sábado, 30 de julio de 2022

Mi lista de personalidad atractiva

Hasta el cansancio me han dicho que idealizo lo que es una relación de pareja, que por eso no consigo una.

Vamos por partes.

Este es mi ideal de relación de pareja:

Primero el enamoramiento; como soy reciprorromántico, si no noto que ella se emocione conmigo entonces paso. Si se emociona trato de conocerla mejor. Si a pesar de conocernos mejor no terminamos decepcionados, es decir, sopesando virtudes y  atributos versus defectos y manías, la balanza se inclina a favor, pues intento llegar a otro nivel, a uno más de exclusividad y sin tantos miedos a ser descartado, entonces los vínculos afectivos crecen, así como la confianza y las interacciones se vuelven más íntimas. 

A lo que tuve miedo de llegar más allá cuando pude, a esa parte en que el sexo disminuye, pero hay mucha más confianza, una relación más estable, sin tantas sorpresas, pero con muchas experiencias inolvidables, la construcción de una vida juntos.  

En esa parte te vuelves más atractivo para cierto tipo de mujeres, lo que es un problema por la tendencia masculina a la poligamia. Las mujeres tienen opciones, los hombres solo oportunidades... hasta que tienes una relación estable que sube tu estatus social. Los hombres, la mayoría, no estamos acostumbrados a tener opciones, no sabemos cómo manejarlo.

Ahora, quieres las mieles de la soltería, pero al serlo dejas de ser atractivo. Entonces ¿qué sería lo ideal? En las relaciones abiertas no estás ganando ese estatus de pareja importante para la competencia intersexual, así que tus oportunidades para andarte a tus anchas y explotar tu lado polígamo no van a surgir; Ella en todo caso sí aprovechará las opciones que siempre ha tenido y que antes no se atrevía a usar por consideración a ti, siendo esta la versión más amable posible.

A menos claro que hayas esperado la estabilidad en tu relación, hayas acumulado opciones, para entonces decidir con Ella abrir la relación, pero sin divulgarlo, manteniendolo con la mayor secrecía posible. 

De todos modos no funciona para mí desde que no puedo separar el sexo del plano afectivo y este de la exclusividad. 

Estas son mis opciones 

a) conocer a la indicada, la que no me riña por tonterías (religión, ideologías, fiestas, detalles románticos) y quedarme ahí el resto de mi vida. Al mismo tiempo rechazar  la abundancia de oportunidades que se me presentarán. Por ese motivo es demasiado importante para mí el enamoramiento, para comenzar con mucho empuje, y que reúna muchísimo de lo que me gusta del físico, y la personalidad, para que sea casi imposible de superar, incomparable e insustituible, para estar seguro que es a quien siempre deseé tener a mi lado. 

b) Renunciar a una relación de pareja. Pasan los años y deja de ser opción para convertirse en la única realidad.

El problema también surge desde la hipergamia femenina. Aquella mujer de ensueño no solo lo será para ti, si no para alguien mejor posicionado que tú, con más lujos, con más tiempo para ella, con más estatus. Por eso es importante que entre sus virtudes se encuentre el ser desinteresada, y que no separe el sexo del afecto. A menos que de verdad estés muy bien posicionado, muy arriba entre los peces gordos, o muy en boca de todo mundo, cosa irreal. 

Casi por medio de sus virtudes puedes saber cuánto durará la relación. Hice una lista:

2 puntos para la química (conversación fluida, atracción reciproca, familiaridad en formas y costumbres)

1 punto
x atea/ agnóstica o deísta (porque quiero que me consuele y apoye dentro de sus posibilidades, no que me encomiende a un dios todopoderoso, al mismo tiempo entenderá mejor mi perspectiva)
x semiarromántica (porque me gustan los gestos románticos, pero no soy romántico, se me hace algo falso todo el show del tipo romántico... pero es bonito de vez en cuando un regalo, una comida especial, una cita, un viaje juntos... además hace más complicado el que otro la corteje sin mostrar señales)
x madura (porque ¿quién querría a alguien que no asume sus responsabilidades y sus errores? la madurez hará que piense lo que hace dos veces, que no se deje engatuzar por patanes.
x demisexual (porque hará que nuestra relación sea más especial y dificultará que otros la destruyan)
x empática (porque podremos llegar a acuerdos, preocuparnos sinceramente el uno por el otro y evitar hacernos daño)
x desinteresada (para contrarrestar la hipergamia y porque es probable que me vaya a morir de hambre)

0.5
x solitaria (porque suelen ser las personas más originales, las que piensan distinto, las raras, las que no cuadran con el resto)
x ecléctica (porque no quiero sermones ideológicos en mi vida)
x selectiva (porque me habrá elegido a mí)
x dark (porque es una actitud ante la depresión, los tabús y la muerte, muy compatible con la mía)
x valiente (porque odio cuando no pasa nada por miedos ridículos a qué dirán y amo la sinceridad, y la sinceridad solo puede surgir de la valentía, y me dan flojera las mujeres sumisas)

0.1
x ensimosa (qué puedo decir, me hace falta mucho afecto)
x buen humor (para divertirnos)
x celosa (porque entenderé que no solo siente algo afectivo por mí, sino instintivo, me encanta el instinto)
x ruda (qué puedo decir, me hace falta muchísimo afecto, tanto, que vale doble caricia una cachetada juguetona, una mordida, un golpe en el brazo, unas rasguñadas... me encanta el instinto)
x expresiva (porque soy un chico artístico y sensible, y me desborda la natural expresividad, pero ojo, no hablo de palabras, hablo de gestos y movimientos)

Según mis calculos, 4.5 puntos son suficientes para garantizar la pareja con la que podría convivir el resto de mi vida. Y son 3.8 en cuanto a físico ¿Qué tan negociables son? Entre menos sean, mayor fuerza de voluntad hay que asumir ante las adversidades y los malditos y deliciosos instintos.


sábado, 18 de junio de 2022

Ventanas

 Siempre vengo a escribir en alta crisis. Hoy vamos a variar. 

Parece que cerrar puertas es realmente difícil, sobretodo por aferrarnos a planes que creemos solo necesitan más tiempo, o más esfuerzo, o más paciencia, o más inversión. Y pasa en todos los aspectos. En el amor, en el trabajo... ¿en qué más podemos planear que no sean esos dos? Bueno, todos los aspectos entonces son solo dos.

Al cerrar dejamos parte de nosotros dentro, y duele. Pensamos en toda la complejidad que nos llevó abrirlas y pareciera un derroche de oportunidades cerrarlas, un fracaso, una tontería. Por lo tanto creemos ser fracasados o tontos. 

A lo mejor si hubiera ido a un psicólogo lo hubiera resuelto más rápido. Fue un mes de azotarme, de apatía, de buscar desesperadamente una salida de emergencia. Vale la pena ir aún así. La pregunta sería, ¿qué tanto de trastorno hay en mi personalidad? se supone que cuando tu calidad de vida está deteriorada por ciertos comportamientos acudes. Tengo anotadas mis ideas y aquello que sé es extraño en mí. Lo último ha sido husmear en mi conducta cuando salía con amigos. A veces parecía tener cierto éxito con alguna chica, pero si no me gustaba mucho perdía el interés, o si me gustaba mucho me desilusionaba algún detalle; el aliento, su sexualidad, que tenía novio (porque con tanto fracaso uno no piensa en el instante, en una noche de placer, si no más bien en la perpetuidad, en conservar el milagro que te hace feliz). En el amor he cerrado infinidad de puertas buscando la perpetuidad. 

Hasta el cansancio el análisis de para qué tipo de relación cuadro, no voy a darle otra vuelta.

El punto es que hay ventanas a las que solo traspasando una puerta podemos acceder, y no sé cuál sea la realidad detrás de esa metáfora. Algunos lo llaman dios, otros metafísica ¿tendrá qué ver con nuestras mentes? pero pasa que esas ventanas no son descubrimientos, si no oportunidades que llegan. A veces en reconocida paranoia imagino toda una conspiración detrás, amigos permitiéndome un poco de su gloria, compartiendo la fortuna. 

Pero ¿y si no hubiera cerrado la puerta del ciclo de mediocridad, aún así las oportunidades hubieran llegado? Ah, es que ese es el asunto. Todo lo que soy, toda la receta que me hace ser quien soy, mi temperamento, mi sensibilidad, mis traumas, mis virtudes y defectos, todo, llegó a su punto culminante. La puerta no era una opción, salir no era una opción. El peso de lo que soy venció la puerta que tenía debajo, la escotilla, el soporte que me mantenía ahí. Y no podía haber sido de otra manera. ¿De qué eran las tablas que componían esa escotilla? De mis compañeros, de la alza de precios, del historial, de pruebas, de clientes y gente que veía en mí una ventana. No podía haber sido de otra manera.

Y quizá por estas ventanas abiertas no podré pasar, quizá todavía no son para mí... sería terrible, pero habría que continuar. Por lo menos hay planes en marcha, aunque ya saben que mis planes no son ninguna llave a la riqueza, en específico al dinero. Así que ahí están las ventanas y yo estoy aquí calculando mi espacio con cautela. 

Quizá todos somos ventanas, pero son nuestras posibilidades las que nos abren, entre más posibilidades más abiertos. Cuando eres grande y quieres entrar por una ventana pequeña eres un abusivo; por eso hay que saber a quien dejamos entrar en nuestras vidas o en nuestros proyectos...  Y hay ventanas que te quieren dentro, que lucen como ese refugio anhelado, ventanas que pueden de un día a otro hacerse de barrotes, ventanas que te llevan a laberintos, ventanas que resultan ser bocas de pozo. Hay que mirar el interior, cerciorarnos que todo concuerde, que nuestra presencia enriquezca y expanda, que exista una puerta por dónde salir, porque cuando creces dentro ya no hay manera de volver por donde entraste. Y eso, ahora lo reflexiono, me pasó. Crecí, y no estoy regresando a ese principio, a ese joven de 28 años un tanto ingenuo que cargaba unos tablones de madera para hacer su mesa bamboleante.

Estoy profundamente agradecido. Esa ventana, la gente que me la puso enfrente, la gente que me permitió entrar, la gente dentro, la gente que me hizo entender (con otra intención), que mi estadía ahí ya no era compatible con mi búsqueda, los amo. A veces ellos fueron el mal ejemplo, o el ejemplo exacto, o me pusieron a prueba. Soy afortunado por ser reflexivo, aunque mis reflexiones desaten todo el peso de quien soy y venzan escotillas y me hagan caer en la oscuridad más corrosiva. 


martes, 31 de mayo de 2022

Cumplo 34

 Hoy cumplo 34 años. Llegué a la conclusión de que no sirvo para vivir, eso en este mundo significa hacer dinero. Sé toda la teoría, pero no embona en ninguna de las aristas que conforma mi personalidad. 

1. Relacionarse con gente del medio.

No soporto a la gente superficial que se ocupa en banalidades como su imagen, marcas, artistas, escritores o famosos.

2. Subir grados académicos.

La escuela no es para mí, soy demasiado lento y aún peor; conciso. Siempre quería entregar lo máximo y los resultados eran mediocres, a veces prefería no hacer nada cuando solo era para demostrar que había entendido la clase o el tema. Cuando se trataba de cosas que no me interesaban procrastinaba al punto en que entraba en crisis pensando si cualquier otra actividad era más fructífera. Y sé lo importante que es un título, pero no resuena en mi interior esa importancia, es como si en mi interior se invirtiera y me sonara ridículo, a cosas de una sociedad pendeja.

3. Vender.

Es lo más sencillo del mundo. Inviertes en mercancía al por mayor y la vendes al menudeo. Cuando haga calor, algo que refresque, cuando haga frío algo que caliente. O cosas utilitarias. O el vicio: sexo y drogas. Luego hay que pensar constantemente dónde vender. Pero ni vender, ni hacer dinero me hacen sentir pleno, como sí lo hace el terminar una pieza artística o artesanal.

4. Ser artesano.

Pensé que esto sería lo mio, que había por fin encontrado mi lugar. Pero soy demasiado lento y no puedo malbaratar mi tiempo sabiendo que por más habilidad que haya adquirido, no puedo rebasar ciertos límites sin restar calidad a mi trabajo, y como soy obsesivo compulsivo, no restaré calidad a mi trabajo. Me da la impresión que en las artesanías lo estético es pretexto para lo utilitario, que es lo que se vende. Y para mí es al revés, lo utilitario es pretexto para lo estético, es decir, si puedo prescindir de lo utilitario lo hago... y sí, lo hago con frecuencia, por lo que no consigo tantas ventas como me gustaría. 

Ahora bien, hay artesanos quienes no son nada utilitarios pero han conseguido hacerse de clientela y de espacios propicios para la venta de sus decoraciones. Bueno ahora pretendo eso. Parece que hasta en las artesanías hay clases. Aunque probablemente me lo estoy inventando para excusar mi fracaso. Será cosa de probar.


Al final, si no soy capaz de soportar la escuela, ni los inconvenientes de una empresa (a veces el jefe, otras las reglas de explotación), y si mis piezas artesanales decorativas no resultan para una circulación efectiva, que me de ingresos constantes, entonces seré repartidor de medio tiempo. Hay pocas chances de crecer, no tienes seguro contra accidentes, y con la edad llegará el momento en que el cuerpo ya no rinda, pero por lo menos puedes controlar el horario y no tienes jefe.

La verdad, a veces quisiera no tener familia para poder suicidarme sin el remordimiento del sufrimiento y cataclismo que provocaría. Porque, digo, conseguir la estabilidad económica es una cosa, pero saber que jamás me haré del estatus necesario para una relación sexo afectiva con una mujer que salga, aunque sea por poco, del promedio en cuanto atractivo, y que si llegara a tener ese estatus, sentiría comezón de toda mujer que se interesara en mí, porque de no tenerlo, jamás se fijarían... es decir, saber que estaré solo el tiempo que me queda, me deprime. Gira una y otra vez en mis recuerdos, esa sensación, de cuando a mis 21 conocí a Paulina; estaba convencido de que la vida me recompensaba de tantas decepciones afectivas. Y duré quizá siete años con esa sensación, a intervalos interrumpidos, porque cerraba el ciclo y ella lo volvía a abrir. También giran recuerdos hermosos de mi único noviazgo. Abro el cofre en la mañana y ya no me quiero levantar. La vida es tan plana, y no sirvo para vivirla, así que preferiría no hacerlo, pero tengo que, así que la vivo lo menos que se pueda.

Sería bonito que alguien que me gustara se fijara en mi trabajo, se olvidara del estatus y me correspondiera, y que mi trabajo fuera suficiente para darme techo y comida. Seguiré intentando. Además de todo lo difícil que sé es llegar a vivir del arte, a estas alturas, si no están casadas o con hijos, entonces son del tipo promiscuas. Pero tengo esperanza en encontrar a alguna autista, artista o alguna artesana cuya carrera haya absorbido su vida, una demisexual que no pueda coger hasta llegar a sentirse en confianza, una semirromántica que solo coja con su pareja, el que en teoría fuese el correcto, o una alienada biológica (drenada conductual) que toda aproximación de cortejo le resultara aberrante... mejor no porque esas son las que cuando están calientes van directo y sin escrúpulos por cualquier soquete de gimnasio y se lo tiran. 

miércoles, 25 de mayo de 2022

El show debe continuar

 Estábamos en un show de televisión. No. Antes de eso, te reías de mí con tus amigos, pero era tan tonta la gracia que solo tú reías, ellos solo seguían al director de orquesta forzosamente. Me dieron lástima. La tropa de arrastrados. Me vinieron destellos de la actitud que tomaste en nuestro último encuentro. Se terminó la musa de pantano en el panorama del pájaro tuerto. 

Luego estábamos en un show de televisión chileno. Muy seria. Te pidieron que nombraras un cantautor y lo hiciste. Entonces yo tenía que cantarte y lo hice. Tus pupilas dilatadísimas y la actitud torpe de cuando nos conocimos. Me dijiste, no me voy a divorciar, no puedo. Pasó por mi mente asesinar a tu esposo, luego como toda tontería, me dio risa. Pensé, has lo que quieras. Cuánta farsa. 

Cuando entiendes cómo funciona el universo, ya no quieres ser parte del show. 

 Yo, no soy feo físicamente, y proyecto neutralidad, sencillez, visto una playera y un pantalón casi por lo general, sin tatuajes, ni piercings, ni collares, pulseras o anillos, ni un solo signo de estatus, ni uno solo que me defina. No estoy interesado en volverme proveedor, y aunque sí en encontrar estabilidad, me cuestiono el fin de poseer esa estabilidad. Bueno, sería candidato para que te animaras a divorciarte... si el sueño fuera premonición, lo que con nuestros años y tu atractivo es más cuestión de probabilidad. No sé, me da flojera ser apto para una mujer solo por ser apto para el juego de la sociedad. En el mejor de los casos, una persona apta es el que supo su rumbo desde muy joven y si no, que siguió las reglas sin titubear; terminar una carrera y conseguir un empleo concerniente. No te cuestiones si eso es lo que te gusta, si es lo que quieres, si es lo que te llena, no tengas más metas, sacrifica tus valores si es necesario; son mandamientos que una sociedad sincera propagaría. 

Ser inestable me hace apto para aventuras de una noche, aunque no para Tinder, porque hay más y mejores candidatos para aventuras de una noche ahí, tipos que se toman el papel muy en serio; se enfocan en ejercitarse y ataviarse de signos de estatus. Fuera de Tinder no hay espacios para conocer personas donde me guste pasar el tiempo. 

Siempre termino haciendo esto, analizando por qué estoy solo. Sí, es por ser inestable y por buscar un vínculo antes de tener sexo y por reconocer los rituales de apareamiento y no dejarme envolver en su flujo instintivo.  Y sí, una artista es lo más conveniente como pareja, porque me va entender. La mayoría tienen algún trastorno, así que no borderlines, no esquizofrenicas, no narcisistas. Ahora, entenderlo no es aceptarlo, las más atractivas se quedan con maestros, directores o autores de renombre, por no mencionar a gente fuera de ese ámbito bien estable, no importando que tanto ganen. Y ni siquiera estoy contando con que me tocaría una artista marginal... no lo cuento porque no existe. Es decir, bonita, con talento artístico y marginal, esa combinación es imposible. Si es bonita ya le han abierto muchas puertas para desarrollarse y no padecer pobreza.  

Cuando sea estable no podré aceptar tener una pareja, me dará repulsión saber que me elige solo por esto. ¿Qué buscaré entonces? Yo sé que... o a quien. 

martes, 17 de mayo de 2022

Sueño

 Vacacionaba con la familia. Pero más con mis hermanos. También estaba mi tía. Era un hotel viejo y grande, de paredes blancas. Me fijaba mucho en los espacios dónde dormir. No recuerdo cama, pero había sillones amplios, gordos, que te podías acostar perfectamente en la parte superior del respaldo. El de la sala estaba destrozado. 

Me fijé que había una puerta trasera que conectaba a un campo verde, centro de reunión para los inquilinos. La vecina salió y me oculté, cerrando lentamente la puerta, y pensé "¿qué hago? puede que sea una mujer atractiva" así que salí un poco y me dijo "llegó la hora de los borrachos". Me di cuenta que no era atractiva y que llevaba una botella en la mano. Miré al campo y muchos se sentaban en sillas de jardín con sus botellas respectivas. 

Salí. Había una brecha sin pasto. Ya no recuerdo bien. Encontré algo. Les avisé a mis hermanos y salimos a desenterrarlo. La escena me recordó a cuando enterramos a Dublín. Regresé a la sala. En el comedor había una escalera que llevaba a un sótano, desde ahí mi tía peleaba con alguien. Cuando salió se veía contenta, como si nada hubiera pasado.

Supe que era un sueño. Oí ruidos en la casa así que sin abrir los ojos me levanté y empujé las puertas de mi habitación, sabía que era esta feminista que conocí cuando aprendí de alfarería en Tonalá y venía acompañada. Me levanté de nuevo con los ojos cerrados, caminé el tramo de mi cama a las puertas y las cerré, así con los ojos cerrados. Entonces desde afuera las empujaron y forcejeamos, ellos tratando de abrir y yo impidiendolo con todas mis fuerzas. En efecto era ella. Se le escuchaba divertida al irme venciendo en fuerza.

Desperté pero no abrí los ojos, fingí un rato que tenía parálisis de sueño. 


Sé que esto de desenterrar, de encontrar y de sótanos, son niveles de mi psique más inaccesibles. Mi tía cumple un papel muy importante, ya sea siendo parte de estos niveles o evitando que salgan los extraños agentes invasores. 

Sé que escuché algo en la casa porque en la realidad iba a comenzar a llover y el viento soplaba basura o tumbaba cosas en el patio o en la calle. Saber que es un sueño es alejarme del subconsciente. Ahora, dentro de muchas personas que han intentado hacerme daño, mi psique la toma a ella como la amenaza más inmediata y factible. ¿A ella o lo que ella representa? Narcisismo, hembrismo y misandria. 

No sé si mi habitación es la forma realista en que yo estaba representado la lucidez o mi estado de vigilia, ya no de sueño, o si simboliza mi intimidad. También desconozco cuál es el vínculo que une a los agentes amenazantes que aguardaban en lo profundo de mi psique y a esta horda de feministas desquiciadas que se agolpaban en mis puertas. 

Cuando abrí los ojos el viento entreabrió las puertas y sentí un poco de miedo.

lunes, 25 de abril de 2022

¿Qué es ser hombre?

 Ser hombre es sacrificar tu vida por tu familia, no necesariamente muriendo, sino destinar tus energías, tiempo y recursos a esta. Pero así como me pasa con el creer en un dios; eso no me nace. Debe ser la alienación. 

Últimamente he pensado en otra teoría, aparte de la de la alienación. La de la transición de un patriarcado a un matriarcado, el feminismo. Se dice ingenuamente que tener mujeres en el poder sería evidencia de un matriarcado. No necesariamente. Las mujeres ya controlan el sexo, el tesoro que mueve al mundo a la par del dinero. No es necesario controlar la economía si puedes controlar las voluntades. Y como pasa con el sistema monetario, que unos pocos gocen del tesoro violenta a las mayorías.

Un hombre, antes, necesitaba diferenciarse de lo que no era para entender su identidad masculina; y esa diferencia la encontrábamos en las mujeres. Pero nos hicieron entender que todo lo que podía ser (y hacer) un hombre podía ser una mujer. Lo único que dejaron intacto fue nuestra libido y lo imbéciles que nos pone, supongo que aparte de no quererla, no estaba activa en su ADN. Entonces ser hombre significa tener un monstruo dormido y tener el sexo expuesto, tener barba y bigote y ser en general más grotescos, o asumir que vales según tu sacrificio.

¿Cómo diablos no deprimirse al ser hombre? ver lo imbéciles que se comportan los más machos, y lo impostores e hipócritas que lo hacen los más neo masculinos. Me digo, ok, no soy nada. Pero me excitan ciertas mujeres, me vuelven loco otras, cargo con mis genitales y me sale bello facial, no tengo de otra, soy hombre. Soy uno fuera del ámbito sexual y otro dentro. El feminismo no ayuda en nada en esa cuestión identitaria: si adoptas el feminismo radical te identificas como el monstruo (por eso los hombres repudiamos esa rama), si adoptas el feminismo liberal reprimes al monstruo y evades una parte esencial de tu personalidad.

Es ridículo que exista una rama feminista que plantee abolir los géneros sin desentenderse del título identitario "feminista"; para empezar tendrían que renunciar al nombre del movimiento, para que al decir abolir el género no parezcan querer abolir el género con el que no se identifican. 

Además las feministas convenientemente buscan a perpetuidad la igualdad entre géneros, mientras las "otras feministas" encuentran diferencias, adquieren privilegios, segregan, se victimizan, cancelan y desprestigian a las voces disidentes, las tachan de conservadoras, de machistas, invisibilizan las problemáticas masculinas, satanisan semanticamente lo masculino, persiguen lo que durante milenios los varones han perseguido, despreciando lo femenino. Contradictoriamente todo cabe en lo que el feminismo es, porque el feminismo se desentiende del "otro feminismo", pero jamás deja de serlo; sería un suicidio identitario, por más justas, solidarias y empáticas que sean en lo individual, necesitan la validación en colectivo.

Si habría destacar algo del movimiento es su atención a las victimas femeninas. 

miércoles, 20 de abril de 2022

La monstruosa libido masculina

 Estoy siendo incómodo para machistas, como también para señorites deconstruides, es un tema tabú que el feminismo y el masculinismo temen abordar, y si lo hacen, como en el caso del radical, es desde una perspectiva de trastorno límite de la personalidad, es decir, en blanco y negro; ellas dicen que el problema somos nosotros porque llevamos interiorizada una supuesta misoginia y una cultura de la violación.

Como PAS, persona altamente sensible, he aprendido a gestionar mis emociones y estoy convencido que gestionar la libido es el camino correcto para todo hombre que se enorgullezca de serlo. 

Cuando hablo de la monstruosa libido masculina, no hablo de que todos los hombres somos violadores en potencia, no. Estoy hablando de que las circunstancias pueden llevarte a un momento incómodo, y que la tormenta perfecta a lo largo de una vida puede crear a un depredador sexual. Tampoco es misoginia, desde siempre ha sido el hombre el de la iniciativa, es él el cazador, el que penetra y que da más valor a las acciones que a las palabras.

Hablo de enfermos y hablo de hombres sanos. Pienso en la enfermedad como un agente silencioso que puede ir desde un catarro, que con un correcto tratamiento desaparece, a un cuadro avanzado de cáncer prostático. 

Pero la libido no es una enfermedad. Tenemos que verla como un mecanismo instintivo integrado en nuestros cerebros, y no es tanto que la libido enferme, sino que carece de un correcto desarrollo. Al ser un tema tabú nada se menciona sobre ella en la escuela y mucho menos en la familia; apenas unas cuantas normas sociales que cumplir para no ser un degenerado, o dentro de la cultura machista, una especie de iniciación en un club nudista, o la pornografía como tutora sexual. 

La libido es como un perro, la domesticación puede mantenerla a raya, pero con o sin entrenamiento, si las circunstancias son propicias, un perro muerde. A lo mejor es verdad que depende del tipo de perro, no es lo mismo un caniche a un pastor alemán o un pit bull. Así que como primer ejercicio yo propondría "conoce tu libido". Por un lado, reconoce tus fantasías sexuales, no las escondas, son solo eso, fantasías. Por otro lado ¿qué opciones tengo para hacerlas realidad sin afectar a otros si es que implican a otros? Me imagino que habrá desde fetiches inocentes, hasta maquinaciones que repugnarían al Marqués de Sade. 

Ahora, ¿cuáles son las circunstancias propicias que vulneran la intimidad y pueden provocar una serie de malentendidos hasta escalar en abusos? Una vez resuelta el tipo de libido, podremos entender lo qué debemos evitar. Y es probable que existan ocasiones en que pecando de inocentes nos adentremos "sin querer queriendo" en esas circunstancias, porque el instinto es cabrón. Por eso es fundamental poder gestionar nuestras fantasías sexuales de la mejor manera desde los primeros albores de la adolescencia, para que no se conviertan en una carga que hay que reprimir y que estallen a la primera oportunidad. 

Y no existe un apoyo verdadero al respecto, lo que tenemos a la mano son psicólogos que figuran más como correctores que como guías. Hay tabús y guiños conductuales machistas, que toleran ciertas cosas y miran para otro lado cuando se escala más allá. Como pasa con el robo a ciertas tiendas de conveniencia, asociadas al capitalismo, por parte de algunos anarquistas y socialistas, pero al final del día, el acto acometido sigue siendo el robo. Y claro que en sociedades donde la justicia está sobrepasada, es ineficiente, favoritista, o puede ser fácilmente comprada, la escalada no tiene más límite que el que el individuo esté dispuesto a llegar por una cuestión moral. 

Es falso decir que las violaciones sexuales solo son demostraciones de poder por parte del perpetrador, porque el sexo siempre ha sido un juego de poder, el problema es que en una violación deja de haber un juego, porque uno de los participantes no está dispuesto a jugar. Y es posible que esa negación sea la fuente de placer real del agresor, porque ya no solo estaría ganando dentro del acto, sino fuera de este, en la vida, donde, como ya se sabe, el depredador suele ser un tipo sin poder, aún si este posee un cargo alto, no sabe negociar, convencer, seducir, persuadir... en fin, como el poder realmente se ejerce. Entonces busca esa descarga de placer y adrenalina que lo hace sentir poderoso durante quién sabe cuántos segundos.

Otro componente muy peligroso es la complicidad entre hombres, que no ocurre tanto entre mujeres, porque entre ellas la competencia intersexual es más aguda, al ser pocos los candidatos de alto estatus que destacan en cierto estrato social donde ellas pueden conocerse e interactuar amistosamente. Es peligrosa porque entre hombres, sobre todo en edades tempranas, pueden alentarse a escalar de la fanfarronería al abuso o la violación. Esta complicidad masculina tiene su potencial positivo cuando se trata de investigación, inventiva, exploración y experimentación. Entonces ¿cómo evitar que suceda para el esparcimiento y el ocio y solo permitirlo para el ámbito constructivo? no es posible. Pero supongo que hacer entender a jóvenes y adolescentes sobre esta característica dual es un paso que no se debe omitir.

Entonces eso, más el conocimiento de la libido personal, más un desarrollo sano de esa libido, más habilidades que te hagan un hombre poderoso, no solo que te den tal sensación, más la atención a grupos sociales del más bajo estrato social, para ayudarlos a destacar en jerarquías fuera del ámbito socio económico. Y afrontar la libido masculina con conocimiento; qué sí, tú no te lanzas sobre la única mujer que expresa su sensualidad en tu cara, ¿pero qué pasaría si esa misma mujer se ve comprometida a invitarte a pasar a su casa, a un espacio mucho más íntimo? ¿Cuánto a que ya has asumido que tendrían sexo? ¿Qué pasa si ella no da muestras de querer que suceda algo más y se desentiende de ti? ¿Qué haces? No veo ninguna escuela creando estos escenarios hipotéticos para su alumnado.  

Pasa algo muy curioso en estos tiempos de destrucción patriarcal y un nuevo modelo de sexualidad matriarcal. La sexualidad patriarcal constaba de la monogamia, en donde cada varón había de encontrar a una compañera para lo que se suponía tendría que ser toda una vida. En el modelo matriarcal la sexualidad es fortuita y sin compromisos afectivos, lo que puede llegar a desconcertar a varones inexpertos que buscan relaciones de largo a mediano plazo que les garanticen una vida sexual y afectiva plena, lo que puede provocar frustración y por ende agresividad. Hablemos claro entonces, hagamoslos entender este nuevo modelo, con todos sus pros y sus contras, así ellos al menos tendrán el poder de elegir si entran al juego o se excluyen del mercado amoroso. 

En este punto la llamada "píldora roja" ya ha dado avances. Una vez excluidos de este mercado pueden ser célibes y centrar su vida en proyectos personales, o buscar formas más directas para tener sexo suprimiendo la parte afectiva, a manera de contrato, como ocurre en la prostitución.

Fantaseando, a mí me encantaría que se inventaran robots femeninos para llenar esos vacíos en la sexualidad masculina que el modelo matriarcal está imposibilitado a cubrir.

jueves, 7 de abril de 2022

Qué tipo de hombre soy

 La teoría conspirativa de la extinción vía alienación humana marca este episodio: los machos se dedican a acicalarse o a pelear entre sí, las hembras absorben los roles de los machos. Con lo complejos que somos, teníamos que inventarnos todo un movimiento social y totalitario (porque si no eres parte estás en contra), para cumplir este momento. 

No encontré un modelo sano de masculinidad en mi familia, aún teniendo padre, tíos, un hermano y primos mayores. Entre mis maestros lo encuentro en mi adolescencia y más tarde en una etapa ya avanzada de mi juventud. Tipos estoicos, que gustan de reflexionar y cuestionar el mundo, desconozco sus vidas intimas, al contrario mio lucen muy formales. Quizá debieron llegar tales modelos antes en mi infancia, porque a pesar de profesarles admiración, sé que no puedo ser como ellos. Me faltaría disciplina y responsabilidad con la sociedad, me faltaría no solo encontrar el equilibrio sino renunciar al caos y a la asimetría. Y estos dos últimos conceptos me confieren un rasgo identitario que no encuentro en ellos, y que me hace sentir orgulloso de ser como soy: la creatividad o el ingenio. 

Así que emprendo un viaje solitario para explotar este rasgo. Encuentro en mí el arquetipo del mago, del loco o tonto que se lanza a lo desconocido, del ahorcado al sacrificar el estatus y una vida benévolamente aceptada como adulto por alcanzar una lejana autonomía y libertad y finalmente el ermitaño, porque me hace extraño ante amigos, familiares y conocidos, me aísla y me enfrenta contra mi ego. 

Puedo ser hombre sigma u hombre omega. Todo dependerá del resultado de mi esfuerzo. Por el momento es cierto que soy más omega.  

Los hombres somos buenos creadores. Como ya lo decía Esther Villar y Arreola, me extraña que todavía no hayamos creado fembots o androides feminas programadas para que tengamos una vida sexual y afectiva plena los menos afortunados, en mi caso, por preferir instintivamente mujeres un tanto más "bonitas" que el promedio y no poder ofrecer estabilidad económica para una relación de mediano a largo plazo, sumado a la incapacidad de entablar relaciones intimas sin involucrarme afectivamente.

De repente pienso, quizá debo meterme a robótica e informática y hacer del sueño la realidad. Pero reconozco que mi centro, dónde yo me siento más pleno, es en la escritura, y ahí puedo vivir en el sueño e inspirar a quienes puedan a transformar la realidad.

Espero que ninguna mujer quiera nulificar mi masculinidad esforzándose por ser como yo, ejecutando la receta que he escrito aquí, o que quiera entrenar a su hija a mi ejemplo. Pero habrá de pasar, si la teoría es correcta.