión, drogas a las que todos somos, en mayor o menor medida, adictos.
Cuando hablo de machismo y de machos y machas, en realidad estoy enfocando a una clase de visión encuadrada en los estereotipos: del hombre al mando, del poderoso, de la sumisa, del cabrón, de la que sirve sólo para el hogar, de la mujer que vale por cómo se ve y no por lo que piensa, etc.
Machos y machas son estrictamente románticos. Se enamoran y desenamoran según transcurren sus relaciones. A ellos no les atrae tal o cual mujer, a ellos los enamora: los enamora una mujer voluptuosa caminar por la calle, o cuando les dirige alguna otra la palabra, y qué decir cuando los ignoran, pura pasión, el juego de las apariencias. Así es como ellos viven siempre enamorados y en abundancia de amores. A las machas les gusta enamorar, se visten coquetas y provocativas, y si hay una más coqueta y provocativa, debe ser una puta que enamora sin buscar amor.
Para conseguir la relación ideal, cada uno, macho y macha, comienzan los rituales de conquista, él se porta caballeroso, cortés, amable; la ve única y la consciente por ese motivo. Ella, toda una dama, juzga los esfuerzos y logros del susodicho y lo recompensa si cumple sus estándares de calidad. Pueden ocurrir tres cosas: que el encuentro premeditado por las dos partes termine en una noche de pasión y sanamente se retiren a sus cubiles a pensar en el amor. Que uno de los dos, o ambos encuentren en esa noche un indicio de la pareja soñada y el verdadero amor y se vuelvan a buscar. O que se establezca un pacto o relación formal, en la que ella se entrega a él como trofeo y él se declara fiel a ella y además ambos acuerdan, implícitamente, vivir la relación de sus sueños ¿de quién? cada cual con el suyo.
Tras la conquista ya no hay necesidad de fingir, hay que entregarse sin disfraces.
Si la relación fracasa es por culpa del otro que no quiso ceder a la hermosa relación que él o ella tenían en mente. Tal vez ella no era lo que esperaba, o él no cumple con lo que prometía, quizá el amor se terminó, o llegó una nueva promesa en la vida de ella, y la esperanza de un nuevo y mejor romance.
En ocasiones hay quien siente dolor por la pérdida, más allá del puro orgullo, y hace lo que sea por reconquistar aquello. La dignidad y el autorespeto son monedas de cambio porque el amor lo vale todo, o eso nos han enseñado desde niños.
No soy ingenuo, el romance está en todo tipo de mentalidades y a cada cual su sabor corresponde. Pero el amor machista se me hace el más nauseabundo de todos. Y es que usa las fórmulas de princesas de Disney, más las de telenovela latinoamericana, para confitar su fondo pretencioso, de estereotipos que tienen que ver con la dominación y la subyugación. De cualquier manera, machos y machas viven este ensueño como la vida misma, es una construcción que miran con naturalidad, el engaño es para ellos una verdad... la verdad del amor.
Si por mí fuera, quemaría toda película y todo libro y poesía sobre el amor y de cómo cambió las vidas de fulanito y fulanita y de lo mágico que es. Me declaro antirromántico porque deseo acabar con todo ese mundo de ilusiones imposibles preconcebido. Cada relación debería imaginar y experimentar sus propias reglas. Los personajes y relaciones ideales no son modelos a encontrar. Fascinarte por alguien debería ser espontáneo, de un qué sé yo que no sé qué, ése algo nacido en la brecha entre lo extraño y lo familiar.
No sé si calificarme de arromántico, puesto que en mi relación hay romance. Me resulta difícil ser meramente crudo y visceral, porque ella me pone contento y me hace reír, además de que me encanta verla contenta y riendo.
Sí, en mi cabeza hay mujeres ideales, hay curiosidad por relaciones poco ortodoxas, pero son fantasías que prefiero dejar en el terreno fantástico, proyectos narrativos.
jueves, 31 de diciembre de 2015
Pros y contras de la escuela
Es la última noche del año y espero, de todo corazón, cerebro y estómago, que este sea mi último duelo en la vida sobre asuntos escolares. Siento que estarme quejando de estas cosas una y otra vez aburre a todos, y me aburre mí, ojalá que a alguien más, un equivalente a mí, le ayude a tomar una decisión poderosamente libre y certera. La introducción parece mostrar al ganador del duelo, acaso estoy levantando su brazo en alto antes de tiempo.
Seguir con la licenciatura. Pros y contras.
Pro
Al terminar podré tener la posibilidad de obtener un trabajo bien remunerado y estable
Contra
Nadie me asegura que lo obtenga. En especial cuando mis prioridades están más enfocadas a aspectos creativos.
Pro
Una licenciatura te abre muchas puertas.
Contra
Puede ser una pérdida de tiempo.
Contra
Me deteriora física, mental y anímicamente.
Pro
Conozco y veo preciosas, y a veces interesantes e inteligentes, mujeres.
Contra
La gran mayoría no quiere nada conmigo, sólo les caigo bien... y además, si lo quisieran, mi percepción en cuanto a diferencia en la edad me hace sentirme una mierda raboverde y un completo idiota al echar por la borda mi relación de pareja con quien va más allá de juventud y belleza.
Pro
Me caen bien mis nuevos compañeros.
Pro
He invertido media década para dejarlo todo por una corazonada.
Contra
No he podido avanzar en mis otros proyectos.
Contra
Mis otros proyectos no requieren necesariamente de este, no es indispensable para obtenerlos.
Pro
Esta es mi única oportunidad de estudiar con el apoyo moral y económico de mis padres.
Contra
No se trata de darle gusto a mis padres o al mundo.
Contra
Sigo ahí por puro miedo a no arriesgarme, a perder una valiosa oportunidad, a andar por rutas nada precisas e intransitadas.
Contra
La solución para ir bien en la carrera consiste en abandonar proyectos personales, deberes hogareños y desasosiegos, por tareas, trabajos finales, lecturas, investigaciones, ensayos y análisis. Es decir, irse arrancando el alma. Dos años y medio con el alma desprendible,pero cinco años con mi tipo de alma arraigadiza.
Contra
Esperar a que cada próximo semestre resulte mejor, me hace más difícil salirme, ya que me condena a no poder encontrar empleo fuera del ámbito de estudio, puesto que a mayor edad, menor el rango de opciones de trabajo de reducidas exigencias.
Contra
Las opciones de trabajo del ámbito de letras, no son del todo de mi agrado y ninguna parece valer el tiempo invertido: Enseñar literatura, o peor aún, español... me niego a ser un triste maestro atrapado en una escuela; trabajar para una editorial, corrigiendo textos, imponiendo criterio, equivocandote, y que te pongan en claro y a viva voz tus errores (los míos muy constantes, por cierto); investigar, buscar fuentes y citar, citar, citar, pero antes encontrar qué investigar, jamás se me ocurre algo que me llene para llegar a algún posible fondo y menos algo literario o lingüístico; talleres y salas de lectura quizá, pero son mal pagados y no justifican 10 o 9, ni 8 años de estudio, guerra con el estudio o razón del estudiar; periodismo, editar o escribir artículos sobre cosas que no te interesan, y tengo un amplio espectro de indiferencia, es como hacer tarea, volver al ensayo mediocre y aborrecible, pero peor, porque lo publican.
Pro
Sin carrera los empleos también son malos y además son mal pagados.
Contra
Por lo menos no requieren de tantos conocimientos, no te pesa dejarlos y puedes encontrar uno que te dé el tiempo suficiente para no abandonar tus proyectos y metas.
Pro
Si te sales, probablemente no logres independizarte, te la estás jugando, "con tu futuro no se juega".
Contra
Te quedas sólo para demostrar que no puedes, pero no puedes porque no quieres, porque no quieres abandonar lo que te da vida.
Pro
Sin la consumación de un empleo bien pagado, aquello que te da vida no podrá ser financiado.
Seguir con la licenciatura. Pros y contras.
Pro
Al terminar podré tener la posibilidad de obtener un trabajo bien remunerado y estable
Contra
Nadie me asegura que lo obtenga. En especial cuando mis prioridades están más enfocadas a aspectos creativos.
Pro
Una licenciatura te abre muchas puertas.
Contra
Puede ser una pérdida de tiempo.
Contra
Me deteriora física, mental y anímicamente.
Pro
Conozco y veo preciosas, y a veces interesantes e inteligentes, mujeres.
Contra
La gran mayoría no quiere nada conmigo, sólo les caigo bien... y además, si lo quisieran, mi percepción en cuanto a diferencia en la edad me hace sentirme una mierda raboverde y un completo idiota al echar por la borda mi relación de pareja con quien va más allá de juventud y belleza.
Pro
Me caen bien mis nuevos compañeros.
Pro
He invertido media década para dejarlo todo por una corazonada.
Contra
No he podido avanzar en mis otros proyectos.
Contra
Mis otros proyectos no requieren necesariamente de este, no es indispensable para obtenerlos.
Pro
Esta es mi única oportunidad de estudiar con el apoyo moral y económico de mis padres.
Contra
No se trata de darle gusto a mis padres o al mundo.
Contra
Sigo ahí por puro miedo a no arriesgarme, a perder una valiosa oportunidad, a andar por rutas nada precisas e intransitadas.
Contra
La solución para ir bien en la carrera consiste en abandonar proyectos personales, deberes hogareños y desasosiegos, por tareas, trabajos finales, lecturas, investigaciones, ensayos y análisis. Es decir, irse arrancando el alma. Dos años y medio con el alma desprendible,pero cinco años con mi tipo de alma arraigadiza.
Contra
Esperar a que cada próximo semestre resulte mejor, me hace más difícil salirme, ya que me condena a no poder encontrar empleo fuera del ámbito de estudio, puesto que a mayor edad, menor el rango de opciones de trabajo de reducidas exigencias.
Contra
Las opciones de trabajo del ámbito de letras, no son del todo de mi agrado y ninguna parece valer el tiempo invertido: Enseñar literatura, o peor aún, español... me niego a ser un triste maestro atrapado en una escuela; trabajar para una editorial, corrigiendo textos, imponiendo criterio, equivocandote, y que te pongan en claro y a viva voz tus errores (los míos muy constantes, por cierto); investigar, buscar fuentes y citar, citar, citar, pero antes encontrar qué investigar, jamás se me ocurre algo que me llene para llegar a algún posible fondo y menos algo literario o lingüístico; talleres y salas de lectura quizá, pero son mal pagados y no justifican 10 o 9, ni 8 años de estudio, guerra con el estudio o razón del estudiar; periodismo, editar o escribir artículos sobre cosas que no te interesan, y tengo un amplio espectro de indiferencia, es como hacer tarea, volver al ensayo mediocre y aborrecible, pero peor, porque lo publican.
Pro
Sin carrera los empleos también son malos y además son mal pagados.
Contra
Por lo menos no requieren de tantos conocimientos, no te pesa dejarlos y puedes encontrar uno que te dé el tiempo suficiente para no abandonar tus proyectos y metas.
Pro
Si te sales, probablemente no logres independizarte, te la estás jugando, "con tu futuro no se juega".
Contra
Te quedas sólo para demostrar que no puedes, pero no puedes porque no quieres, porque no quieres abandonar lo que te da vida.
Pro
Sin la consumación de un empleo bien pagado, aquello que te da vida no podrá ser financiado.
sábado, 26 de diciembre de 2015
La Navidad 2098 de Karen
Karen fue una de las últimas cristianas rancias de fin de siglo. Se lo debía en parte a la tradición generacional. Aquella y todas las navidades, precedentes y por venir, eran producto de su antiquísima doctrina. Lo presumía cuando la oportunidad se le presentaba; por la mañana, con Marí, la androide repartidora del restaurante de comida económica, por ejemplo. Eso era de lo poco que la hacía sentirse diferente a los demás. En lo general ella era bastante convencional; le gustaba salir con sus amigos, bailar, conectarse, conversar. Leía artículos históricos y poseía una modesta colección de biografías sobre personajes trascendentales para la humanidad.
Habría que reconocer lo irónico de ese día, al encontrarse laborando en la celebración que por derecho casi hereditario le correspondía. Miró a los asistentes al banquete; todas muy finas personas de los distritos más prósperos, y algún que otro turista de distritos lejanos, de estados vecinos o en fraternidad con el nuestro. Karen se sentía camuflada en su elegante uniforme oscuro, con dos rectos tiznes carmín por cada mejilla, resaltando en su lácteo y fresco cutis, a la manera tribal que parecía estar perdiendo tristemente auge. Se preguntó si no se vería algo obsoleta. De fuera le llegaba el aroma a pólvora, por la pirotecnia. Las calles debían estar sumergidas en humo. Era insoportable para su sensible olfato. Miró la hora proyectada en su palma derecha. Los gemidos del interior se mezclaban con la algarabía de los invitados y los gritos eufóricos de fuera.
Hoy sería la noche de la señorita, hoy conocería por primera vez lo que es... ella odiaba que le llamasen así; señorita. Eran casi de la misma edad, un par de años en desventaja apenas. Aún así, Karen todavía no experimentaba lo que la señorita... Freya (como la célebre líder del movimiento atavista, que causó tanto revuelo cuando niña) experimentaba ahora. Era virgen como la madre de Cristo redentor, para dejarlo pronto todo en un punto exacto. La pólvora era más arcaica que Jesús, leía que fue elaborada cuatro siglos atrás por los chinos como cura a la mortalidad. Alguien se acercó a la puerta, tomó el asa, Karen amablemente le explicó que la habitación estaba reservada. Los gemidos se habían debilitado, pero el golpeteo de los cuerpos blandos comenzaba a sobresalir. Karen creyó haber identificado el orgasmo de su jefa. La señorita tenía mucho vigor, y llevaba tiempo planeando este día, este preciso día; justo el día en que el hijo de nuestro señor Jesucristo vino al mundo. El intruso la miró con los ojos llenos de sorpresa, y Karen le sonrió a la vez que sujetaba el pomo con firmeza. La pólvora subsistiría por muchos siglos más, pero su vinculo con la inmortalidad estaba roto; Karen se sintió inquieta, le hacía un ruido terrible una tradición tan vacía.
Suspiró. Dentro, la agitación había cesado. La gran actriz Freya Alexandrova había conseguido darse uno de los mayores placeres humanos y ahora reposaba en los brazos de su importador. Aquel macho, fan de esta hembra, había recorrido un largo y tedioso sendero burocrático para traerla aquí, era su última y más ambiciosa empresa; ambos habían jugado el mismo juego desde que se conocieron, acechándose, midiéndose y ahora finalmente atacandose. Freya Alexandrova era una mujer atractiva, de tez bronceada, con unos rasgos, gustos y costumbres meramente gitanas; así pues, uno de sus más altos pasatiempos era comprar y cubrirse de bisutería, puesto que, como alguna vez lo confesó a Karen, ella siempre quiso ser orfebre. Su alto sentido de emotividad la condujo por otro camino; a encarnar personajes, a lo que Karen muchas veces comparaba con su gusto por mirarse como uno de estos y narrar su existencia. De pronto pensó en su abuelo. Freya siempre se lo recordaba indirectamente; ambos detestaban este tipo de eventos, todo tipo de eventos, y eran harto sensibles al punto de llorar porque sí.
El abuelo de Karen debía traer puesto encima el enorme cobertor afelpado, semejando un oso, sentado en su sillón, pensando a oscuras y frotándose las manos. La cara resplandeciente como luna por aquello de inocularse ADN de quién sabe qué animal abisal bioluminiscente cuando joven y deportista. Karen estaba preocupada porque era el último familiar que le quedaba. Cuando muriese regalaría al gato porque no soportaba la idea de convivir íntima y exclusivamente con uno. El importador salió un tanto apurado y sin mirarla. El abuelo se había desconectado del mundo tras la muerte de su hija, luego que la abuela falleció años más tarde, tuvo un cruento ataque, y despedazó todo recuerdo de ellas, para finalmente mudarse a casa de Karen, quien asumió el papel de enfermera. Dormía mucho, lloraba mucho, e intentaba ayudar acomidiéndose de vez en cuando a preparar comidas vegetarianas como para no pensar en su destino. Estaba prohibido mencionar alguna alusión a eso frente a él. Los agentes de aseguradoras eran terroristas, sólo había que ver su expresión de pánico para darse cuenta.
Karen miró la hora. Se había perdido en recuerdos. Echó un vistazo dentro. La señorita Freya miraba estática boca arriba el techo verde, los dientes infantiles, redondeados, expuestos. Las sábanas manchadas de orina en el borde del colchón, y debajo, en el suelo, un charco de esta. Lo había encontrado, ese era el aroma sepultado en perfumes oceánicos y silvestres que Karen siempre confundía con el de la sopa de fideos. Y aquel, condensado y equino tufo, que despedía antes de pedir su primer trago del día. Se inclinó sobre el cadáver orinado. Apresurada fue despojando el cuerpo de alhajas; los anillos con piedritas brillantes formando pétalos, el collar frondoso con frutos de jade, las mariposas de alas diamantinas colgando del ombligo, el diamante en la nariz, se le montó y zafó con cuidado los pendientes con soles horadados, los dorados brazaletes y pulseras en muñecas y tobillos. En la vorágine no se percataba de lo cautivado que tenía a su muy selecto público.
sábado, 5 de diciembre de 2015
Autovigilancia
Voy a hacer un registro de mi semana a fin de encontrar la razón por la que hago tan poco en un día y al final de una semana tan pocos resultados. Claro que todo será personal, hasta después de mi muerte, a partir de entonces será público.
Apartados: Acción, Pensamiento o actitud, Duración.
Esta autovigilancia comenzará esta misma noche y terminará el próximo sábado a las 9:39.
Apartados: Acción, Pensamiento o actitud, Duración.
Esta autovigilancia comenzará esta misma noche y terminará el próximo sábado a las 9:39.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Problema invasivo
Tengo dieciséis ratones. Cuatro aún son muy jóvenes. Uno es salvaje, de una madre salvaje que capturé y parió en el terrario donde la dejé mientras pensaba dónde liberarla. Fue abandonado de bebé con un hermanito cuando ni siquiera tenía pelusa en el lomo; pequeñito y rosado como una gomita, lo adoptaron mis hembras domésticas y hoy tuve una bonita experiencia con él al tomarlo, después de muchos intentos, en mi mano y que solito se tranquilizara y acostumbrara a mi calor, olor y confort. Es más pequeñito que sus hermanastros, no pude verle el sexo y no sé qué es. Su hermanito fue devorado. Pero él pudo sobrevivir. Se me ocurre que pueda quedarse con las hembras aún siendo macho porque presiento que son de diferente especie, aunque a lo mejor son como los perros... nunca he entendido lo de los perros, cómo siendo de la misma especie hay tantas variedades y tan distintas unas de otras.
Una de mis hembras empieza a respirar agitada (disnea) y eso siempre significa que pronto morirá, me da tristeza porque será la primera de esa camada y es muy joven aún, su madre y tía son vitales y creo no tienen más de un año. No sé si llevarla al veterinario, nunca me han resuelto sus males, siempre mueren, en parte es porque son muy nerviosos y los veterinarios muy bruscos, sumandole el hecho de que decido llevarlos cuando ya no veo otra alternativa menos abrasiva. Pienso que sufren siempre de lo mismo; tumores internos. Un mal congénito.
Cuando los dos machitos crezcan, necesitaré un nuevo tupper y más espacio. Me molesta lo que dice mi familia, pero es verdad. Que crió ratones, que se me salió de control, que me quitan mucho tiempo, que qué haré con ellos. No sé qué haré. Hay que sumar mis propias reflexiones de desesperanza, la más importante, cómo sustentaré sus necesidades. Ya no me quedaron ganas de tener animales. Me niego a darlos como alimento de mascotas exóticas. Por lo menos dejándolos en algún bosque o remedo de bosque tienen la oportunidad de sobrevivir por sus propios medios. Pero siempre es difícil abandonarlos a su suerte.
Muy poca gente quiere ratones de mascota. Yo diría que junto con las ratas, son las especies menos solicitadas para compañía. A pesar de su inteligencia y agilidad.
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