Como es costumbre, despotricaré contra los paradigmas sociales establecidos, ¿por qué?, fácil, complican mi existencia.
Hombres maduros vs hombres inmaduros
A los hombres maduros no les importan los buenos momentos, sólo quieren la entrega incondicional de aquella persona a quien desean, por el simple hecho de ser ellos quienes son.
Un inmaduro sabe que esa mujer agradable no es un objeto que le pertenezca, así que busca pasar el mejor momento con ella mientras sea posible, para que naturalmente ella busque más momentos así con él.
Un hombre maduro está siempre ocupado, así que te enviará mensajitos dulces y poemas cuando sienta que algo no anda bien, no porque eso sienta, sino porque sabe que funciona.
A los hombres inmaduros no les importa tener que expresar lo que sienten, si saben que algo no anda bien, te lo harán saber de alguna forma, pero nunca utilizarán recursos ilusorios, como poemas y mensajes dulces y trillados sólo para mantenerte enganchada.
Para los maduros es necesario hacerte saber que piensan en ti con cursileria barata.
Para un inmaduro es tan sencillo hacerte saber que piensa en ti con un hola.
Los hombres maduros se dan cuenta que no tienen mucho tiempo, así que aprovechan cada segundo y lo vuelven, con el tiempo, una rutina especial.
A los inmaduros no les importa el tiempo, no cuando lo pasan bien, así que querrán estar cerca cuanto sea posible, si es posible, hasta hartarse. Ya habrá tiempo de sobra para desaturarse.
Los hombres maduros perdonan por razones inexplicables; o bien no sienten nada, o son acreedores de la poligamia.
Los hombres inmaduros no perdonan, saben que no fueron suficiente para esa persona especial, conocen sus carencias y virtudes, y se castigan y castigan porque en verdad pensaron que iba a funcionar.
Un maduro será tu amigo porque tiene repuestos con quien olvidarte... o es un maldito masoquista... o una maquina fría e indiferente.
Un inmaduro no puede ser tu amigo porque le harán daño las restricciones afectivas que tomas con él, y aún más las libertades que ofreces a alguien más.
Los hombres maduros nunca están solos, así que aprovechan la soledad para descubrirse a si mismos.
Los hombres inmaduros pasan mucho tiempo solos, así que inventan juegos tontos; escriben, moldean, pintan, dibujan... crean. Después lloriquean por tanta soledad acumulada.
Los maduros ignoran a las mujeres que los harán perder su tiempo.
Los inmaduros ignoran a las mujeres que perderán su tiempo tratando.
Los hombres maduros lastimados por una mujer, suprimirán su dolor en algún tumor maligno o una adicción, y seguirán con sus aburridas vidas.
Los hombres inmaduros lastimados por una mujer, consciente o inconscientemente, buscarán lastimar a otra., luego seguirán con sus aburridas vidas.
Los maduros son de latón; cuando se enamoran y no son correspondidos, enfrían sus circuitos y la dejan ir, pues, finalmente, hay mucho salmón que les brinca al plato.
Los inmaduros se enamoran cada tres años, por eso persisten sin descanso... hasta convertirse en una molestia.
Un hombre maduro está seguro de lo impresionante que es, y que su compañía es irresistible, así que no pasa por su cabeza la idea de ser ligeramente traicionado.
Un hombre inmaduro siente curiosidad de los mensajes y llamadas que recibe su mujer. Pues sabe que es una mujer atractiva y que él no es perfecto, ni el hombre más fascinante del universo.
Los hombres maduros son estrategas y calculadores, siempre saben que decir con tranquilidad en situaciones difíciles.
Los inmaduros son pasionales e impulsivos; expresan todo lo que sienten cuando sus emociones están a tope, aunque luego se arrepientan si llegan a lastimar a alguien que aprecian por no meditar sus palabras.
Un hombre maduro alienta a su mujer a superarse en el ámbito personal y profesional.
Un hombre inmaduro también.
Gracias a la entrada de blog de donde derivé esta tontería: http://amoryfamilia.blogspot.mx/2008/10/este-es-una-articulo-que-me-encontr-en.html
Mi punto es, que no creo que existan dos tipos de hombres; un hombre maduro robótico indiferente y reprimidor de sus pasiones; a quien no le interesa si lo dejan, o si le ponen el cuerno porque es autosuficiente, y si eso llegara a pasar, él dirá tranquilamente cosas muy sensatas para arreglar todo, bah! ...y luego está él inmaduro, un asco emocional que no soporta perder a alguien muy especial y que se empeña en que funcione una relación, echando todo a perder.
El hombre es un ser ambivalente, puede ser pasional e impulsivo a veces, y en otras estratega y frío.
Además mucho de lo que caracteriza estas listas catalogadoras es la personalización del malo y el bueno, de un lado pones al hombre desagradable, y del otro al agradable, añadiendo aspectos que ni siquiera tienen que ver con ser o no maduro. Créeme que no ayudas a muchos a crecer así... hay comportamientos que sólo con experiencia puedes cambiar. Conocerte y aceptar lo que eres es una parte, pero la otra es conocer a alguien más y verte a través de sus ojos. Y como me van a aceptar, si abundan listas como estas donde soy de lo que tienes que huir. Recuerdo una Cosmopolitan que leí cuando tenía 15 o 16 años, donde aconsejaban escapar a toda prisa de hombres como yo (como la descripción en la que yo encajaba), juro que me sentí vetado por la representante de los intereses femeninos internacionales.
Fue una tontería de mi parte ensimismarme por ello; las mayorías no saben lo que quieren, aunque si lo crean.