jueves, 22 de abril de 2010

Para: ...

Les diré algo, eso es justo lo que haré. No voy a relatar mi total estado de anulación, no diré el porqué, no relataré un cuento, voy a callar mis quejas, no pretendo ritmo, ni un poco de armonía. Tengo hambre. Volverá la culpa. Sé. He escrito un tanto de vomito, pero no se los mostraré, no es que sea intimo y vergonzoso, no, más bien se trata de el apego que mi manuscrita tiene por el papel, la tinta no sede a él, y me resulta tan de mal gusto arrebatarla para venir a taquigrafiarla aquí, como una estampa digital. Escucho All the things that go to make Heaven and Earth  de The new pornographers, no me gusta, es divertida, pero no podría escucharla otra vez. Ahora es Ingrid Michaelson con Overboard, muy pop. Es extraño que no tenga ganas de desvariar. Hoy me siento disponible, para tolerar curiosidades existenciales de mis camaradas, aunque prefiero no hacerlo. Veré mi correo, no en este momento, pero lo haré. Hoy dejaré de pensar, o mejor dicho, pensaré con falta de dirección, no le veo objeto seguir torturándome. Consideremos esto una carta.

Deseenme suerte.