jueves, 11 de octubre de 2018

Un ritual contra el insomnio

La ansiedad de comenzar en forma las nuevas reformas al sistema cíclico y la costumbre de trasnochar desde la boda de Julieta me han hecho insomne. Estaría bien si viviera solo y me dedicara a la labor intelectual, pero no. Lo primero porque así no molestaría a nadie si me ducho, o si lavo los trastos, la ropa, hago ejercicio, limpio las habitaciones, los baños, el comedor, amaso el barro, horneo... y lo segundo porque no implica ir a comprar material, o ir a oficinas de gobierno a preguntar reglas, o ver a mis mascotas si tengo que limpiar sus sitios. Cuando viva solo giraré el reloj. Mientras emplearé este pequeño ritual: prepararme un té de 7 azahares con una cucharada de miel, cobijarme las patas de cadaver, abrir mi blog, escribir Un ritual contra el insomnio y leer Dos cuentos en la Revista Marabunta.

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