martes, 5 de febrero de 2019

Ambos grisrománticos


Ambos eramos grisrománticos; nos ubicabamos en ese trecho donde se desea una relación de pareja, pero no del tipo romántica. Sentimos el fuerte atracón de atracción romántica al conocernos. Entonces, ¿dónde estaba el dilema?

Vuelvo a categorizarme. La verdad es que así es más fácil entenderme.

Ahora sí estoy muy seguro de ser grisromántico, y dentro de ese espectro, reciprorromántico. Esto es, que solo experimento atracción romántica (enamoramiento) si esa persona da muestras de sentir atracción por mí. Por lo que no es muy a menudo. Pueden pasar muchos años... ojalá viviera más.

Luego estaría ella, que puede ser frairromántica, y entonces experimentaba atracción romántica, hasta que comenzaba a conocer más de mí y todo el interés se evapora... o acoirromántica, en dónde la reciprocidad es aborrecida, es decir, que en cuanto yo la buscaba o mostraba interés, la atracción terminaba. Suena más a lo último.

Así que así estabamos: 1) Ella se acerca y parece que le atraigo. 2) Yo doy muestras de que me interesa, aunque no dejo claro que no deseo una amistad, porque soy grisromántico y expresar atracción no se me da. 3) En un momento lo expreso claramente, aunque un poco como broma, y ella pierde el interés en mí. 4) Me pongo intenso y sufro hasta que el tiempo-espacio me hacen distraerme de su existencia. 5) Ella vuelve a interesarse en mí porque yo le resto importancia. 6) Me doy cuenta y me pongo nuevamente intenso... y así hasta que la intensidad me volvió loco (despertó los rasgos trastornoides) y la espanté.

¿Cómo funcionaría una relación entonces? Me gustaría resolver ese laberinto.

Ahora recuerdo que en una ocasión me reclamó no demostrar que sentía algo por ella... cosa curiosa porque inmediatamente de intentarlo comenzó a desestimar y cuestionar mi cariño.

¿Y dónde queda el trastorno que le achaqué entonces?  A lo mejor todos los del trastorno son acoirrománticos.


1 comentario:

Manuel Malagüero dijo...

Esto está interesante. ¿Todos esos términos son tuyos o los leíste en algún lado? ¿has estado leyendo investigaciones —psicológicas, sociológicas, supongo— al respecto? Diseccionar las cosas ayuda a entenderlas. Luego le toca a uno hacer algo al respecto y eso es lo difícil —te lo dice el deprimido sujeto que tiene toda la mañana viendo series, engordando y no pudiendo terminar una novela o un triste cuento, o sea yo—. Jajaja