Yo me pregunto; qué me gusta. El acento chileno es exquisito. Algunas comidas, postres, bebidas, pero eso a veces, cuando tengo antojo. El chocolate que menos tiene chocolate; el blanco. Terminar una bestia. Algunas mujeres; me fijo mucho en sus ojos y sus bocas, y sus narices, pero no de la manera en que uno busca la perfección y simetría, pero sí el equilibrio defectuoso, rasgos únicos, reflejos de tristeza, y de violencia, destellos de ternura. Hay veces que necesito música y otras que no la soporto. Temporal... y ahora que lo digo, que lo recuerdo, hace mucho, bastante que no consigo deleitarme con una buena lectura.
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