martes, 24 de enero de 2017

Cómo ser mejores jefes de nuestro gobierno



Problemas democráticos a resolver en nuestro país:
  • Falta de representatividad 
  • Mafias partidistas
  • Clase política viciada, amañada y privilegiada
Una vez cumpliendo 18 años nos convertimos en ciudadanos responsables para administrar nuestros gobiernos, o como dice Gilberto Lozano (hombre de ideas, de valor y respuesta), nosotros somos los jefes y ellos nuestros empleados. Nosotros pagamos sus gordos salarios, bonos, servicios y aguinaldos. Él propone formar células ciudadanas para vigilar sus decisiones, de 5 a 20 integrantes. 


Falta de representatividad
  • Los legisladores responden a sus propios intereses y a los de sus partidos.
  • Las minorias están sujetas a los prejuicios de sus representantes. 

Mafias partidistas
  • Las cantidades exhorbitantes de millones de pesos destinados a los partidos les otorga un poder desmedido y destinado a conservar el mismo sistema inservible. 
  • Los partidos en contra del grupo en poder, solo juegan a ser los rivales, cuando aparece una iniciativa que le pueda restar poder a la partidocracia, se abstienen de votar.
  • Son corruptibles.
  • Corrompen todos los poderes de gobierno e instituciones supuestamente autónomas, infiltrando a sus miembros, o amigos y familiares de sus miembros.

Clase política viciada, amañada y privilegiada
  • Son parte de las mafias partidistas. 
  • Creen que un salario exhorbitante y todos los privilegios que actualmente gozan son funadamentales para trabajar bien; más importante que su voluntad.

El discurso moral individualista

Este dice que el cambio comienza contigo, es correcto; el problema es el sentido de ese cambio. No es un cambio moral ciudadano, no necesitamos un montón de santos, eso no va a cambiar el sistema. El cambio individual debe ser como patrón de tus representantes, y en consecuencia esforzarte en ser un buen patrón. Cómo: 
  • Conociendo tus necesidades y las de tu comunidad; priorizando las de la comunidad por las tuyas. 
  • Criticando y manifestando tu inconformidad, sí, pero también aportando ideas. 
  • Conociendo a tus representantes locales y estando al pendiente de sus actividades. 
  • En temporadas electorales, conocer a los candidatos que van por tu distrito, que se comprometan a crear o conservar un canal de comunicación, e informar desde este u otro medio su trabajo. 

La organización

Lo que viene tras cambiar en lo individual, es organizarte con más buenos jefes como tú. Porque debes entender que para ser escuchado se necesita un cauce de voces en una misma dirección, sino, tus exigencias pasan a ser el capricho de un renegado. Son las mencionadas células, las que tienen la iniciativa para agrupar y organizar al resto.
Piensa en las tecnologías de la información con las que actualmente contamos. Se pueden crear grupos en donde las mejores ideas sean propuestas para ser llevadas a sus respectivos representantes o dependencias públicas. Ya sea con una tormenta de mensajes, ya con la entrega de firmas, ya con una marcha. Búsca si ya existe un grupo en tus redes sociales, únete y selecciona la opción que prefieras para estar enterado de sus decisiones y formar parte de sus actividades.
Los representantes locales tienen a su cargo un distrito ¿de qué distrito eres?


¿Por qué reducirse a lo local?

Porque es un sistema de empleados jerarquizado. En donde las decisiones más importantes para todos, son tomadas por un grupo aislado, pero para que estas decisiones sean llevadas a cabo, deben ser aprobadas por nuestros representantes, y es aquí donde nuestro papel como jefes es fundamental, porque podemos proponer soluciones mejores, o decidir si lo ya propuesto realmente nos conviene y ponerlo en la mesa de quien supone ser nuestra voz.


Lo ideal

Lo ideal sería:
  • Que estos grupos contaran con subgrupos para las minorías. 
  • Que pudiesemos exigir la renuncia de un mal representante, y si es posible, que contasemos con mecánismos legales para revocarlos de sus puestos.
  • Que cada grupo contara con por lo menos un politólogo, un economista, un biologo, en fin, un especialista para cada una de las áreas a legislar, y que estos pudieran sobresalir visualmente del resto para conocer su opinión profesional. 
  • Que se facilitara la agenda legislativa al grupo, así como las reformas y propuestas a ley suscritas a esta. 
  • Que los legisladores pudieran dar el argumento del por qué se inclinan a favor o en contra de tal o cual propuesta y así los ciudadanos sopesar pros y contras para apoyarlos o no.

Otras concideraciones 

El mayor problema siempre será la falta de interés o de tiempo. Pero este, en la medida que seamos capaces de ganar terreno en los beneficios de este sistema paralelo al sistema político actual, y de otorgar una mejor calidad de empleo para la población, logrará contrarrestarse.

Hace tiempo, con mi primera propuesta de democracia digital, recibí el comentario de que no hacía falta tanto, que solo bastaba con que nuestros representantes trabajaran. Mi argumento en contra es que eso lo hacen los malos jefes; dar por sentado que nuestro papel es el de simples observadores, y confiar en que hayamos tomado una buena decisión en tiempos electorales o de contratación. Lo cual sabemos es absurdo, porque la mayoría de candidatos salen de mafias partidistas, lo cual nos deja a merced de sus interéses.  

También quiero aclarar que los ciudadanos no estaríamos haciendo el trabajo legislativo que le corresponde a diputados y senadores; tan solo estaríamos formando parte de. 

Sobre la demagogia: es mejor que el pueblo se equivoque y aprenda de su error, a que un grupo que no forma parte del pueblo decida lo que es mejor para este.


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