jueves, 25 de mayo de 2017

Análisis de las partes



Lavar ropa: Un día a la semana funciona.

Lectura: Tres horas a la semana, no funciona. La razón es que me levanto demasiado tarde. No es indispensable.

Dublín: Nuevamente en malas condiciones. Las medicinas y tratamiento están muy lejos de ser económicamente viables. 

Alimentación: Sin dinero me adapto a lo que hay. Me alimento para subsistir.

Relaciones afectivas: Inexistentes, no hay lugares propicios en mi agenda para encuentros. La confianza en mí no se desarrolla porque no crezco en ningún aspecto de mi vida, ergo, no hay en mí aquello que buscan ellas en los hombres.

Relaciones sociales: Atrofiadas, se me dificulta conversar. 

Ratones: Fuera de control, las medidas de contención son insuficientes. 

Trastos: Injusto con mi madre. Las dos horas a la semana no equilibran los muchos trastos utilizados para cocinar y el lavado practicamente diario de mi madre.

Ejercicio: Mínima prioridad. Dispuesto entre los quehaceres.

Quehaceres: Una hora, una vez a la semana. Sin repercusiones.

Intimidad: Casi nula. Mi cama en la noche es el único sitio privado, pero no por ello oculto o cerrado. Cuarto compartido. 

Sexualidad: Coleccionista compulsivo. Mientras lo mantenga restringido a cierto horario, no afecta mi vida cotidiana. Es mi único vicio.

Traducción: Desde que lo cambié a una hora por cada vuelta su avance se ha vuelto lento. En realidad no le veo mucho futuro, así que lo mantengo como afición.

Bestiario: A menos de 50 géneros de ratas por conocer para hacer la bestia. Terminando la bestia se completa el ciclo del Cormorán.

Novela: Detalles técnicos han postergado el inicio del capitulo catorce.

Cuento: Practicamente libre de concursos por el último al que he mandado. Próximo cuento: El arpías.

Cazarecompensas: Limitación en concursos por falta de cuentos. Otros medios limitados a falta de privacidad.

Compras: Ninguna por falta de dinero.

Artesanías: Aún en producción de catálogo. Modelo Humanos de papel.

Escuela: En peligro de ser expulsado y no tener opción de regresar si no me doy de baja.

Viajes: Sin dinero no hay viajes ni salidas.

Trabajo: De los pocos que se adaptan a mis necesidades de tiempo y a mis habilidades, no me seleccionan.

Política: Lo poco que falta requiere mucho tiempo.




jueves, 18 de mayo de 2017

La nota cursi

Fue increible haber tenido novia. Esperé tanto tiempo encontrar a la indicada, que al final decidí intentar con aquella chica atractiva, de belleza exótica, y con quien compartía similares perspectivas de entender el mundo; pesimista y existencialista, con ese extraño gusto por las rarezas artísticas y con talento artístico de su propia naturaleza.
Combustionamos esporadica pero impetuosamente. El tiempo que estuvimos juntos, la amé como relampagos en una tormenta, descargas inesperadas aparecían a lo largo del camino. Su sonrisa era el pararrayos incitando a las nubes, su ternura y cariño el árbol en medio de la nada. Me quiso y quizá aún me quiere, por lo que soy, y no tanto por lo que hago, y mucho menos por lo que tengo, que no tengo nada. Es dificil encontrar quien quiera de esa forma. Hay que tener un gran corazón.
Recibí culposamente todos aquellos detalles que una persona enamorada hace a su amado. Me esforcé por darle todo el cariño y pasión que sentía, para compensar. Pero nada que no sea amor compensa al amor.
Las tentaciones llegaron y las afronté por lealtad, respeto y compromiso. Sin embargo, sabía que no era suficiente, que llegaría el día en que la corriente desbordaría la presa. Que la idea de sentir otra piel o experimentar el relacionarme intimamente con otra mujer terminarían haciendo mella en mis convicciones. Y como en mi vida de soltero siempre me repetí no llegar nunca a esos extremos, a los que sabía llegaba mucha gente cercana, y no tanto; decidí que era momento de dejarla ir, dejar espacio para aquel que se volviera loco por ella, aquel que inundara la pradera de electricidad en flujo continuo.
Tuvimos una relación hermosa, aunque no tenga realmente ningún punto de comparación. Siento que haciamos un gran equipo. Nos apoyabamos en todo, nos dabamos nuestro espacio, nos adorabamos en las sábanas, nos complaciamos en nuestras excentricidades, nos contabamos nuestras preocupaciones.
Fue increible haber tenido novia. Desgraciadamente ya sé qué es lo que me mueve a amar. Amo la tortuosidad y maldad en las mujeres inteligentes. Amo provocar reacciones en las mujeres indolentes. Hace poco fantaseé con una diputada del partido corrupto y saqueador del pueblo; me excitaba reclamarle amable y cordialmente que apoyara una causa justa. Imaginaba sus gestos al leerme, su molestia, su furor contenido. Me soñaba en sus aposentos imperiales, sirviendo sus caprichos sexuales en vergonzoso secreto. So pena de ser descubierta con semejante alimaña, de la plebe, un opositor, que la sometía y le brindaba placer. Ya sé de qué irá mi novela principal.
Ah, pero el problema con este tipo de mujeres es sencillo; son muy dificiles de tratar, es muy dificil hacerlas sentir, y es muy dificil que admitan sentir algo. A veces pareciera que disfrutan pisotear a quienes les mueven el tapete, como una venganza contra su debilidad. Claro que no soy ningún experto, me atengo a lo que conozco.
Para ser visible supongo debes destacar entre los demás, y entre más atributos tengas, más posibilidades tienes de no ser uno del montón. Y yo aquí en el hoyo, próximo al no retorno. Muy por debajo del montón...
Me alegra haber tenido una increible novia, y haber sido amado. Y hubo un tiempo en el que, mantengo la fe, encontré un amor reprimidamente reciproco.


viernes, 17 de marzo de 2017

El Prólogo omitido de mi novela en proceso

Con esta novela pretendo dejar tres cosas atrás: una vida de amparo bajo el techo de mis padres, una temática de índole cristiana, y una perspectiva desde el encierro. Es decir, todo lo que menos me gusta de mi presente y de mi pasado. No sé si el resultado me sea favorable, de cualquier manera estoy determinado a largarme. Todo el mundo viaja por estudios, por trabajo o porque tienen recursos suficientes, yo no tengo nada de eso, pero no dejaré que la carencia me suprima. Obtendré una perspectiva de la aventura si es que sobrevivo a esta misma.  

Entre tus fauces juega a ser una reliquia de un tiempo futuro. Un manuscrito que da evidencias del origen de una religión. Una religión exprimida de las ultimas patadas reformadoras de una iglesia manoseada hasta el hartazgo para sobrevivir a las nuevas tendencias sociales. Una iglesia utópica o distópica, según desde donde se quiera mirar, con sus respectivas instituciones. 

He buscado dejar en ella un erotismo sutil e implícito. De igual manera la ciencia ficción tendrá un papel fundamental, pero guardando su distancia desde fuera. Temas más explícitos serán la locura, la sacralidad y la convivencia en el encierro. 

La lectura de Entre tus fauces será compleja, porque es el lector quien tendrá que arreglarselas para entrever lo que el narrador tiene frente a sus narices pero es incapaz de ver. De todas formas el lector tiene elementos extra para poder ayudarse y llegar a sondear los sucesos que agitan la vida de la congregación; entre estos están las cartas y las notas a pie de página. 

Esta será mi primera novela, por lo que también tiene mucho de experimento, y por tanto, no creo que llegue a ser una gran obra para la posteridad. Es como un ejercicio para concretar el género que siempre he visto como cúspide de la escritura y que a la par me sirve para despegar y despegarme y despedirme de mi vida actual.

Ojalá pudiera dedicarsela a mi familia, si tan solo no estuviera tan llena de frustraciones que parecen espejo de esta. ¿A mi musa? no tiene sentido, a ella no la he tenido en cuenta a la hora de dar vida a mis personajes femeninos. Entonces será para mis amigos: para Manuel que siempre está ahí para darme ánimos a continuar, a Moises y Óscar que con sus críticas he crecido, a Julio, que siempre será mi editor, a Miriam y a Andrea, que siempre dan los mejores consejos, y finalmente a todos aquellos que me pidieron novela o que al platicarles sobre esta me pidieron hacerles saber cuando estuviera concluída y lista para ser leída: Andrea Rolón, José Antonio, Alejandro Gonzales y mi muy querida Tegthyn, mi musa de pradera.

martes, 24 de enero de 2017

Cómo ser mejores jefes de nuestro gobierno



Problemas democráticos a resolver en nuestro país:
  • Falta de representatividad 
  • Mafias partidistas
  • Clase política viciada, amañada y privilegiada
Una vez cumpliendo 18 años nos convertimos en ciudadanos responsables para administrar nuestros gobiernos, o como dice Gilberto Lozano (hombre de ideas, de valor y respuesta), nosotros somos los jefes y ellos nuestros empleados. Nosotros pagamos sus gordos salarios, bonos, servicios y aguinaldos. Él propone formar células ciudadanas para vigilar sus decisiones, de 5 a 20 integrantes. 


Falta de representatividad
  • Los legisladores responden a sus propios intereses y a los de sus partidos.
  • Las minorias están sujetas a los prejuicios de sus representantes. 

Mafias partidistas
  • Las cantidades exhorbitantes de millones de pesos destinados a los partidos les otorga un poder desmedido y destinado a conservar el mismo sistema inservible. 
  • Los partidos en contra del grupo en poder, solo juegan a ser los rivales, cuando aparece una iniciativa que le pueda restar poder a la partidocracia, se abstienen de votar.
  • Son corruptibles.
  • Corrompen todos los poderes de gobierno e instituciones supuestamente autónomas, infiltrando a sus miembros, o amigos y familiares de sus miembros.

Clase política viciada, amañada y privilegiada
  • Son parte de las mafias partidistas. 
  • Creen que un salario exhorbitante y todos los privilegios que actualmente gozan son funadamentales para trabajar bien; más importante que su voluntad.

El discurso moral individualista

Este dice que el cambio comienza contigo, es correcto; el problema es el sentido de ese cambio. No es un cambio moral ciudadano, no necesitamos un montón de santos, eso no va a cambiar el sistema. El cambio individual debe ser como patrón de tus representantes, y en consecuencia esforzarte en ser un buen patrón. Cómo: 
  • Conociendo tus necesidades y las de tu comunidad; priorizando las de la comunidad por las tuyas. 
  • Criticando y manifestando tu inconformidad, sí, pero también aportando ideas. 
  • Conociendo a tus representantes locales y estando al pendiente de sus actividades. 
  • En temporadas electorales, conocer a los candidatos que van por tu distrito, que se comprometan a crear o conservar un canal de comunicación, e informar desde este u otro medio su trabajo. 

La organización

Lo que viene tras cambiar en lo individual, es organizarte con más buenos jefes como tú. Porque debes entender que para ser escuchado se necesita un cauce de voces en una misma dirección, sino, tus exigencias pasan a ser el capricho de un renegado. Son las mencionadas células, las que tienen la iniciativa para agrupar y organizar al resto.
Piensa en las tecnologías de la información con las que actualmente contamos. Se pueden crear grupos en donde las mejores ideas sean propuestas para ser llevadas a sus respectivos representantes o dependencias públicas. Ya sea con una tormenta de mensajes, ya con la entrega de firmas, ya con una marcha. Búsca si ya existe un grupo en tus redes sociales, únete y selecciona la opción que prefieras para estar enterado de sus decisiones y formar parte de sus actividades.
Los representantes locales tienen a su cargo un distrito ¿de qué distrito eres?


¿Por qué reducirse a lo local?

Porque es un sistema de empleados jerarquizado. En donde las decisiones más importantes para todos, son tomadas por un grupo aislado, pero para que estas decisiones sean llevadas a cabo, deben ser aprobadas por nuestros representantes, y es aquí donde nuestro papel como jefes es fundamental, porque podemos proponer soluciones mejores, o decidir si lo ya propuesto realmente nos conviene y ponerlo en la mesa de quien supone ser nuestra voz.


Lo ideal

Lo ideal sería:
  • Que estos grupos contaran con subgrupos para las minorías. 
  • Que pudiesemos exigir la renuncia de un mal representante, y si es posible, que contasemos con mecánismos legales para revocarlos de sus puestos.
  • Que cada grupo contara con por lo menos un politólogo, un economista, un biologo, en fin, un especialista para cada una de las áreas a legislar, y que estos pudieran sobresalir visualmente del resto para conocer su opinión profesional. 
  • Que se facilitara la agenda legislativa al grupo, así como las reformas y propuestas a ley suscritas a esta. 
  • Que los legisladores pudieran dar el argumento del por qué se inclinan a favor o en contra de tal o cual propuesta y así los ciudadanos sopesar pros y contras para apoyarlos o no.

Otras concideraciones 

El mayor problema siempre será la falta de interés o de tiempo. Pero este, en la medida que seamos capaces de ganar terreno en los beneficios de este sistema paralelo al sistema político actual, y de otorgar una mejor calidad de empleo para la población, logrará contrarrestarse.

Hace tiempo, con mi primera propuesta de democracia digital, recibí el comentario de que no hacía falta tanto, que solo bastaba con que nuestros representantes trabajaran. Mi argumento en contra es que eso lo hacen los malos jefes; dar por sentado que nuestro papel es el de simples observadores, y confiar en que hayamos tomado una buena decisión en tiempos electorales o de contratación. Lo cual sabemos es absurdo, porque la mayoría de candidatos salen de mafias partidistas, lo cual nos deja a merced de sus interéses.  

También quiero aclarar que los ciudadanos no estaríamos haciendo el trabajo legislativo que le corresponde a diputados y senadores; tan solo estaríamos formando parte de. 

Sobre la demagogia: es mejor que el pueblo se equivoque y aprenda de su error, a que un grupo que no forma parte del pueblo decida lo que es mejor para este.


domingo, 15 de enero de 2017

Para ti

Es una locura. Mi mente se creó una historia para afrontar el rechazo. Y ahora la creo ciegamente. De repente las señales se me presentaron como conexiones reveladoras, pero conservo la distancia, porque procedo de una familia paranoide.

Entonces me digo que ella se embarazó del quien menos esperaba. Y de pronto quería vivir lo que ya nunca podría, o por lo menos en mucho tiempo, y no con tanta facilidad. Y eligió sus prospectos, y yo era uno de ellos. Y de verdad le encantó verme. Pero la idea de que ya nada sería posible le arrancó la ensoñación. Y calló largo tiempo, y yo demasiado confuso, por aquel subito silencio, la presioné a sacarme de su vida, a alejarme de su error. Por eso todo lo que publicaba estaba encaminado a herirme, para que la desestimara. Y caí... me volví loco, sigo enloquecido. Conjeturando tonterías porque un día escribí un poema sobre alcantarillas, sangre y ciclistas; y ese mismo día mi hermano se accidentó en su bicicleta por caer en la hendidura de una alcantarilla.

No puede ser así. Es verdad que ya antes me había rechazado, nada directo, un cambio de actitud. De todos modos prefiero creer lo primero. Tal vez tengo que apoyarla, porque desde aquel día que se acercó a mi, violenta, alegre y hermosa como siempre, supe que iba ser mi último trauma, y que las mujeres hermosas y violentas se van agotando, emparejandose, o ahogando su falta de tacto en madurez y su violencia en mil intentos con machos reprimidos. Además habrá mujeres violentas, pero pocas con su mirada y personalidad, pocas hermosas y con la mayoría de mis fetiches.

El problema es el hoyo del que no consigo salir. No tengo nada que ofrecer. Compañía, sexo, cariño, chistes crueles y autoflagelantes. Ni siquiera puedo ser cursi, este es mi nivel más honesto de cursilería. 

Quizá somos compatibles, es solo que nuestras personalidades son destructivas, repulsivas, juguetonas, solitarias y a la vez complementarias. 

Mujer, no dejo de pensar en ti, y no hay manera de que te olvide. No quiero ninguna relación si no me provoca lo que me provocó nuestro primer olfateo y las subsecuentes veces que nos topabamos. Juro que si un día estoy fuera del hoyo te buscaré, con o sin embarazo, con o sin hijo, con o sin marido.

Un fuerte abrazo, mi hermosa musa de pantano. 

domingo, 11 de diciembre de 2016

La era del bufón

Es la era del bufón. No nos reímos tan solo de la muerte fisica, nos reímos de todas las muertes. Con la última victoria honesta e inocente del capitalismo por sobre todas sus viejas adversarias, parece de retrasados seguir enamorados de cualquier ideología. Las ideologías están muertas. Puedo aceptar el golpe, que ni siquiera es tal porque jamás llegué a casarme con ninguna. Lo más amargo viene cuando se cae en el extremo de chupar la verga imperante de lo establecido. Todo aquel que pretenda cambiar el glorioso sistema, debe ser ridiculizado y minimazado, con una etiqueta que lo destierre de la seriedad en la que quizá pudo haber plantado ideas o acciones posiblemente de provecho para el bien común. En el mejor de los casos se devolverá al redil diciendo mientras rie: sí cierto, qué tonto fui, yo no sé nada de política, quién soy yo para cambiar las cosas cuando no puedo cambiar yo, me reduciré a mi trinchera, a mi trabajo (claro ¿acaso hay otro territorio para desarrollarnos?). 

No digo que hay que volar todo en pedazos y empezar de cero (en realidad si se me antoja pero como pura fantasía guajira), digo que no desistan de pensar en cómo transformar el sistema perfecto que tenemos; el agua que no fluye se echa a perder. Y si se les ocurre algo pero no pueden llevarlo a cabo, no duden en compartirlo con quien le sea posible. A mí me hace un ruido infernal la frase: vida solo hay una. Es una puta frustración la que me ahoga. Pero soy anticuado, en la era del bufón la vida no vale nada y todos mueren como ganado ¿qué más da? ¿hace diferencia la plenitud cuando al final ni el recuerdo te llevas?

Iba hablar de todo el sistema de valores, del amor y la familia, de la religión, del feminismo, del veganismo, de todos los ismos a los que un gran sector de la población aún se aferra. Me gustaría decirles que no se casen con sus ideologías. Me gustaría decirles que sean críticos sin terminar siendo bufones. Una delgada línea separa a los bufones de la carnada para bufón, y unas veces te encuentras de un lado y sin saberlo ya estás del otro. Es la razón exagerada en contra de la pasión exagerada. La pasión siempre perderá. Sean fieles a sus principios, pero sin fanatismo ideológico.

Claro que el tema da para mucho más. Puedes asomarte desde esta perspectiva a las redes sociales y constatar que la caza del mejor chiste o del mayor ridículo es nuestra más eficiente vía de desasosiego.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Cómo saber si tienes vocación creativa

Siempre ha habido una cierta predispocisión que facilita a algunos ser buenos en ciertas áreas de la vida. Son las bulbosidades a las que me refería en un apartado anterior, pero racionalmente tiene que deberse a zonas del cerebro más desarrolladas que otras que posibilitan y maximizan tareas específicas del ente asignado a ellas. Daría ejemplos de profesionistas mediocres que no toleran su trabajo y otros que sobresalen del montón y tienes el gusto de recibir sus servicios. Bien, creo que queda claro, no necesitamos ejemplos.

Las áreas profesionales del ente creativo son, cuando bien le va: guionista, director, ilustrador, diseñador, artesano, publicista, dramaturgo, escenógrafo; cuando mal: escritor, pintor, escultor, muralista, poeta, compositor. Pero el bien y el mal en esto puede trastocarse con facilidad, depende del punto de vista, yo lo estoy enfocando desde un punto de vista económico. Hay quien puede verlo a la inversa desde una perspectiva de libertad creativa.

La actuación, la danza y la música no las conscidero porque me parece que tienen un aura de astucia, de manipulación a partir de una línea preestablecida, aunque claro que hay quienes forzan esta cinta para mostrar su propia voz. Como esas escenas de demonios tratando de salir de un cuerpo humano, manifestandose como rostros y manos empujando la piel desde dentro.

Cómo saber si tienes vocación creativa:

  • Si en una actividad cotidiana de repente, como por epifanía, enlazas una y otra cosa sin conexión y la imagínas plasmada en lo que mejor sabes hacer.
  • Si un curso o lectura de teoría o análisis, lo tomas como una pesca de tips para experimentar más tarde.
  • Si disfrutas a medida que tus divagaciones se van concretando mientras pintas, esculpes, escribes, planeas.
  • Te apasiona planear.
  • Si te cansa escuchar o leer todo aquello que ya conocías.
  • Conservas con devoción todo lo que te conmueve, por lo regular de forma estética, pero siempre estás en una constante búsqueda por más.
  • No sé si será regla, pero todo lo que pasa a tu alrededor lo absorves y te abrumas con facilidad así que necesitas largos periodos de inactividad o su otro extremo, de desenfreno.
  • Te preocupa el cómo eres percibido.
  • Ya que tienes el ego deformado, a veces del tamaño de una ballena y otras es un chicle masticado. Por lo general este suele ser tu talón de Aquiles.

Cómo ser un escritor

Proclamarse escritor es una mamada.

¿Qué hay que hacer para proclamarse escritor? ¿publicar? ¿ganar reconocimientos y concursos? si tu finalidad es esta, se dichoso, estás en el lugar correcto, yo te diré el cómo en esta misma entrada. 

Desde hoy abandonaré autotitularme escritor porque estaría clasificandome en el mismo reino de un grupo selecto de divos que se lambisconean y se recodean en fiestas y presentaciones exclusivas.

Dije antes que ser escritor no es una ocupación productiva compatible con ningún puesto laboral de hoy en día. Mentí. Recuerdan aquellos burgueses del siglo XIX que solo se la pasaban en reuniones y armaban comités y organizaban clubs sociales, en efecto mutaron en lo que conocemos por artistas, entre ellos los ensoñados escritores. 

Cuando entré a Letras hispánicas me preguntaba de qué manera se llegaba a estar en lo alto de un estrado hablando de tu nueva novela junto con otros conocedores de la literatura. Estaba consciente de que no era una licenciatura para ser escritor, pero aún así era lo más cercano a estar detrás del estrado. Sin darme cuenta estaba ya dando mi primer paso dentro de aquel mundo. Y también me resultaba repulsivo; los egos, los temas siempre referentes a la cultura, a la política, a la academia, pero a un nivel bien superficial, bien insignificante. En contraparte estaban aquellos hartos de la hipocresía o sangronadas (porque también había quienes se pavoneaban de esgrimir un cinismo nocivo) de estos otros, pero que jamás iban más allá de críticas, etiquetar a todos y reducirlos a una farsa.

Me ha pasado ya varias veces, que me defino como algo, tanteo sus implicaciones y termino desechandolo. No es nada nuevo. 

Aquí nos encontramos con el clásico caso del Arte vs el "arte". Además cuando se trata de literatura siempre resulta ser un arte culto, porque las mayorías salvajes prefieren las lecturas útiles e informativas, como lo que encuentras en el periódico, las revistas, el horóscopo, etc. Atiendan esto: Escritor vs "escritor". 

Retomo literalmente lo que dije en otra entrada: El escritor real, sin anexos, no encaja en el sistema productivo. Puede que escriba una novela y una veintena de cuentos y mañana ya no sienta la necesidad de continuar escribiendo, que se sienta pleno con lo que ha hecho. O que termine una novela en tres años y empiece otra en cinco más. Y que esta última le genere ingresos después de muerto.

Seguro hay quien ha aprendido a tomar la labor literaria con más apego al sistema jornalero y se pone cierta cantidad de tiempo, cierto horario, todos los días de su vida a teclear. Con su taza de café a un lado y el cigarrillo consumiendose en el cenicero mientras se devanea los cesos por entramar un buen párrafo. Y le funciona. Pero tampoco es que sea una norma condicionante. El mayor beneficio que le veo, desde mi nula capacidad por llevarla a cabo (por mi indiagnosticada distimia), tiene que ver con la cantidad, puesto que mientras más tengas, mayor probabilidad hay de que algo sea bueno.


Ahora lo que les prometí. No hace falta que seas un extraordinario escritor para ganar concursos, acceder a becas y publicar. Lo único que debes hacer es formarte un curriculum. Empieza por los talleres de escritores con algo de renombre, no tanto para aprender, sino más bien para socializar; publica en revistas locales; entra en el mundo de la gente de letras, no hace falta que entres a la carrera, obten contactos con potencial; entra en concursos mamones de talleres para jovenes creadores, es el siguiente paso después de los talleres de escritores mediocres. Con esta experiencia en tu semblanza ya puedes participar para revistas a nivel nacional, premios, y hasta becas. Con tal prestigio, lo que escribas será publicable. 

Pero hay un precio. Te amoldarán a sus cánones, como a una miss universo. Será dificil que vislumbres una cultura más allá de la que ellos hablan, de la que a ellos les importa mostrar. Es ideal para quienes se enamoran del personaje de escritor. Por otro lado, dirán que sería útil para quien ya tiene algo preparado y solo quiere darlo a conocer; cierto. Sin embargo debe ser alguien con una técnica precozmente depurada, puesto que estos caminos son ofertados solo para jovenes.

Desconozco si mis métodos se inclinan más a lo que a un Escritor concierne. Pero estoy seguro que son más honestos. En principio parten de un proyecto, no de un romance por ser alguien. Luego mi intención es materializar (y espiritualizar también) lo que se encuentra desvanecido e inconsistente en mi cabeza, ya sean lugares, personajes, ideas, circunstancias, etc. Ya que escribir es mi manera más efectiva de darle orden al caos, no en cambio, de demostrar que soy capaz de una prosa única. Es verdad, soy vanidoso y egocentrico, quiero dejar mi huella. Pienso que si tras unos años, entre más mejor, después de haber muerto, alguien leyera mis apuntes, cuentos, quizá novelas o mi bestiario, y dijera "me encanta", habrá valido la pena todo esto: me refiero a ir siempre por el peor camino; salirme de la universidad, buscar la forma de ganarme la vida y a la vez no abandonar mis proyectos literarios, rechazar en lo posible los consejos de otros escritores para escribir y todo eso que me frustra.

Mi consejo si quieres encontrar tu estilo o libertad narrativa: Mantente en la búsqueda de aquel libro, cuento, lo que sea; aquella lectura idílica. Si no la encuentras, proponte ser tú su creador, si encuentras algo cercano o incluso muy superior, disfrutalo, no quieras comprender las partes que lo hacen grande. El acto de escribir debe ser un reto, nunca una terquedad. Para ello es indispensable conocer tus límites. Lee, y descubrirás historias fascinantes en una prosa lánguida, sugetate a ellas para tus primeros intentos. No caigas en el conformismo, siempre experimenta, busca, investiga, sigue leyendo.

Por mi parte ahora seré un proyector, ya era lavadora por tanto ciclo, ¿qué otra manera de cosificar mi alma existe?